Una radiografía de tórax hubiera bastado para descartarlo ante los primeros signos y síntomas



3 sept. 2013 13:11H
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Redacción. Santiago
El Servicio Gallego de Salud (Sergas) ha sido condenado por la muerte de un paciente de cáncer pulmonar, que había sido diagnosticado de una patología psiquiátrica.

El hombre padecía un cáncer de pulmón en avanzado estado, con metástasis cerebrales, que perdió la "oportunidad terapéutica" al haber sido diagnosticado con retraso. La médico de cabecera del fallecido derivó el paciente al especialista en psiquiatría, con una anotación en el volante de "cónyuge manipulador", por la reclamación de la esposa por el empeoramiento progresivo de su marido, dado el grave deterioro de sus facultades cognitivas.

Agrega que "durante bastante tiempo" la médico prescribió únicamente "medicación para la tos persistente" y, ante las quejas de la esposa, le dio un volante para psiquiatría. La mujer, en lugar de seguir estas instrucciones, llevó a su marido al servicio de urgencias, donde se diagnosticó "adenocarcinoma pulmonar. Estadio IV. T2. Nx. M1, con metástasis cerebral", por lo que fue remitido al Centro Oncológico de Galicia, donde sólo pudo recibir tratamiento paliativo.

La sentencia explica que hubo "un caso claro de déficit asistencial y, como señala el perito judicial, una radiografía de tórax hubiera bastado para descartarlo ante los primeros signos y síntomas, más aún, ante un exfumador de 30 años de consumo de tabaco y una tos persistente que no cedía al tratamiento habitual".

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