Los dermatólogos recomiendan el trasplante capilar cuando el método médico no soluciona la patología del paciente

Los inhibidores JAK, tratamiento líder contra la alopecia areata
La alopecia areata es un trastorno autoinmune en el que el cuerpo ataca a sus propios folículos pilosos.


20 oct. 2022 18:00H
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El auge del trasplante capilar para eliminar o mejorar la calvicie sigue en alza en una sociedad cada vez más preocupada por la imagen, y aunque los trasplantes de pelo se llevan realizando en España más de 30 años, la tecnología, el conocimiento y el resultado estético han mejorado notablemente en los últimos tiempos.

La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) recuerda que el trasplante capilar es una cirugía que busca mejorar la densidad capilar cuando esta se ha perdido. Se trata de reubicar los cabellos del paciente, extrayendo injertos de la zona donante (habitualmente, la parte posterior y lateral de la cabeza) para posteriormente colocarlos en las zonas donde hacen falta (en general, la parte frontal y superior de la cabeza). Por lo que respecta a la alopecia areata, la familia de fármacos antiJAK o inhibidores de la vía JAK se convierten en primer tratamiento sistémico para pacientes adultos.

“El paciente ideal para trasplante es aquel con alopecia androgénica no demasiado avanzada y una buena zona donante”, afirma Marta Rubio, coordinadora de la Reunión Nacional del Grupo Español de Tricología y Onicología de AEDV. “Sabemos que el pelo trasplantado no se caerá porque conserva las características de la zona de la que se extrae, pero es necesario mantener el tratamiento médico para no seguir perdiendo el resto del pelo”.

Este tipo de alopecia es la más frecuente, presentándose en hasta en un 50 por ciento de los hombres de 50 años y en un 5-10 por ciento de las mujeres. Los factores responsables son hereditarios, pero también provienen de una acción androgénica sobre los folículos pilosos. No obstante, el trasplante capilar está recomendado cuando el tratamiento médico (oral, tópico e inyectado) no ha sido suficiente para solucionar la alopecia del paciente.

El nacimiento de pelo, distinto entre hombres y mujeres


En este contexto, las novedades en este campo abarcan dispositivos que permiten la extracción de injertos en la cirugía tipo FUE. Según la especialista, “estos aparatos minimizan la transección incluso en los cabellos más difíciles, como pueden ser los que son muy rizados o la extracción de cabello largo, sin necesidad de rasurar.”

En cuanto a las diferencias entre hombres y mujeres, la dermatóloga asegura que “la línea de nacimiento de pelo en las mujeres es más redondeada y puede ser más baja”, mientras que “en los hombres es natural el ángulo frontemporal, manteniendo una pequeña entrada”, de manera que el diseño de la cirugía “varía en función del sexo del paciente”.

Sergio Vañó, coordinador del Grupo de Tricología y Onicología de la AEDV, afirma que “como novedades terapéuticas en alopecia androgénica, ya se está utilizando con buenos resultados el fármaco antiandrógeno bicalutamida vía oral en mujeres con alopecia androgénica y signos de hiperandrogenismo. En cambio, para varones con alopecia androgénica acaba de comercializarse asimismo finasterida tópica”.

Respecto a la alopecia areata, Vañó destaca la llegada de la familia de fármacos antiJAK o inhibidores de la vía JAK (baricitinib, deuruxolitinib, ritlecitinib, etc) que, tal y como detalla, “suponen un hito en el tratamiento de esta enfermedad y van a permitir que dispongamos de nuevas herramientas efectivas y con un buen perfil de seguridad”.
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