La irrupción de nuevos tratamientos requiere cambios en el SNS desde una perspectiva social, según los expertos

Mesa de debate 'La gestión económica de la innovación' en el XI Encuentro Global de Farmacia Hospitalaria


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El 'tsunami' de nuevos fármacos pone a prueba la solvencia procedimental y económica del Sistema Nacional de Salud (SNS). El reto no es sencillo en tanto en cuanto parte de ciertas carencias coyunturales, pero también de un desfase entre la perspectiva de mercado y el valor social. Los expertos lo tienen claro: el futuro para por hacer modelos de evaluación y acceso más sostenibles firmando un contrato social compuesto por varias cláusulas: diálogo, refuerzo del papel del farmacéutico hospitalario en equipos de investigación e impulso de modelos dinámicos y con perspectiva humanista.

Juan Carlos Valenzuela Gámez, delegado en Castilla-La Mancha de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y excoordinador regional de Farmacia del Servicio de Salud castellanomanchego (Sescam), ha moderado la mesa dedicada a la gestión económica en la innovación terapéutica del XI Encuentro Global de Farmacia Hospitalaria, organizado por Redacción Médica

Juan Carlos Valenzuela, delegado Autonómico de Castilla-La Mancha de la SEFH y ex-Coordinador Regional de Farmacia del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.

Juan Carlos Valenzuela, delegado Autonómico de Castilla-La Mancha de la SEFH y ex-Coordinador Regional de Farmacia del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.


Durante la cita, celebrada en Toledo con la colaboración de BayerIpsen MSD, cuatro expertos han radiografiado una perspectiva clara: hay que acoger con optimismo la “explosión” de nuevos fármacos, especialmente en enfermedades como el alzhéimer, la ELA y el párkinson, pero también con cuidado: “No toda la innovación aporta valor clínico. De hecho, puede distorsionar la realidad”, ha dicho Ana Rosa Rubio, coordinadora de Farmacia del Sescam. En ese contexto, Rosa Farré, asesora de Medicamentos Especiales de la Dirección Médica del Hospital Sant Joan de Déu, ha dibujado un panorama “pesimista”: “La innovación ya no es sostenible”. 

Para ilustrarlo, ha puesto un dato significativo sobre la mesa: “Entre 2014 y 2024, el gasto de medicamentos de uso hospitalario en el SNS ha aumentado un 103 por ciento. El PIB también ha subido, pero un 50 por ciento”. En esa línea, Pablo Serrano, subdirector de Asistencia Sanitaria del Servicio de Salud de Cantabria, lo ha dejado claro: “El sistema, hoy, no es solvente”. 

Ana Rosa Rubio, coordinadora de Farmacia del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.

Ana Rosa Rubio, coordinadora de Farmacia del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.


Perspectiva social en la evaluación de la innovación


Ello no quiere decir que no existan ventanas de mejora, más allá de la apuesta por los fármacos genéricos y biosimilares, y por mecanismos de acceso temprano y centralizados. Para Rubio, “la incorporación de la innovación es un motor de progreso”, pero ha de hacerse “sin comprometer la viabilidad financiera ni la eficiencia del SNS”. Eso pasa, entre otros aspectos, por “modificar los marcos regulatorios para hacerlos más dinámicos, innovadores, financieramente robustos y vinculados a la productividad económica de la sociedad”, según Ángel Arévalo, especialista del Servicio de Farmacia del Hospital Vall d’Hebron: “Lo contrario es lo que hace insolvente la innovación”, ha apuntado.

Serrano ha agregado una variable al respecto: que la regulación, aparte de acelerarse, esté “vinculada simultáneamente con la generación de evidencia”, tanto durante el ensayo clínico como después, con “nuevos modelos de financiación ligados a los resultados de vida real” a través de “instrumentos variados” como “fórmulas para introducir la previsibilidad del gasto”. Enfocados, en definitiva, a la “productividad social”: “Tenemos que hacer que la innovación no vaya sólo dirigida al mercado, sino también a las necesidades clínicas”.

Pablo Serrano, subdirector de Asistencia Sanitaria del Servicio Cántabro de Salud.

Pablo Serrano, subdirector de Asistencia Sanitaria del Servicio de Salud de Cantabria.


Para lograrlo, Rubio ha abogado por “desarrollar infraestructuras y competencias basadas en registros clínicos interoperable y explotables, herramientas de seguimiento en tiempo real y equipos formados en economía de la salud y análisis de datos”. En resumen, diseñar sistemas de evaluación con “dinamismo, gobernanza basada en valor, financiación flexible y evaluación continua”.

En esa visión cobra un papel fundamental la transformación digital, aunque, según Serrano, herramientas como Valtermed aún ofrecen “muchas dificultades”: “Los estándares ya están en los registros clínicos electrónicos de los Gobiernos, pero no se están usando. Si Valtermed no lo hace también, no va a poder ser interoperable”.

Más protagonismo en investigación del farmacéutico clínico


En lo que a la capacitación profesional se refiere, Arévalo ha resaltado la necesidad de aumentar la especialización en investigación de los farmacéuticos clínicos y fomentar su integración en equipos investigadores creando “espacios de corresponsabilidad”.

Ángel Arévalo, farmacéutico Especialista en el Servicio de Farmacia del Hospital Vall d’Hebron (Barcelona).

Ángel Arévalo, especialista del Servicio de Farmacia del Hospital Vall d’Hebron (Barcelona).


“Hay que profesionalizar las unidades e integrar a todo el personal clínico. Los farmacéuticos hospitalarios somos garantes de trazabilidad y seguridad. Tenemos liderazgo en farmacovigilancia y en la selección y valoración farmacoeconómica. Somos bastante importantes en apoyo a los equipos de investigación. Aportamos eficiencia y solvencia”, ha apostillado Rubio, que, en ese sentido, ha pedido que se dote de más fondos a las unidades clínicas.

A pesar de las carencias, el sistema ya cuenta con “fortalezas” para abordar tales retos con garantías de éxito, de acuerdo a la coordinadora de Farmacia del Sescam: “Se han institucionalizado los centros de investigación, lo cual produce flexibilidad y posibilidad de actuar a un nivel mayor, y las áreas de investigación clínica en muchos hospitales tienen personal técnico estable”.

Para Arévalo, España cuenta con “la tecnología” para poder hacer sostenible la innovación terapéutica, pero “es urgente” actuar con “voluntad de servicio público”. Según Farré, ya existe el marco idóneo en pos de ello: la “joya” del Sistema Nacional de Salud (SNS), “basado en los principios de equidad, universalidad y financiación pública”. “Va a cumplir 40 años en 2026 en plena madurez. Podemos cambiar con diálogo, humanismo y compromiso social”, ha sentenciado. Del pesimismo inicial al optimismo final. El círculo, en la teoría, se cierra.

Rosa Farré, asesora de Medicamentos Especiales de la Dirección Médica del Hospital Sant Joan De Déu (Barcelona).

Rosa Farré, asesora de Medicamentos Especiales de la Dirección Médica del Hospital Sant Joan De Déu (Barcelona).


Aspecto de la sala durante el XI Encuentro de Farmacia Hospitalaria.

Aspecto de la sala durante el XI Encuentro de Farmacia Hospitalaria.

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