El 88% presenta dificultad para concentrarse, el 92% insomnio y el 57% problemas sexuales, según Satse

El 80% de las enfermeras tiene problemas de memoria tras el Covid
Manuel Cascos


31 may. 2021 12:20H
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Ocho de cada diez enfermeras asegura tener menos capacidad de memoria tras haber pasado el Covid-19. Es solo una de las principales secuelas cognitivas referidas por las profesionales sanitarias en esta pandemia tras hacer frente al virus en primera línea. 

Según la encuesta realizada por el Sindicato de Enfermería (Satse), el 74 por ciento del personal de Enfermería tiene problemas para tomar decisiones y el 88 por ciento dificultad para concentrarse una vez recuperados de la enfermedad. Un porcentaje similar, el 77 por ciento, también nota lentitud de pensamiento

Otra de las secuelas más extendidas es la tensión muscular, padecida por el 97 por ciento de las profesionales. A ello se suman alteraciones del apetito, comunes en el 83 por ciento de los encuestados e insomnio, cuya incidencia ha aumentado en seis puntos en los últimos años, principalmente a raíz de la pandemia. Si en 2012 eran ocho de cada diez las enfermeras que mostraban trastornos del sueño, ahora son un 92 por ciento las que lo sufren.

Los problemas sexuales entre las enfermeras aumentan 14 puntos 


Lo mismo ocurre con los problemas sexuales, presentes en un 43 por ciento del colectivo hace una década y que han pasado a ser un problema común en más de la mitad de los profesionales, concretamente en el 57 por ciento.

El Covid-19 también ha sido una fuente de estrés constante en el mundo enfermero, tal y como refleja el estudio llevado a cabo por el sindicato. Para el 82 por ciento, la preocupación es tan excesiva que tienen la sensación de no poder controlar sus pensamientos y al 90 por ciento la situación laboral actual les supera.

El 88 por ciento consultados afirman sentirse estresados, cuatro puntos más que en 2012 mientras que un 69 por ciento reconoce estar quemado en su puesto de trabajo, un síndrome que ha crecido 7 puntos en la última década. El nerviosismo, temor, angustia y ansiedad también están presentes en prácticamente la totalidad de las experiencias enfermeras postcovid. 

Empeoramiento generalizado en la última década


Al margen de la pandemia, la incidencia de problemas de salud físicos y psicológicos entre las enfermeras y enfermeros, como el estrés, el síndrome del 'burnout' o las alteraciones del sueño han aumentado en los últimos 10 años debido a un progresivo empeoramiento de sus condiciones laborales, revirtiendo en su salud e integridad física y psicológica.

La principal conclusión, según este sindicato, es que "los sucesivos recortes en derechos laborales y prestaciones han pasado una clara factura a estos profesionales que ven como con menos plantillas y medios han tenido que hacer frente, incluso, a una crisis sanitaria sin precedentes en nuestra historia reciente". 

En vez de mejorar, la situación de las enfermeras ha empeorado de forma generalizada, denuncia Satse tras analizar los datos de sus encuestas, con porcentajes que, en muchos casos, superan el 80 y 90 por ciento. Por ello, desde el sindicato reclaman a todas las administraciones competentes que realmente "cuiden a los profesionales sanitarios" que cuidan al conjunto de la ciudadanía, propiciando unas condiciones y entornos laborales adecuados que, "en lugar de precarizar su situación, se adapten a sus necesidades para poder así ofrecer la mejor atención y cuidados". 
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