María Rodríguez de Alba y José Antonio Allende.
Los
Cursos de Verano de Promede, organizados en colaboración con la Universidad Camilo José Cela, la Asociación Española de Derecho Sanitario (AEDS), la plataforma Redes y Perivet han servido en su tercera edición para poner el foco en el
análisis interdisciplinar entre Medicina, Derecho y Veterinaria, abordando temas de especial relevancia para los profesionales de la pericia, así como en la necesidad de fortalecer las principales carencias que afronta el sector.
"Más que carencias, hablamos de falta de formación", asegura
María Rodríguez de Alba, directora médica del Departamento de Responsabilidad Sanitaria de
Promede, al ser preguntada por la principal debilidad formativa de los peritos médicos en España. "Son licenciados en Medicina y habitualmente son especialistas que están en activo, con lo cual la formación que tienen es la de médico, pero no tienen ninguna formación específica, por ejemplo, en temas jurídicos o en estudio del nexo causal o de causalidad, que es uno de los pilares del informe pericial", explica.
Rodríguez, en una entrevista con
Redacción Médica, destaca, que "aunque la ley permite a cualquier médico trabajar como perito, la realidad es que ese profesional de la Medicina
desconoce la materia jurídica y la estructura del informe pericial, cómo hacer un estudio de causalidad o cómo aplicar un baremo específico que existe para hacer una valoración del daño corporal". En definitiva, "existen una serie de habilidades y de conocimientos que hay que adquirir para poder desarrollar el empeño de perito de manera correcta", resume.
Desde su experiencia en Promede, insiste en que
lo primero es ser especialista en la materia: "La ley te habilita para ser perito simplemente con ser licenciado, pero nosotros entendemos que el hecho de que seas especialista en la materia sobre la que se va a peritar es fundamental. La segunda competencia imprescindible es "
tener las habilidades y los conocimientos específicos en la materia pericial" y, finalmente,
la experiencia. "Muchas de las cosas se adquieren a base de hacer informes, de explorar pacientes, un poco el día a día", afirma.
Sobre la
formación específica, Rodríguez subraya que más allá del máster que ofrece Promede, que forma a los profesionales en la parte práctica, jurídica y en valoración del daño corporal, "no existen muchas más formaciones específicas". No obstante, realizan "
formación continuada y reciclajes anuales", porque, según destaca, "el perito que está formado y conoce estas habilidades siempre va a prevalecer su criterio sobre aquel que no tiene esos requisitos".
Al valorar la oferta formativa de estos cursos y si estas formaciones preparan para las exigencias de los procedimientos judiciales, admite que "las formaciones que hay, que son pocas, sí ayudan a convertir a un médico en un buen perito, porque necesita unas habilidades complementarias". Ahora bien, puntualiza que
hay aspectos que "solo la experiencia práctica te los da", como "el acto de la ratificación, cómo desenvolverse durante una ratificación en un juzgado, mantener un careo con otro perito o contestar bien a las cuestiones durante el interrogatorio". "Son cosas que son difícilmente instruibles en un aula y que realmente se adquieren en el día a día", concluye.
Para Rodríguez, las buenas prácticas en la formación pasan por
equilibrar teoría y práctica: "Ponemos especial énfasis en que los profesionales, desde el principio, empiecen a elaborar informes periciales supervisados y corregidos por los tutores, hagan informes de valoración del daño corporal, tengamos varias clases con role-playing en las que cada persona tiene un rol: uno hace de juez, otro de letrado del paciente, otro de letrado de la compañía…". Añade que todo lo que "se asimile un poco a la realidad del día a día, que va a ser la del perito, es en lo que ponemos más énfasis". A modo de resumen, cita una frase escuchada en el curso: "
El perito es el puente de conexión entre la Medicina y el Derecho, traduce lo médico y se lo explica a lo jurídico. Tiene que tener unas habilidades docentes y trasladar esa información de una forma técnica pero no demasiado científica para que todos la entiendan".
El papel clave del perito veterinario
El director veterinario de Perivet y perito judicial veterinario,
José Antonio Allende, subraya la novedad de incluir a los peritos veterinarios por primera vez en estos cursos. "Formamos parte del Grupo Promede desde mayo de este año y es la primera vez que tenemos la oportunidad de demostrar a todo el ámbito profesional veterinario la existencia de esta posibilidad laboral", explica.
Allende insiste en que este curso ha servido para dar a conocer "la existencia de esta posibilidad laboral,
el inicio de una actividad profesional veterinaria en el ámbito de la peritación". Detalla que, desde su sector, "hacen frente a muchos ámbitos profesionales, no solamente al clínico, sino también la industria alimentaria, el medio ambiente, el maltrato animal". Para él, era necesario que tanto "el público como muchos de nuestros compañeros" conocieran esta salida profesional.
Como primera edición, Allende lo define como "una especie de muestrario general" y avanza que en próximas ediciones "serán un poquito más centrados en asuntos más particulares". Señala que "tenemos una gran inquietud los peritos, que es
la creación de la figura del perito forense, que se nos considere por la Administración de Justicia y que se nos incluya en los distintos institutos de medicina legal y forense". El objetivo es "ser puente entre la justicia y la veterinaria, ayudar a la sociedad en ámbitos como el maltrato animal, que sin compromiso y con libertad podamos actuar, tomemos decisiones y seamos determinantes en la valoración de situaciones", explica.
Para Allende, como para Rodríguez,
la formación es clave: "Lo primero es la formación del perito, una formación completa. Y crear en él la inquietud de que desarrolle ciertas habilidades que muchas veces no considera que le faltan, como actuar ante un jurado, presentarse en una sala, la redacción correcta y entendible de un informe".
Respecto al impacto esperado de estos cursos, Allende lo ejemplifica con el lanzamiento del curso de 100 horas como experto universitario en peritación veterinaria en la Universidad Camilo José Cela. Reconoce que "la sensación que tenemos por la
inquietud que generan los compañeros veterinarios es que no lo habíamos previsto. Es altísima". Asegura que "están interesados en iniciar una carrera profesional, en informarse" y destaca que "se está despertando muchísimo interés porque va acompañado de la relevancia que están tomando los animales de compañía".
El director veterinario también señala otras áreas: "Actuaciones tales como siniestros en el transporte de alimentos, un campo profesional desconocido para los veterinarios y para la sociedad, que muchas veces están ocupando profesionales de otros sectores poco relacionados con nuestras materias". Por ello, defiende que "
el ámbito de los seguros debería contar con peritos expertos veterinarios que ayudasen en la valoración de siniestros".
En cuanto a
datos sobre el crecimiento de la pericia veterinaria, reconoce que "somos muy pocos en España, poquísimos peritos veterinarios. Nos hemos autoformado. Todo ha sido a base de inquietud personal, de ser atrevidos y creer en lo que creemos: el Derecho y la profesión veterinaria". Concluye: "Creemos que es un ámbito importantísimo para que los nuevos graduados encuentren una salida profesional interesante y un complemento profesional para su trabajo diario. Y muy honroso, además".
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