Diccionario de enfermedades

Neuralgia del trigémino

¿Cómo se diagnostica la neuralgia del trigémino?
El nervio trigémino es el nervio responsable de recoger la sensibilidad de gran parte de la cara. La neuralgia del trigémino es una enfermedad de causa desconocida, caracterizada por la aparición de ataques súbitos de dolor intenso en un lado de la cara, generalmente en la zona de la mandíbula, que se prolongan a lo largo de semanas o meses. Suele ser más frecuente en personas de edad media o avanzada.

¿Cuáles son las causas de la neuralgia del trigémino?


Las causas de la neuralgia del trigémino son desconocidas en la mayor parte de las ocasiones. Algunos casos de neuralgia del trigémino se deben a:
  • La compresión del nervio trigémino por alguna vena o por un tumor.
  • La presencia de una esclerosis múltiple, algo que se debe sospechar si la neuralgia del trigémino aparece en personas jóvenes.

¿Qué síntomas produce la neuralgia del trigémino?


La neuralgia del trigémino se caracteriza por la aparición súbita de un dolor intenso que suele localizarse en los labios, encías, mejillas, barbilla o mandíbula y, más raramente, alrededor del ojo, en un lado de la cara. El dolor dura desde segundos a un máximo de dos minutos, y aparece varias veces al día. Puede ser referido como un latigazo, como una corriente eléctrica o como un disparo. El dolor puede aparecer de forma espontánea o puede ser provocado por movimientos de la cara (comer, mascar chicle, hablar, sonreír, cepillarse los dientes, afeitarse o lavarse la cara). El dolor es tan intenso que los pacientes pueden tener miedo a realizar ciertas actividades que pueden hacer que se inicie el dolor. Los episodios de dolor suelen mantenerse día y noche durante semanas o meses, para desaparecer posteriormente. Sin embargo es muy frecuente que recurran años más tarde.

¿Cómo se diagnostica?


El diagnóstico de la neuralgia del trigémino es un diagnóstico clínico. Característicamente la exploración es normal, no detectándose alteraciones en la sensibilidad de la cara.

Se suele realizar una RMN en las personas menores de 40 años (para descartar que exista una esclerosis múltiple), si la afectación es bilateral (a ambos lados de la cara) y si se detecta alguna pérdida de sensibilidad en la zona de nervio trigémino durante la exploración.



¿Cuál es el pronóstico?


La evolución de la neuralgia del trigémino es impredecible. En algunas personas desaparece y no vuelven a tener molestias pero en otras se mantiene de forma crónica, controlada o no con medicación, y pueden acabar en cirugía.

¿Cuál es el tratamiento de la neuralgia del trigémino?


El tratamiento inicial de la neuralgia del trigémino es la administración de una medicina para la epilepsia llamada carbamazepina u oxcarbazepina, eficaz en más de la mitad de los casos. Si es eficaz, se mantiene durante un mes y luego se reduce progresivamente la dosis hasta suspenderla totalmente.

Si este tratamiento no funciona pueden utilizarse otras medicinas como el baclofen (un relajante muscular) o lamotrigina (un medicamento para la epilepsia). La utilización de otras medicinas para la epilepsia, como fenitoína o gabapentina, es menos eficaz. A veces se precisan narcóticos para controlarlo.

Si no funciona ninguna medicina puede intentarse la cirugía. Las opciones quirúrgicas son:
  • Rizotomía térmica por radiofrecuencia. Es eficaz para quitar el dolor en casi todos los pacientes, aunque en muchos de ellos el dolor vuelve posteriormente. A veces la rizotomía produce como efecto adverso el adormecimiento de la cara y la pérdida de fuerza en la mandíbula.
  • Radiocirugía con bisturí de rayos gamma. Menos eficaz pero con menos efectos adversos y con escasa recurrencia.
  • Descompresión microvascular para quitar la presión sobre el nervio trigémino. Requiere abrir el cráneo a nivel occipital. Es eficaz en tres cuartas partes de los pacientes y presenta escasas recurrencias.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.