Un estudio indica que la farmacia hospitalaria se debe integrar cuanto antes en los nuevos modelos de atención a pacientes crónicos



27 feb. 2013 11:54H
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Bernardo Santos.

Redacción. Madrid
La alta prevalencia de enfermedades crónicas está cambiando ya el perfil de los pacientes ingresados en los hospitales y originando un nuevo fenómeno: el creciente número de personas que presentan múltiples patologías. En la actualidad, se estima que el 60 por ciento de los ingresos en el área de Medicina Interna corresponde a pacientes con enfermedades crónicas, y más de un 30 son pluripatológicos. “Son los pacientes que más se pueden beneficiar de una atención farmacéutica, por lo que deberían ser objetivo prioritario de la farmacia hospitalaria. Desde estos servicios se puede garantizar la continuidad asistencial y promover la utilización racional de los medicamentos en este grupo de pacientes”. Así lo afirma Bernardo Santos, miembro de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y uno de los autores del estudio ‘Modelos de atención al paciente pluripatológico y el papel de la farmacia hospitalaria’, coordinado por la Unidad de Gestión Clínica de Farmacia del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, que se ha publicado en el último número de la revista Farmacia Hospitalaria de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH).

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades crónicas constituyeron en el año 2005 la causa de más del 60 por ciento de las muertes en el mundo y llegaron a motivar el 80 por ciento de las consultas de atención primaria, el 60 de los ingresos hospitalarios y el 70 del gasto sanitario. Se prevé que en 2020 estas enfermedades se convertirán en la causa principal de discapacidad y que hacia 2030 su incidencia se duplicará en los mayores de 65 años.

“Todo ello”, asegura Santos, “nos plantea la necesidad de establecer un nuevo rumbo para los servicios de farmacia ante el cambio de modelo sanitario que es ya una realidad para los farmacéuticos de hospital. Para la farmacia hospitalaria es todo un desafío la atención a los pacientes crónicos en un modelo multiprofesional, cooperativo, integral y centrado en el paciente. En especial, cobran interés las actividades dirigidas a mejorar la adherencia, la adecuación y la continuidad de los tratamientos, con énfasis en la participación activa del paciente. Una labor siempre en colaboración con clínicos y enfermeras, tanto del hospital como de atención primaria”.

Además de analizar las características de los principales modelos de atención y enfoques propuestos para estos pacientes, este estudio subraya la conveniencia de que el farmacia hospitalaria se integre lo antes posible en estos modelos. “La sensibilización hacia el problema, la formación dirigida y la disponibilidad de recursos humanos en los centros deben apoyar el reconocimiento teórico de la labor que ya estamos haciendo en la atención a los crónicos”, comenta Santos.

Transformación en los servicios

En los últimos años los servicios de farmacia hospitalaria se han ido trasformando y han pasado de estar más enfocados a atender a un número pequeño de pacientes con una única patología, a tener que responder a las necesidades de un número elevado de pacientes, la mayoría de edad avanzada, que conviven con varias enfermedades y polimedicados. “Una de nuestras reivindicaciones históricas”, afirma Santos, “es la historia centralizada, que permitirá que todos los profesionales sanitarios conozcamos las características de un paciente al momento.

De hecho, la SEFH con este planteamiento de fondo, ha elaborado este Plan de atención farmacéutica al crónico. En definitiva, buscamos mejorar la calidad de vida de estas personas, evitando muchos de los problemas causados por un uso inadecuado de los medicamentos. El uso de las nuevas tecnologías, especialmente la historia única, los sistemas de receta y prescripción electrónicos en las consultas externas de los hospitales serán fundamentales para identificar la farmacoterapia activa de los pacientes crónicos en cada momento y como vehículo de comunicación entre profesionales”.

Explica que tradicionalmente los profesionales de la farmacia hospitalaria cuando acababan la residencia se superespecializaban en un área concreta (trasplantes, VIH, etc). “Sin embargo, para atender a los pacientes crónicos tenemos que hacer lo contrario, una labor más generalista, saber de muchas patologías y de prácticamente todos los medicamentos. Hacer una farmacoterapia general. El objetivo de la FH es dirigirse a la atención ambulatoria, hacia medicina de familia y farmacia comunitaria. No podemos trabajar exclusivamente desde el hospital, sino en coordinación con estos dos profesionales”.

En cualquier caso, el modelo de práctica profesional de la FH ha estado siempre en constante evolución y tiene una mentalidad abierta a los cambios, “y ante estas situaciones de transformación la clave del éxito para avanzar está en la buena predisposición de los profesionales a los cambios”, concluye este experto.

 

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