Un estudio del sindicato francés CFDT vincula el cáncer de mama en sanidad a las guardias nocturnas.
La Federación Europea de Sindicatos de Servicios Públicos (
EPSU, por sus siglas en inglés) volvió a poner el foco recientemente en la influencia de los turnos nocturnos de trabajo en el desarrollo de
cáncer de mama entre las profesionales de la sanidad. Durante el primer encuentro de su
grupo de expertos en seguridad y salud en el trabajo celebrado la semana pasada en Bruselas, la
Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) presentó un informe en el que se apuntaba a “la perturbación del ritmo circadiano” como principal riesgo del cáncer de mama ligado al trabajo. Frente a ello, se puso sobre la mesa la necesidad de reducir los turnos nocturnos y elaborar los planes de prevención de riesgos laborales desde una perspectiva de género.
Según datos del
Sistema Europeo de Información sobre el Cáncer citados en el informe del sindicato francés, durante 2020 se registraron en la Unión Europea 355.457 nuevos casos de
cáncer de mama y se produjeron 91.826 muertes a causa de dicha enfermedad. Una de las principales conclusiones del estudio es que las causas del cáncer de mama son “multifactoriales”: “El problema es distinguir entre los factores profesionales y los extraprofesionales, de los que rara vez se habla”.
El origen del cáncer de mama es multifactorial
De acuerdo al
Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (CIRC) son dos los principales
factores de riesgo profesional asociados al cáncer de mama: la exposición a radiaciones ionizantes y sustancias tóxicas, por un lado, y el hecho de trabajar de forma continua en turnos de noche, por otro. “La melatonina es una hormona producida por la noche y desempeña un papel protector contra ciertos cánceres. Al trabajar de noche, el ciclo natural de producción se ve perturbado”, se destaca desde CFDT a raíz de un informe de expertos finlandeses.
En ese sentido, son tres los sectores profesionales más afectados: la seguridad, el transporte y la sanidad. “El
sector hospitalario está en primera línea de riesgo, con profesionales con horarios nocturnos frecuentes. Las trabajadoras acumulan, además, los riesgos de exposiciones a las radiaciones ionizantes y el riesgo del trabajo nocturno. Esta poliexposición es una sinergia de factores que aumenta el riesgo de desarrollo de cáncer de mama”, resume el sindicato.
Por ello, “el reconocimiento de cáncer de mama causado por turnos nocturnos como
enfermedad profesional se ha convertido en una prioridad del programa de trabajo de la EPSU en materia de salud y seguridad en el trabajo”. Al respecto se propone, por un lado, reducir el trabajo nocturno “a las necesidades esenciales”, con horarios más cortos y limitación de los turnos de noche consecutivos; y, por otro, incluir en los planes de evaluación de riesgos laborales un enfoque de género con un “seguimiento médico individual reforzado” en los profesionales sanitarios que acumulen guardias nocturnas.
En esa línea, se recuerda que
Dinamarca se convirtió, en 2008, en el primer país que reconoce el cáncer de mama causado por el trabajo nocturno como enfermedad profesional. Fruto de ello, reguló un plus salarial para profesionales, como enfermeras y azafatas de vuelo, que suelen desempeñar su labor durante la noche.
Tope de 17 horas de guardia en el Estatuto Marco
En España, el
Ministerio de Sanidad plantea en su borrador de reforma del
Estatuto Marco limitar las guardias a 17 horas como máximo, incluso cuando se junten la jornada ordinaria y la propia guardia el mismo día. Sí que deja abierta la puerta a que se hagan guardias de 24 horas en fines de semana, aunque de forma excepcional y siempre con el consentimiento de los propios profesionales.
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