El presidente del CGE, Florentino Pérez Raya.
Las críticas a la
prescripción enfermera se han convertido en rutinarias. Los representantes del estamento médico acostumbran a pronunciarse en contra de esta competencia, que se verá reforzada en caso de mantenerse el texto original del borrador de la Ley de los Medicamentos y los Productos Sanitarios. Por norma general, las entidades facultativas afirman que las tituladas en Enfermería no están preparadas para llevar a cabo esta función, por lo que las decisiones que toman en torno a los fármacos
pueden suponer "un riesgo" para el paciente. Una serie de comentarios ante los que el
Consejo General de Enfermería (CGE) no ha permanecido en silencio. Es más, ha amenazado en distintas ocasiones con
trasladar estas palabras al ámbito judicial. Sin embargo, no siempre es posible.
Fuentes del organismo colegial han reiterado a
Redacción Médica que emprenderían acciones legales contra "todo aquel que dijese que la prescripción enfermera
era un peligro para la salud de la población". Y es que este tipo de declaraciones se pueden definir como injurias contra este colectivo, ya que atenta contra su reputación ante la sociedad.
Hay que recordar que las
injurias están tipificadas dentro del articulado del Código Penal. Y es que este delito puede conllevar multas de tres a siete meses en su tipo básico, pero si los hechos se cometen con publicidad, la situación se agrava y la sanción se puede estirar hasta 14 meses. La penalización puede llegar a los dos años si se realizan a cambio de recompensa.
"Se denunciará a todo aquel que diga que la prescripción enfermera es un peligro para la salud de la población"
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Eso sí, no todos los comentarios vertidos por las organizaciones médicas se pueden calificar como injurias. Y es que algunas de las afirmaciones del gremio médico
pueden proceder de la mala interpretación de la legislación existente. "Las inexactitudes o interpretaciones torticeras no son algo punible", han destacado las mismas fuentes. Estas no forman parte del Código Penal, aunque existe una puntualización: si derivan en delitos serán juzgadas.
Últimas declaraciones médicas
Esta diferencia hace que
las últimas afirmaciones del presidente de la Conferencia Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Miguel Lázaro, o el Foro de la Profesión Médica no sean trasladadas a los tribunales por el CGE. Y es que
en ningún caso de los mencionados se considera que se sobrepase la mala interpretación del articulado legal.
En el caso del número uno del sindicato, este tildaba de acto "ilegal" a la prescripción enfermera. Desde el organismo colegial enfermero respondían que dicha actuación
está permitida a través del Real Decreto Legislativo 1/2015, de 24 de julio, para el uso, indicación y dispensación de medicamentos y productos sanitarios no sujetos a receta médica y del
Real Decreto 1302/2018, de 22 de octubre, para aquellos que dependen de autorización facultativo, siempre que cuenten con una de las guías que abale la competencia de las profesionales sobre dichos fármacos.
"Las inexactitudes no son punibles"
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Por su parte, el Foro de la Profesión Médica indicó que "diagnóstico y tratamiento son competencias médicas y no enfermeras" tras una entrevista de la presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Murcia, Amelia Corominas. El CGE advirtió que D
irectiva 2013/55/UE del Parlamento y del Consejo de 20 de noviembre de 2013 sí que las otorga en el ámbito de los cuidados. Asimismo, contestó a un comentario en el que se señalaba que las enfermeras no contaban con la formación suficiente para esta competencia, pese a que la organización facultativa aprobaba que podólogos y odontólogos pudiesen realizarla, pese a no alcanzar los seis años del grado en Medicina, para ellos, tiempo necesario para adquirir esta competencia.
Las personas señaladas jamás consideraron de forma directa que la utilización directa de fármacos por parte de las enfermeras supusiese un peligro para la población.
No sucedería lo mismo en otras situaciones, lo que marcaría el inicio de acciones legales. Tampoco en supuestos en los que determinados representantes de la profesión
intervinieron en el proceso de aprobación de las guías de indicación.
Defensa a ultranza de la prescripción
La alianza de colegios enfermeros ha especificado que el desarrollo de la competencia prescriptora es una de las líneas estratégicas de su programa de actuaciones durante los próximos años. No solo por incrementar la autonomía de las profesionales, sino también por
beneficiar al propio SNS, al optimizarse los recursos y reducir la sobrecarga de trabajo existente en la mayoría de servicios.
Desde el CGE repiten que las enfermeras
cuentan con la formación suficiente para prescribir fármacos focalizados en el ámbito de los cuidados. En este sentido, se apunta a las materias de contenido farmacológico existentes en el grado, obligatorias para el conjunto de las estudiantes.
Motivo por el que agradecen que el Ministerio de Sanidad haya decidido apostar por la inclusión de la competencia en
la actualización de la Ley del Medicamento y Productos Sanitarios. Una forma de fijar dicha función en el currículo de todas las profesionales y
evitar el uso de las guías de indicación, de las que dependen para el trabajo con fármacos. Unos documentos publicados por el departamento gubernamental encabezado por Mónica García y que limita el empleo de preparados a un listado. Asimismo,
las comunidades autónomas son las encargadas de implantarlas, proceso que
avanza con lentitud en buena parte de España.
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