Este nuevo documento, editado por el CGE, da orientaciones y recomendaciones prácticas para apoyar su actividad diaria

Una guía enfermera garantiza una mejor actuación en la fibrosis pulmonar
Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.


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La fibrosis pulmonar es una enfermedad que causa cicatrización y engrosamiento del tejido profundo de los pulmones, dificultando la respiración. Su causa es desconocida y su identificación es crucial para el diagnóstico y el manejo individualizado. Para conseguir un buen abordaje de la fibrosis pulmonar que favorezca un diagnóstico precoz y aumentar la capacidad de actuación de las enfermeras, el Consejo General de Enfermería (CGE) -a través de su Instituto de Investigación- ha publicado la Guía de Recomendaciones Prácticas en Enfermería en Fibrosis Pulmonar elaborada por profesionales sanitarios expertos en este ámbito.

“Dadas las características de esta patología, su diagnóstico precoz es esencial para mejorar el pronóstico. Por ello, es importante que las enfermeras cuenten con recursos suficientes que permitan la identificación de síntomas y su valoración específica de cara a iniciar una evaluación clínica dirigida desde una perspectiva interdisciplinar”, asegura Florentino Pérez Raya, presidente del CGE. “Esta guía constituye una herramienta de consulta clave basada en la evidencia y adaptada a las necesidades reales de los pacientes y sus familias, reconociendo y fortaleciendo el rol esencial de las enfermeras en cada etapa del proceso asistencial”, añade. La nueva guía proporciona información estructurada y accesible sobre detección temprana, educación sanitaria, seguimiento clínico, manejo de síntomas, apoyo emocional, preguntas frecuentes y rol de la enfermera y su coordinación en equipos multidisciplinares.

Impacto en la vida del paciente y su familia


La fibrosis pulmonar se engloba dentro de las enfermedades pulmonares intersticiales difusas (EPID). Estas representan un conjunto amplio y heterogéneo de patologías que tienen síntomas como la dificultad para respirar (disnea) y tos seca persistente, y pueden conducir a un deterioro progresivo de la función respiratoria. En Europa, se estima una incidencia media de entre 20 y 43 nuevos casos por cada 100.000 personas al año, mientras que en España se sitúa entre 3 y 7 nuevos casos por cada 100.000 habitantes.

Las EPID están asociadas a varios problemas reales y potenciales, cuyo abordaje requiere continuidad asistencial y una mirada integral del proceso de salud. En este contexto es donde las enfermeras tienen un papel principal, especialmente la enfermera gestora de casos “que es quien garantiza ese acompañamiento, coordina a los distintos especialistas, anticipa complicaciones y ofrece educación y apoyo emocional a las personas afectadas”, comenta Mireia Baiges, enfermera gestora de casos de neumología del Hospital General de Granollers (Barcelona) y una de las autoras de la guía.

“La fibrosis pulmonar impacta no sólo en la respiración, sino en la vida cotidiana, en la autonomía y en el bienestar emocional de las personas que la padecen. Desde enfermería acompañamos al paciente en cada etapa, resolviendo dudas, detectando síntomas de alarma y facilitando que mantenga la mejor calidad de vida posible. Esta guía reconoce y refuerza ese rol, proporcionando recursos concretos que facilitan una atención más proactiva, más eficiente y más centrada en la persona, contribuyendo a una atención más segura, humana y coordinada”, asegura Baiges.

Sin duda, una herramienta que pretende ser un recurso práctico y realista que ayude a las enfermeras a afrontar ese acompañamiento con rigor, empatía y seguridad, ofreciendo respuestas claras a las necesidades que los pacientes y sus familias manifiestan día a día.
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