Varios sanitarios relatan a Redacción Médica el acoso laboral al que se encuentran sometidos en su día a día

"Cuando denuncias acoso laboral en el hospital, tú pasas a ser el problema"


1 abr. 2022 13:00H
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POR TANIA CALAHORRA
El acoso laboral también se extiende en los hospitales y centros sanitarios, donde numerosos profesionales sufren daños psicológicos derivados de un ambiente tóxico propiciado por sus jefes o compañeros de trabajo en sus puestos. Una dura situación en la que, en la mayoría de las ocasiones, se ven abocados a tomar medidas drásticas como abandonar el servicio, el centro de trabajo y hasta su profesión para poner fin al acoso. "Es muy injusto", confiesa a Redacción Médica una de las víctimas de este tipo de situación.

Los centros médicos poseen protocolos propios y planes específicos basados en la comunicación y la prevención, con vistas a mejorar el clima laboral. Los departamentos de Recursos Humanos describen la mediación y la intervención como claves para solucionar un caso de acoso laboral, un plan bien plasmado sobre el papel que en la práctica no resulta tan efectivo ni protector.

Varias víctimas de acoso laboral, mujeres y hombres de diferente edad y con diferente especialización médica que piden mantener su anonimato para que sus declaraciones a este periódico no interfieran en el proceso legal que mantienen abierto, relatan a Redacción Médica su experiencia tras sufrir un trato considerado de acoso por parte de jefes y compañeros de trabajo en hospitales y centros de salud. Algunos han denunciado la situación, otros confiesan que no han sido capaces de hablar de su experiencia. "Mis compañeras abusaban de poder, gritaban e intentaban desanimarme y los compañeros miraban a otro lado. No denuncié ni lo dije a los supervisores. Era consciente en el momento, pero me quedaba bloqueada y no supe gestionarlo", confiesa una TCAE a este periódico afirmando que la situación acabó con alejarla de un puesto de trabajo al que renunció.

Protocolos de acoso laboral que no se activan


El acoso laboral no entiende de sexo ni edad. Ante la comunicación de una supuesta situación de acoso laboral, RRHH debe comprobar los hechos y, en caso de confirmar una situación no deseada o no permitida por la organización, deberá tomar acciones disciplinarias para depurar responsabilidades al respecto. Sin embargo, los sanitarios que han hablado con Redacción Médica afirman que pese haber denunciado la situación "activando el protocolo ante situaciones de acoso laboral en noviembre de 2020 y depositando decenas de escritos a la administración" no se ha obtenido "respuesta alguna" en todo este tiempo.

Un facultativo asegura que en ningún momento se tomaron represalias contra el denunciado porque "la administración no ve forma de sancionar a esta persona y lo que ha hecho es vaciar el servicio, de manera que yo me vaya del mismo, como hicieron mis antiguos compañeros. Por otro lado, al no haber suficiente patología, esto obliga a cerrar la residencia de cirugía pediátrica que, por cierto, nuestras residentes también lo denunciaron. Conclusión, todos fuera menos el denunciado".


La administración apoya la idea de que todos nos vayamos menos el jefe, así deja de existir el 'problema de acoso'



Tras la denuncia, afirma a este periódico que por parte del hospital —y aún existiendo "un total de nueve denuncias de acoso laboral sobre la misma persona"— no se intentó resolver el problema. "Apoyan la idea de que todos nos vayamos: si se van todos, menos el jefe, ya 'deja de existir el problema de acoso'". Lamenta que "los denunciantes sean los que se vayan para solucionar el problema" y asegura que es algo que nunca había visto en ningún hospital en el que haya trabajado con anterioridad a lo largo de los cinco países donde ha ejercido la medicina.

"Me humillaba delante de pacientes"


Una residente explica a Redacción Médica cómo fue, en su caso, el acoso sufrido. "Me chantajeó, amenazó, se me menospreciaba y humillaba incluso delante de pacientes y otros compañeros". Afirma que al principio no era consciente de lo que sucedía hasta que "llega un momento en el que sabes qué es lo correcto y entiendes que para nada es normal ni sano lo que te está pasando".

A pesar de denunciar el acoso laboral y por razón de sexo que estaba sufriendo por parte de su jefe a finales de 2020, a día de hoy la persona denunciada "sigue siendo mi jefe de servicio". Exponer lo sucedido no solo no solucionó el problema, sino que agravó la situación. "Dos años después, el hospital no ha hecho nada al respecto, han ignorado todos los documentos que he depositado. Además, se produjo un acoso y derribo hacia mi persona por parte de la institución médica, instándome hasta a abandonar mi centro de trabajo".


Te conviertes en el problema el día que denuncias el acoso. Pasas de ser una trabajadora más a ser 'la problemática'



"Me reuní con directivos médicos del hospital que han llegado a decirme: 'yo que tu me iba antes de que me echen', 'te devolveremos las guardias el día que te portes bien' o 'yo mis lentejas no me las voy a jugar por vosotros'. Te conviertes en el problema el día en que denuncias. Pasas de ser una trabajadora más a 'la problemática' y la que 'está todo el día con escrititos'. En las últimas conversaciones mantenidas me han transmitido que 'si sigo por esta vía, no voy a conseguir trabajo en esta institución en el futuro'. En definitiva, han pisoteado y vapuleado derechos fundamentales como trabajador y como persona", confiesa con dureza.

"Nos han tomado como problemáticas, folloneras o chismosas por las múltiples denuncias y demandas de explicaciones que venimos haciendo durante años. Como dije anteriormente, pasas de ser víctima a victimario. Las amenazas, el miedo infundido y la opresión también viene de directivos cuando te sugieren que 'pares porque si no no te darán trabajo' o 'mejor vete antes de que te eche', además de ahogarte económicamente cuando te prohíben hacer guardias porque según ellos no te las has ganado, cuando es un derecho de todos los trabajadores".

A día de hoy continúa en su puesto de trabajo, pese a los intentos por disuadirla. "A pesar de quienes toman las decisiones, este es un servicio y un hospital por el que merece la pena luchar. Quiero quedarme, y si me echan, el día de mañana volveré a tocar las puertas de este hospital", confiesa.

La innación de los gestores ante el acoso laboral


Otra residente señala también a la directiva de su centro de trabajo por "no hacer nada en un año" después de denunciar los hechos y que "una comisión de investigación determinara que "hay hechos constitutivos de acoso laboral por razón de género". "La inacción total de los gestores que debían velar por nuestra integridad psicológica y moral ante una situación de acoso laboral, nos han puesto mas palos en las ruedas que nadie actuando como facilitadores del acoso", afirma a Redacción Médica.


Atribuía las actitudes de mi jefe hacia mí como una represalia dentro de la normalidad por 'hacerlo todo mal'



Y describe así la dura situación vivida: "Por mi condición de residente, recién llegada al servicio, inicialmente atribuía las actitudes de mi jefe hacia mí como una represalia dentro de la normalidad por 'hacerlo todo mal'. Más tarde, una adjunta que fue residente allí también me contó que con ella hacía lo mismo mientras fue su tutor, pero que el Jefe de Servicio la protegió. Cuando llegué, ese Jefe de Servicio se había jubilado, y él pasó de ser tutor a jefe. Aunque él mismo me contaba como 'había tratado de 'cargársela'' y se lamentaba de no haber podido hacerlo por la protección que tenía, tardaron en sonar las alarmas y también tardé en identificarme con su situación".

Una vez que se interpuso la denuncia, comenzó la presión por parte de la dirección del hospital. "Nos han dejado sin guardias, nos han presionado de todas las formas posibles para renunciar y, en vistas a nuestra negativa, se han iniciado los trámites para reubicarnos en contra de nuestra voluntad. En mi caso, en el momento en que me reincorporaría de mi permiso de maternidad".

Asegura a este periódico que ha encontrado el apoyo en sus compañeros de trabajo y que "la opinión general entre los trabajadores es que nuestro jefe en efecto, humilla a todo aquel que en su opinión, está en un escalafón inferior, siendo muy frecuente esta actitud contra la Enfermería femenina (inmensa mayoría de la plantilla) y con mujeres de otros servicios clínicos".

No contempla cambiar de trabajo para poner fin al acoso porque "dejar la residencia no es una opción para nosotras, aunque viendo como han evolucionado las cosas he intentado formarme también en otros sectores". Ella, como muchos otros empleados del sector, deberá aguantar la situación mientras pueda. "El acoso laboral es una muy frecuente lacra que, en mi opinión, en la mayoría de casos cuenta con los directivos como facilitadores".
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