El diagnóstico precoz, la detección de factores de riesgo y la adherencia terapéutica configuran el eje de actuación

La acción boticaria reforzará el efecto de los fármacos para el alzhéimer
Tamara Peiró y Eduardo Ramírez.


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El alzhéimer se ha convertido en uno de los principales retos sanitarios del siglo XXI. La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha señalado que 800.000 personas padecen esta patología en España, cifra que alcanzará los 3,6 millones en 2050. Mientras se perfeccionan soluciones terapéuticas que ralenticen su avance, el diagnóstico precoz y la prevención se posicionan como las maneras más eficaces de paliar su impacto. Una serie de tareas en las que la profesión farmacéutica, especialmente el ámbito comunitario, adquiere un papel fundamental, dada su cercanía al paciente.

"El farmacéutico comunitario puede colaborar tanto en la detección precoz, en el apoyo al cuidador, así como desde la prestación de diferentes servicios profesionales farmacéuticos asistenciales", ha destacado la responsable del área Asistencial del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof), Tamara Peiró, a Redacción Médica. Labor de la que se beneficia un paciente que acostumbra a ser de edad avanzada y polimedicado, por lo que el alzhéimer no es la única patología que incide en su estado físico y mental.

En este sentido, el profesional de la oficina de Farmacia se encarga del manejo de su medicación a través de sistemas personalizados de dosificación, con el objetivo de una correcta aplicación de las pautas posológicas, la adecuada adherencia al tratamiento de los fármacos prescritos y la evitación de la aparición de interacciones farmacológicas.


"Se debe fomentar el conocimiento sobre el uso del tratamiento"



Un problema habitual es que estos pacientes no realicen las tomas de medicación de forma certera. Es más, el 40 por ciento de los afectados tienen dificultades para mantenerlas en el tiempo con regularidad. "En el momento de la dispensación, se debe fomentar el conocimiento sobre el uso del tratamiento, así, como desde una segunda dispensación, hacer un seguimiento de la adherencia o incluso derivar al paciente a un servicio de Adherencia Terapéutica propiamente dicho, donde realizar diferentes intervenciones técnicas o conductuales que pueden incluir acciones como  recordatorios, apoyo psicosocial e intervenciones educacionales de cara a recordar la importancia de esta al teniente de la enfermedad y al cuidador", ha explicado la representante de la entidad colegial.

Por otro lado, las boticas ofrecen un servicio de revisión del botiquín, a fin de eliminar los medicamentos caducados o potencialmente peligrosos que no hayan sido prescritos recientemente y cuyo uso no esté justificado. En definitiva, un seguimiento farmacoterapéutico completo con la misión de alcanzar los mejores resultados en salud. “Estas labores se realizan en coordinación con el resto de agentes sanitarios, para garantizar una atención integrada e integral de los pacientes”, ha puntualizado Peiró.


Importancia de la detección precoz y los factores de riesgo


El deterioro cognitivo provocado por el alzhéimer no tiene freno en la actualidad, al no comercializarse en España fármacos que prevengan la pérdida neuronal y, por ende, la progresión de la enfermedad -solo están disponibles inhibidores de acetilcolinesterasa-. Sin embargo, una detección temprana puede retrasar en cierta medida su desarrollo. Una actuación en la que el sistema de boticas pretende ganar relevancia, ya que este sector cuenta con los conocimientos suficientes para llevar a cabo esta función. Precisamente, un artículo científico de la Universidad CEU Cardenal Herrera (Valencia) reveló que los farmacéuticos contestaban correctamente al 80 por ciento de las cuestiones relacionadas con el diagnóstico de la patología.

Sin embargo, el estudio mostró que su nivel de acierto descendía en relación a comportamientos que empeoran su sintomatología. "El avance en la investigación sobre el alzhéimer en los últimos años es un hecho innegable y cada vez se están descubriendo más estrategias preventivas de cara a minimizar los factores de riesgo modificables", ha indicado el responsable de Divulgación Científica del Cgcof, Eduardo Ramírez. El incremento de bibliografía se ha trasladado al colectivo farmacéutico, por lo que la atención sobre estos también se ha elevado.


"Cada vez se descubren más estrategias preventivas de cara a minimizar los factores de riesgo modificables"



"Somos conscientes de la importancia de la prevención de estos factores y hacemos seguimiento, por ejemplo, de pacientes que pueden presentar comorbilidades crónicas, como la hipertensión, la obesidad, el tabaquismo o la diabetes", ha citado Ramírez. Por ello, el control de parámetros clínicos como la presión arterial, la glucemia o el peso se han convertido en rutina en las boticas. También la sugerencia de medidas higiénico-dietéticas y la optimización del tratamiento farmacológico sobre estos.

El control de los factores de riesgo modificables y el diagnóstico precoz por parte de la red de oficinas de Farmacia se entrevé clave de cara al aterrizaje de lecanemab y donanemab, primeros medicamentos autorizados en Europa -todavía no comercializados en España- que actúan sobre la fisiopatología de la enfermedad. Y es que estos solo se pueden usar en las fases tempranas del alzhéimer, cuando las manifestaciones son leves.


Necesidad de formación en la profesión


La ampliación de los conocimientos se entrevé fundamental para poder avanzar hacia un mejor diagnóstico y prevención de la patología. Por ello, la entidad colegial ha llevado a cabo distintos proyectos para potenciar la instrucción de los farmacéuticos en este asunto.

Así, en 2017, presentó EnMente, una acción focalizada en el refuerzo del papel de estos sanitarios ante situaciones de demanda de información sobre los posibles indicios del alzhéimer; la identificación, prevención o monitorización de otros problemas de salud asociados; la explicación sobre ayudas a los pacientes y/o cuidadores y la adherencia al tratamiento. Un proyecto en el que participaron 2.800 farmacéuticos.

Pese a no repetirse dicha actuación, el Cgcof ha encabezado una campaña para la prevención e intervención de las patologías de tipo mental o cognitivo, además de une estudio descriptivo sobre el perfil del paciente con alzhéimer y sus cuidadores, los servicios farmacéuticos que reciben y su satisfacción con los mismos. Pasos para detener un mal que vertebrará la actuación del Sistema Nacional de Salud en los próximos años.
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