Diccionario de enfermedades

Mastitis

Síntomas, diagnóstico y tratamiento de la mastitis

¿Qué es la mastitis?


La mastitis es una inflamación del tejido mamario que suele estar provocada por una infección. Generalmente, las principales afectadas son las mujeres que amamantan (el 10 por ciento de ellas lo sufrirán, sobre todo las madres primerizas), aunque también puede afectar a otras. De hecho, esta patología es el principal motivo por el que muchas madres proceden al destete precoz.

Causas de la mastitis


Concretamente, esta afección puede aparecer en dos situaciones:
  • Cuando hay un conducto de leche obstruido, es decir, no drena totalmente la leche del seno.
  • Cortes en la propia piel del pezón que causan la infección.
Como respuesta a ambas situaciones, los glóbulos blancos del cuerpo liberan sustancias para atajar esta infección, entonces se genera más hinchazón y un flujo sanguíneo mayor.

Síntomas de la mastitis


Los expertos explican que las manifestaciones más habituales de la mastitis suelen ser:
  • Hinchazón en el pecho
  • Dolor
  • Rojez
  • Sentir caliente la zona
  • Dolor de cabeza
  • Fiebre
  • Síntomas de la gripe en general
Para diagnosticarlo, los médicos suelen hacerlo basándose en los síntomas que describe la mujer y un examen de los senos, aunque normalmente afecta a uno. No obstante, el cáncer de mama inflamatorio puede tener expresiones similares, así que es necesario acudir a un profesional para descartar que se trate de un tumor a través de la realización de una biopsia.

Tratamiento de la mastitis


Para tratar la mastitis, los profesionales recomiendan usar antibiótico, con el objetivo de que se vacíe la leche del pecho afectado. Sin embargo, si lo que ocurre es que hay una acumulación de pus, deberían drenarse a través de cirugía o mediante el uso de una aguja (con una ecografía). Después de este proceso se recomendaría tomar los antibióticos.

Prevención de la mastitis


Para evitar las grietas en el pezón, los pediatras dan varias recomendaciones para reducir el riesgo de sufrir mastitis. Esto lo pueden aplicar tanto las madres en periodo de lactancia como las mujeres que sufran esta patología por otra causa.
  • Tener una adecuada nutrición e hidratación. En el caso de tener un bebé, el reposo también es fundamental.
  • Masajear la mama, empezando por la zona bloqueada hasta el pezón.
  • Ayudar a que salga la leche retenida. Para las que tienen un niño en edad de lactancia, se aconseja colocar la barbilla del lactante sobre la zona afectada
  • En el momento en que se tenga mastitis no hay que usar sujetadores que opriman los pechos o bolsos que también toquen esta zona.
  • Para aliviar el dolor se puede aplicar calor local antes de las tomas y después compresas frías para bajar el dolor y el edema.
  • Las madres de un lactante tienen que darle tomas frecuentes e iniciarlas por el pecho afectado. Es importante también que se drenen los pechos tras las tomas, ya sea con un sacaleches o de forma manual.
  • Además, lo mejor sería que los bebés no usen chupete, biberón y suplementos antes de instaurar la lactancia materna.
Los pediatras son contundentes al respecto: la extracción frecuente y efectiva de la leche es fundamental para tratar la mastitis. La mejor manera de hacerlo es a través de la succión del niño.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.