Arlet Cerezo, estudiante de Medicina y enfermera.
Es de admirar la convicción y perseverancia que ha tenido
Arlet Cerezo por convertirse en médica. Siempre lo ha tenido claro, pero, por más que insistía poniéndole empeño y ganas, no conseguía obtener la nota suficiente en Selectividad para
entrar en Medicina. Hasta ahora. Y es que esta
también enfermera ha logrado ingresar este año en la facultad tras
presentarse 10 veces a la PAU, terminar la carrera de Enfermería y sacar un diez en una FP superior. Todos estos años de experiencias y conocimientos no han sido en vano, ya que le yudarán en su labor de salvar vidas tras terminar el grado.
Aunque Cerezo siempre había tenido muy buenas notas durante Bachillerato, las primeras
PAU a las que se presentó no dieron el resultado que ella esperaba. Lejos de darse por vencida, investigó en distintos países europeos, como I
talia o Rumanía, para entrar en Medicina allí, pero los
obstáculos burocráticos impidieron, una vez más, que consiguiese su objetivo.
Siendo consciente de la dificultad de poder estudiar en otros países, probó suerte a través de otra vía: e
ntrando a Enfermería para, una vez dentro,
dar el salto a Medicina con un traspaso de expediente. Pero tampoco fue posible porque, para lograr ese cambio de carrera, debía tener, literalmente
, un diez en sus calificaciones. "Hay muy pocas plazas y demasiada demanda", ha afirmado a
Redacción Médica.
Enamorarse de la Enfermería
Por tanto, cuando ya llegó a tercero en Enfermería tras esforzarse para ir superando cada asignatura, pensó que sería una tontería abandonar en ese punto la carrera, así que la terminó. "Es verdad que la podía haber disfrutado más, pero como yo quería realmente Medicina
creo que no la disfruté como se merece", ha lamentado. Aun así, llegó cuarto, y ese pensamiento cambió. Empezó a rotar por Pediatría y
terminó enamorándose de la profesión. "Estaba muy a gusto y fue donde pensé, por primera vez, que este era mi sitio", ha reconocido.
Tras terminar el grado y empezar a trabajar en un sector que le encanta, el de los neonatos, esa idea de convertirse en médica se fue desvaneciendo. De hecho, intentó entrar en un
máster de UCI prenatal y pediátrica para formarse aun más en Enfermería, pero no fue un postgrado demandado y no hubo suficientes plazas cubiertas, así que no se pudo realizar.
Hacer una FP superior para entrar a Medicina
"Cuando me dijeron que no podría hacer el máster porque no había gente suficiente apuntada me lo tomé como una señal para volver a intentar entrar a Medicina. Así que, lo que hice fue
hacer una FP superior, mientras trabajaba, para entrar por esta vía de acceso a Medicina", ha explicado.
Y lo logró. De hecho, consiguió terminar esta formación de
Documentación Sanitaria, que dura dos años,
en tan solo uno y con una nota perfecta. "Luego me presenté a las optativas de la PAU y también logré una buena calificación, así que, pude entrar en Medicina", ha recordado.
El momento de conseguir, por fin, cumplir su sueño, es difícil de describir. Según ha explicado Cerezo, recuerda una
felicidad y una emoción enormes. "Después de estar siete u ocho años intentándolo las emociones son indescriptibles.
Volví a sentir que esto es realmente lo que siempre he querido y estoy con otra motivación, viviendo el proceso de forma diferente”, ha indicado.
Ahora se encuentra en primero de Medicina y compagina los estudios con su trabajo como Enfermera. Eso sí, ha pedido una reducción de jornada para ejercer solo los fines de semana y asegurar, así, que aprueba todas las asignaturas en su proceso de convertirse en médica. "A toda esa gente que está en mi situación le quiero decir que se puede, y que si es lo que realmente quieren,
tienen que ir a por ello", ha concluido.
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