Un estudio repasa las características que se utilizan en el cine para contrastar el bien y el mal en héroes y villanos

Hollywood utiliza las enfermedades dermatológicas para señalar la maldad
Regan McNeil, la niña de El Exorcista, y Darth Vader, de La Guerra de las Galaxias.


11 abr. 2017 14:50H
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POR REDACCIÓN
Un equipo de investigadores de Estados Unidos ha determinado las características dermatológicas que se utilizan en las películas para contrastar el bien y el mal en héroes y villanos. Alopecia, hiperpigmentación periorbital –bolsas y ojeras oscurecidas bajo los ojos–, arrugas y acné marcado, cicatrices y verrugas faciales o color anormal de la piel son las particularidades físicas más presentes entre los malos de las películas.

“Los villanos del cine clásico muestran una incidencia más alta de problemas dermatológicos que los héroes”, aseguran los autores del trabajo publicado en JAMA Dermatology, tras analizar la caracterización de los diez mejores héroes y villanos de la lista de los 100 Mejores Héroes y Villanos del Instituto de Cine Americano (AFI).

Concretamente seis de los diez principales villanos sufrían alguna de estas características dermatológicas, y en algunos casos coincidían varias en la misma cara. Las cicatrices, por ejemplo, son un recurso común para mostrar un pasado oscuro o turbulento de los malos, como en el caso de Darth Vader y las profundas heridas de su rostro en La Guerra de las Galaxias: El imperio contrataca, o el rostro torturado de la posesión que sufría Regan McNeil, la niña endominada de El exorcista.

También destacan las verrugas de la Bruja Mala del Oeste de El mago de Oz, la alopecia de Mr. Potter en ¡Qué bello es vivir! y de Hannibal Lecter en El silencio de los corderos, o la rinofima –deformación de la nariz– de la reina mala de Blancanieves y los siete enanitos.

Solo dos héroes con pequeñas cicatrices

Mientras que estos seis villanos tenían trastornos dermatológicos en su cara, solamente dos héroes de película presentaban alguna característica de este tipo: Harrison Ford como Indiana Jones en En busca del arca perdida y Humphrey Bogart como Rick Blaine en Casablanca tenían cicatrices faciales. Sin embargo, los autores observan que estas suelen ser más sutiles y más cortas en los héroes que las de los villanos.

"Los resultados de este estudio demuestran la tendencia de Hollywood a describir la enfermedad de la piel en un contexto maligno, cuyas implicaciones se extienden más allá de la ficción", dicen los autores, que señalan que esta caracterización del mal a través de la representación visual puede fomentar un prejuicio de la sociedad hacia las personas con enfermedades en la piel.
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