Diccionario de enfermedades

Enfermedad de Perthes

¿Cuáles son las causas de la enfermedad de Perthes?
La cadera es una articulación grande. En ella, la cabeza del fémur (el hueso largo del muslo) se introduce en una cavidad formada por el hueso de la cadera denominada acetábulo. La enfermedad de Perthes consiste en una destrucción parcial de la cabeza del fémur que altera el funcionamiento de la cadera. La enfermedad de Perthes afecta preferentemente a niños varones, entre los 3 y los 12 años de edad. Aparece entre 1 y 3 de cada 10.000 niños.

¿Cuáles son las causas de la enfermedad de Perthes?


Las causas de la enfermedad de Perthes son desconocidas. Se produce por una falta transitoria de riego sanguíneo a la cabeza del fémur, lo que conduce a su destrucción progresiva volviéndola muy frágil. Esta destrucción es seguida de un intento de regenerar el hueso. Al regenerarse, la cabeza del fémur puede crecer de forma anormal no adquiriendo su forma redondeada original. Esto produce problemas de movilidad de la cadera. Todo este proceso puede llevar años.

La enfermedad de Perthes es más frecuente en niños de bajo peso al nacer y en hijos de madres fumadoras.

¿Qué síntomas produce la enfermedad?


A veces la enfermedad de Perthes no produce ningún síntoma y los padres solo perciben cierto grado de cojera cuando el niño camina. En ocasiones el niño puede tener un dolor ligero que se localiza en la cadera, la ingle, la cara anterior del muslo o incluso la rodilla. Dada la debilidad del hueso, puede producirse una fractura espontanea de la cabeza del fémur que se asocia con dolor e imposibilidad para mover la pierna. La destrucción de la cabeza del fémur y el intento de regeneración puede llevar al crecimiento anormal del hueso regenerado, lo que produce problemas para realizar determinados movimientos.

En un número pequeño de niños (1 de cada 10) puede afectarse de la otra cadera en el futuro.



¿Cómo se diagnostica?


Las causas de cojera en niños son múltiples por lo que el niño debe ser evaluado por el pediatra quien deberá valorar la necesidad de realizar una radiografía de cadera, una RMN u otras pruebas.

¿Puede prevenirse?


La enfermedad de Perthes no puede prevenirse.

¿Cuál es el pronóstico de los enfermos?


La destrucción de hueso puede seguirse de una regeneración completa de la cabeza del fémur o de una regeneración parcial. En este último caso puede quedar una secuela permanente. El diagnóstico temprano de la enfermedad es importante dado que permite el inicio de un tratamiento dirigido a mantener el adecuado funcionamiento de la articulación.

El pronóstico de la enfermedad de Perthes es mejor en los niños de menor edad, en general por debajo de 6 años.

¿Cuál es el tratamiento de la enfermedad de Perthes?


Para reducir el dolor y mantener la movilidad se puede recomendar reposo durante un tiempo limitado y tratamiento con anti-inflamatorios asociado a fisioterapia. El objetivo es intentar que la cabeza del fémur no se deforme demasiado y que permanezca en el interior del acetábulo, la cavidad del hueso de la cadera donde habitualmente se encuentra.

En general los niños de entre 5 y 7 años y aquellos en los que la enfermedad se diagnostica de forma temprana son tratados sin cirugía. Suele recomendarse limitar algunas actividades del niño (por ejemplo impedir que corra o salte), utilizar diversas férulas (aunque su utilidad está muy cuestionada) o utilizar aparatos de tracción, generalmente por las noches. Algunos ejercicios (nadar, bicicleta) suelen ser adecuados.

Con cierta frecuencia puede necesitarse la cirugía, en general en niños mayores de 8 años o con enfermedad avanzada. Existen diversas técnicas quirúrgicas en función de la gravedad de la enfermedad.

En algunos casos la deformidad permanente de la cadera produce un daño persistente de la articulación (artrosis de cadera) que requiere su sustitución por una prótesis a edades tempranas.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.