El gerente del Área de Salud del Hospital Universitario y Policlínico de La Fe (Valencia), José Luis Poveda, durante el 69º Congreso SEFH.
La revolución sanitaria va de la mano del desarrollo de nuevos tratamientos. En este sentido, las
terapias avanzadas suponen la principal insurrección contra la enfermedad en los últimos años. Un tipo de fármaco que puede poner punto y final a varias patologías y mejorar considerablemente la esperanza de supervivencia del paciente afectado por otras. También supondrán
un cambio radical en la profesión farmacéutica a nivel de funciones y ordenación de su rutina. Un avance hacia el futuro que ya se intuye en el presente. Sin embargo, para el progreso adecuado,
la legislación no puede quedarse rezagada en el pasado.
La
actualización del Plan de Abordaje de Terapias Avanzadas del Sistema Nacional de Salud (SNS) es básico para la obtención de garantías en lo referente a este tipo de tratamientos farmacológicos. "Transcurridos seis años de su creación es necesario darle una vuelta. Hay que generar un nuevo modelo para el entorno actual que es bastante diferente al del momento de presentación de la estrategia nacional”, ha destacado el gerente del Departamento de Salud del Hospital Universitario y Politécnico La Fe (Valencia), José Luis Poveda. Una modificación que
debe ajustar el procedimiento de implantación de estos fármacos, pero también incorporar bajo su marco a las terapias génicas, una de las variaciones del grupo de las avanzadas, junto a las celulares y las tisulares.
Su remodelación también podría incluir
la ampliación de centros con la licencia para inocular o producir estos medicamentos. En la actualidad, una treintena de hospitales en España está capacitado para su infusión. Para Poveda, aumentar el número de instituciones que manejan terapias avanzadas es positivo, dado que las acercan al paciente. No obstante, ha remarcado que "no tiene sentido que todas las comunidades autónomas tengan puntos de administración de todo tipo de terapias", ya que los expertos en enfermedades raras -principal objetivo de estos fármacos- se concentran en determinados lugares. "Al final, el propio SNS ratifica que el conocimiento se concentre en las unidades de referencia", ha explicado. El farmacéutico sí que aboga por la capacitación de más componentes de la infraestructura sanitaria para realizar el seguimiento del tratamiento o mejorar la interoperabilidad del sistema para que el departamento que empleo dicho producto tenga la posibilidad de realizar controles. Y es que la farmacovigilancia se prolonga durante cinco años.
"Hay que actualizar la estrategia nacional para el entorno actual, que es bastante diferente", ha asegurado Poveda
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Además de la modernización de la legislación española para perfeccionar el acceso a las terapias avanzadas, el gerente del Departamento de Salud del Hospital Universitario y Politécnico La Fe ha comentado que la Un
ión Europea debería hacer lo propio. "Bruselas tiene la misión de armonizar la implantación de estos medicamentos y garantizar que todos sus ciudadanos puedan valerse de ellos", ha opinado. Un proceso que parte de analizar las posibilidades tecnológicas de cada país y asegurar que tiene la posibilidad de obtener los materiales necesarios para su aplicación.
La herramienta del futuro contra la enfermedad
Las terapias avanzadas se han erigido como las grandes protagonistas del
69º Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH). Decenas de ponencias y talleres se han centrado en su funcionamiento, infusión, legislación y producción. "Este tipo de fármacos van a marcar el futuro de las áreas terapéuticas de casi todos los campos de la Medicina", ha afirmado Poveda a Redacción Médica. Razón por la que los servicios de Farmacia de los hospitales deben estar preparados, no solo para la incorporación de la tecnología necesaria, sino para
liderar todo el proceso que rodea a estos medicamentos, desde la adquisición y el control hasta la dispensación, el seguimiento y la farmacovigilancia.
Una hoja de ruta que tiene que estar encabezada por el farmacéutico. "Las terapias avanzadas son medicamentos, por lo que la ley exige que nuestra profesión esté al frente de estos tratamientos", ha puntualizado Poveda. Para ello,
la formación es clave para los integrantes de esta rama de las ciencias de la salud, tanto a nivel universitario como laboral. La adaptación de los planes de estudios de las facultades de Farmacia, la implementación de herramientas de aprendizaje sobre los mencionados fármacos o la presencialidad de residentes PIR y personal contratado -independientemente de su centro de origen- en las áreas y hospitales que ya lo emplean es diferencial, en caso de pretender una mayor celeridad a la hora de ampliar los conocimientos sobre la materia. "Se trata de desarrollar un modelo de inteligencia colaborativa que permita que este avance sea exponencial y mucho más rápido de lo que está ocurriendo", ha agregado.
"Las terapias avanzadas son medicamentos, por lo que la ley exige que estemos al frente de estos tratamientos", ha puntualizado Poveda
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Una información que llevará a las plantillas de los servicios de Farmacia a la vanguardia. Tanto a la hora de seguir el procedimiento de actuación relacionado con esta clase de terapias como en su posible formulación. En España, varios centros han recurrido a
la Cláusula de exención hospitalaria -norma europea desarrollada en el reglamento español-, que les permite producir determinados tratamientos en caso de no encontrar respuesta en la industria. Bajo el punto de vista de Poveda,
el trabajo de los laboratorios del SNS debe ser complementario al del tejido de factorías farmacéuticas, pero tiene que estar presente, como respuesta a los vacíos comerciales. "Esta función permite que más pacientes obtengan tratamiento. Ya me gustaría que en un futuro hubiera un conflicto entre hospital e industria por no parar de elaborar terapias, en búsqueda de dar solución a las más de 7.000 enfermedades raras que tenemos", ha apuntado.
Apuesta sanitaria por las terapias avanzadas
Las palabras de Poveda han resonado también en las mesas de diálogo que ha moderado. En la titulada bajo el nombre "(R)evolucionando la Farmacia Hospitalaria: el impacto transformador de la terapia génica" se ha remarcado la importancia de incluir este tipo de
terapia avanzada en el SNS, al igual que a sus compañeras de grupo. Una necesidad que
implica "el diseño de protocolos farmacoclínicos" para su utilización, según ha expuesto la responsable de estos medicamentos del Hospital Universitari Vall d'Hebrón (Barcelona), Carla Alonso.
Por su parte, la jefa del servicio de Farmacia del Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla), Sandra Flores, ha hecho un llamamiento a que la profesión asuma el liderazgo de las medidas relacionadas con estos fármacos, a través de la formación, pero también de
la obtención de puestos de dirección en la infraestructura hospitalaria. "Se tiene que colocar al farmacéutico cerca de las terapias avanzadas", ha aseverado.
En la actualidad, el 60 por ciento de las enfermedades raras se tratan con terapias génicas. En el caso del cáncer, estas alcanzan el 30 por ciento. Motivo por el que la catedrática de Farmacología de la Universidad de Santiago de Compostela, Mabel Alonso, ha indicado que hay que financiar su investigación y elaboración. "Cada euro aportado en el sistema ahorra 10 euros de costes sanitarios", ha cifrado la experta, quien también ha indicado que, pese al furor que causan estos nuevos tratamientos,
no hay que olvidar los medicamentos químicos y biológicos.
Cuidado con el brillo de la tecnología
Un camino de avances que no tiene que desviar al sanitario de su misión: atender al paciente y hacerlo de la mejor manera posible. Y es que la incorporación de más herramientas tanto a nivel terapéutico como asistencial
puede alejar al profesional de rasgos como la empatía o la cercanía. "Los utensilios facilitan nuestro trabajo, pero no tenemos que olvidar que somos cuidadores", ha comentado el farmacéutico del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid) durante la mesa Avanzando en humanización: de los orígenes a las nuevas tecnologías para un cuidado integral del paciente".
Poveda también ha concurrido al auditorio. El gerente sanitario cree que
no se debe deshumanizar la atención al paciente. Pensar en si el paciente requiere esa tecnología -especialmente en el caso de la
Inteligencia Artificial- o si es el profesional quien "está fascinado por su uso". "Tenemos que volver a hacernos la pregunta básica de por qué atendemos a los pacientes. Mucha gente dice que la tecnología es fría, pero en realidad es frío el que la utiliza", ha reflexionado. La respuesta a la cuestión de Poveda es tan importante como los tratamientos y ayudas digitales de los próximos años.
"La tecnología no es fría, lo es quien la aplica", ha sentenciado Poveda
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