Los pasados 31 de enero y 1 de febrero se reunieron en Zamora los directivos de la salud de Castilla y León. Desde el consejero, el gerente regional y sus directores generales hasta la práctica totalidad de gerentes de área, de hospital y de atención primaria que desarrollan su labor directiva en la sanidad autonómica, los directivos castellanos y leoneses han debatido sobre perspectivas asistenciales y de gestión. Estas son las lecciones y conclusiones que nos dejan dos días repletos de ideas, proyectos, reflexiones y consideraciones: 

1. Es necesario establecer una única gerencia por área de salud, cuyo objetivo debe ser la continuidad asistencial centrada exclusivamente en el paciente y que sea percibida por este. La continuidad es alcanzable a través de un trabajo por procesos.

2. La gerencia única supone un cambio cultural en la organización de un nuevo modelo asistencial. Para conseguir su éxito debe ser útil, para los gestores, para los profesionales y para los pacientes.

3. La utilización de recursos sanitarios en el momento actual de recesión económica debe apoyarse en la cooperación con otras estructuras, fundamentalmente en los Servicios Sociales, evitando usar recursos de alta tecnología en procesos no agudos. También se deben buscar alianzas con la sanidad privada.

4. La ambulatorización de la asistencia supone una mejor gestión clínica y económica, siendo la respuesta al paciente más rápida y de mayor calidad. La alta resolución facilita una mejor y más inmediata recuperación de la salud.

5. Disponemos de un desarrollo potente y eficaz de la historia clínica electrónica (HCE), tanto en atención primaria como atención especializada (con los sistemas Medora y Jimena). Es necesario homogenizar su implantación en el ámbito regional.

6. Castilla y León apuesta y avanza hacía una HCE única – compartida. Para ello se están asentando las bases tecnológicas que lo permitan

7. El grado de endeudamiento de los servicios de salud, unido a la difícil situación económica que viven las economías, donde los ingresos públicos han caído de forma sustancial, han llevado a que las administraciones se hayan visto obligadas a tomar medidas de reducción del gasto sanitario en todos los capítulos de gasto: personal, gasto corriente en  bienes y servicios, inversiones y transferencias a otros agentes.

8. Ha quedado también claro  que el mayor o menor éxito de cualquier estratégia en el ámbito sanitario precisa la implicación de todos los actores: profesionales médicos y de enfermería, resto de la organización, industria, distribución, etc. Y fundamentalmente, hemos podido contrastar que la gestión privada del aprovisionamiento no difiere en  lo esencial con la gestión que realizan las administraciones sanitarias.

9. La Junta de Castilla y León apuesta por una gestión participativa, potenciando el protagonismo de los profesionales. Que estos asuman responsabilidades en la evolución del modelo de salud, minimizando los aspectos burocráticos y desarrollando las unidades de gestión clínica.

10. La Junta de Castilla y León define y defiende  su modelo sanitario público con una gestión pública y profesionalizada, con el fin de conseguir mantener nuestro sistema de salud. En beneficio de todos los castellanos y leoneses.
 


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