Diccionario de enfermedades

Consejos para pacientes con oxígeno domiciliario

Tipos de aparatos para el suministro de oxígeno domiciliario
A usted le han recomendado seguir tratamiento con oxígeno domiciliario. Esta recomendación se debe a que el oxígeno de su sangre está bajo y precisa ayuda para mantenerlo en un nivel normal. Este tratamiento puede ser temporal o definitivo, de acuerdo a lo que su médico le haya indicado. Es imprescindible que siga las recomendaciones de su médico en cuanto al número de horas de oxígeno y cantidad (flujo) que debe ponerse.

Los distribuidores de oxígeno domiciliario varían según la zona de España. Ellos son los encargados de llevarle y sustituirle el oxígeno y ellos le informarán sobre cómo poder disponer de oxígeno si se traslada o se va de viaje a alguna otra zona del país.

Tipos de aparatos para el suministro de oxígeno domiciliario


El aparato desde el que obtendrá el oxígeno puede ser:
  • Un concentrador de oxígeno. Es un aparato pesado que toma el aire de la habitación y lo enriquece en oxígeno. Tiene el inconveniente de que gasta luz, y de que puede quedarse sin oxígeno si se va la luz de casa o si el aparato se estropea. Por el contrario, no necesita ser sustituido cada cierto tiempo y ocupa menos espacio que una bala de oxígeno. Debe mantenerlo alejado unos centímetros de la pared; cuando lo mueva debe mantenerlo siempre en vertical; debe limpiarlo con frecuencia y nunca debe taparlo. Desde que se conecta tarda una media hora en funcionar adecuadamente.
  • Una bala o bombona de oxígeno. No gasta luz y no produce ningún ruido. Tiene el inconveniente de que hay que cambiarla con frecuencia y de que ocupa mucho espacio.
  • Oxígeno líquido. Se utiliza para administrar oxígeno cuando se sale a la calle. El oxígeno se encuentra dentro de un tanque y con él se recargan unos termos que van en una mochila, con una autonomía de 6 a 7 horas.
El oxígeno se puede administrar mediante:
  • Mascarilla. Tapa toda la nariz y la boca.
  • Gafas nasales. Se insertan en la nariz y permiten hablar y comer mientras se tienen puestas. Son las que habitualmente se usan para recibir el oxígeno en casa.


Recomendaciones para recibir oxígeno

  • Cuanto más tiempo tenga puesto el oxígeno, mejor. Se le habrá indicado que debe tenerlo un mínimo de horas diarias, generalmente 16, si bien su médico le habrá dicho el tiempo que necesita en su caso. Es importante que siempre lo tenga puesto por la noche e, idealmente, tras las comidas y después de trajinar por la casa o la calle. Reducir el número de horas por su cuenta no tiene ningún sentido. Se ha visto que cuanto más tiempo esté puesto mayor es la supervivencia y menor el riesgo de desarrollar un cor pulmonale.
  • No se ponga y quite continuamente el oxígeno. Cada vez que se lo pone o se lo quita su cuerpo necesita realizar una serie de adaptaciones. Por eso es conveniente que decida a qué hora se lo pone y a qué hora se lo quita y, durante ese tiempo, lo mantenga todo el tiempo que le sea posible. Ese horario, sin embargo, puede cambiarlo a su conveniencia.
  • Es importante que el flujo de oxígeno sea siempre el mismo. No lo suba o lo baje según su conveniencia.

Precauciones durante el tratamiento


No debe nunca fumar con el oxígeno puesto. Además de que está totalmente contraindicado para su enfermedad pueden producirse explosiones graves.

No debe colocar el oxígeno, los tubos de conducción (gomas) o usted mismo, al lado de un fuego o una fuente de calor.

Si utiliza gafas nasales puede hacerse pequeñas heridas en los orificios de la nariz. Puede ponerse vaselina o una crema hidratante para evitarlas.

Para recibir oxígeno puede utilizar tubos de conducción (gomas) largos. Intente no realizar empalmes y, si los hace, vigile siempre que no existe ninguna fuga de oxígeno en los lugares donde se conectan.

Mantenga siempre la mascarilla o las gafas nasales limpias. Para ello lávelas con agua y jabón neutro. Las gafas nasales puede esterilizarlas una vez por semana introduciéndolas en un vaso con clorhexidina al 3% (un desinfectante que puede comprarse en las farmacias) y luego aclarándolas con abundante agua.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.