Diccionario de enfermedades

Riesgo y prevención cardiovascular

Factores de riesgo cardiovascular
El riesgo cardiovascular es el riesgo que tiene una persona de desarrollar una complicación cardiovascular (infarto de miocardio, ictus o morirse del corazón) en los próximos años. Intentar establecer dicho riesgo es importante dado que nos permite realizar actividades de prevención cardiovascular dirigidas específicamente a la población con un mayor riesgo.

Factores de riesgo cardiovascular


Desde hace varias décadas se han identificado una serie de factores que se asocian con un mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares futuras. A estos factores se les denomina factores de riesgo cardiovascular y se clasifican en:
  • Factores de riesgo cardiovascular no modificables. Incluyen:
  1. La edad.
  2. El sexo masculino.
  • Factores de riesgo cardiovascular modificables. Incluyen:
  1. El consumo de tabaco.
  2. La concentración elevada de colesterol total o de colesterol-LDL (colesterol malo).
  3. La concentración baja de colesterol-HDL (colesterol bueno).
  4. La presión arterial elevada (hipertensión arterial).
  5. Presencia de diabetes.
Estos factores se pueden incorporar en ecuaciones, denominadas ecuaciones de riesgo, que estiman el porcentaje de pacientes que desarrollarán una complicación cardiovascular en el futuro, generalmente en los siguientes 10 años.

Más recientemente se han identificados nuevos factores de riesgo cardiovascular, denominados factores de riesgo emergentes, que también se asocian con un riesgo aumentado de complicaciones cardiovasculares. Sin embargo, la utilización de estos nuevos factores no aporta una mejoría significativa a la estimación del riesgo obtenida mediante los factores de riesgo clásicos, por lo que actualmente no se utilizan en la práctica clínica salvo en circunstancias muy concretas. Entre estos nuevos marcadores se encuentran:
  • Marcadores que se obtienen en un análisis de sangre: Proteína C reactiva, lipoproteína (a), homocisteína, etc.
  • Marcadores de arteriosclerosis subclínica: Índice tobillo-brazo, ecografía de carótidas para determinar el grosor de la pared arterial (grosor íntima-media) y la presencia de placas de grasa en las carótidas, tomografía computarizada para determinar la cantidad de calcio de las arterías coronarias, etc.

¿Cómo se establece el riesgo de complicaciones cardiovasculares?


La estimación del riesgo que tiene una persona de presentar una complicación cardiovascular o incluso de fallecer en los próximos 10 años como consecuencia de una complicación cardiovascular, requiere introducir los factores de riesgo clásicos en unas ecuaciones o tablas. Estas ecuaciones no deben utilizarse en los pacientes cuyo riesgo ya se considera alto como:
  • Pacientes que ya han tenido una complicación cardiovascular (ya sea coronaria, cerebrovascular o que ya hayan sido diagnosticados de un aneurisma de aorta abdominal o de una enfermedad arterial periférica).
  • Pacientes con enfermedad vascular subclínica, es decir, se les ha detectado la presencia de arteriosclerosis mediante alguna prueba diagnóstica (índice tobillo-brazo, ecografía carotídea o TAC de coronarias) aunque todavía no hayan presentado ninguna complicación clínica.
  • Los pacientes con diabetes. Actualmente se considera que todos los diabéticos son de alto riesgo cardiovascular, fundamentalmente los diabéticos de tipo 2.
  • Pacientes con hipercolesterolemias graves de origen familiar (hipercolesterolemia familiar) o con un a hipertensión arterial grave.
  • Pacientes con insuficiencia renal crónica.

Fuera de estas situaciones, se debe estimar el riesgo cardiovascular. Para ello existen diferentes ecuaciones. En nuestro país la ecuación recomendada por el Ministerio de Sanidad es la ecuación del proyecto SCORE adaptada a España. Esta ecuación estima el riesgo de morir por una complicación cardiovascular (infarto de miocardio, ictus, insuficiencia cardiaca, muerte súbita, rotura de aneurisma abdominal) en los próximos 10 años. Las personas con un riesgo igual o superior al 5% son consideradas de alto riesgo.

Existen también programas informáticos que realizan automáticamente el cálculo del riesgo:

http://si.easp.es/csalud/RiesgoScore.aspx

Esta ecuación puede dar un riesgo menor del real en jóvenes, en personas con historia familiar de enfermedad coronaria a edades tempranas y en pacientes con síndrome metabólico.

Medidas recomendadas para pacientes de alto riesgo cardiovascular


La importancia de calcular el riesgo cardiovascular de una persona es que los pacientes de alto riesgo se beneficiarán de recibir una serie de recomendaciones y tratamientos encaminados a reducir su riesgo cardiovascular.

Todas las personas (independientemente del riesgo que tengan) deberían seguir una serie de recomendaciones dirigidas a mejorar su perfil de riesgo cardiovascular que consisten en:
  • Realizar una dieta baja en grasas saturadas y colesterol.
  • Reducir el peso con el objetivo de llevar el índice de masa corporal por debajo de 25 kg/m2. Para ello se recomienda practicar ejercicio y una dieta baja en calorías.
  • Realizar ejercicio físico diario, de intensidad progresiva, de acuerdo a las posibilidades de cada persona.
  • Abandonar el tabaquismo si fuera el caso.
Además, en los pacientes de alto riesgo se recomienda:
  • Reducir el colesterol-LDL (colesterol malo):
  1. Por debajo de 70 mg/dl en pacientes con enfermedad cardiovascular ya establecida (clínica o subclínica), en pacientes con diabetes, en pacientes con insuficiencia renal crónica y en aquellos cuyo riesgo cardiovascular estimado mediante las tablas de riesgo del proyecto SCORE sea mayor del 10%.
  2. Por debajo de 100 mg/dl en pacientes con un riesgo cardiovascular estimado mediante las tablas de riesgo del proyecto SCORE entre el 5% y el 10% o en aquellos que tengan una hipercolesterolemia familiar o una hipertensión arterial grave.
  • Valorar la conveniencia de tratamiento con antiagregantes (aspirina u otros).
  • Mantener un presión arterial adecuada.
  • Valorar individualmente el tratamiento con medicinas que bloqueen el sistema renina-angiotensina a pesar de mantener una presión arterial adecuada.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.