Otros artículos de Jose Mª Pino

4 may. 2014 19:16H
SE LEE EN 4 minutos
En estas primeras semanas de andadura del Instituto de Innovación y Desarrollo de la Responsabilidad Social Sociosanitaria (Inidress), amigos y conocidos me han trasladado la pregunta de por qué me he embarcado en este nuevo proyecto, qué es lo que me ha llevado a dar este paso que nunca había dado hasta ahora. La verdad es que ni me había planteado las razones, porque soy una persona más proclive a la acción que a la reflexión. Sin embargo, sí sé por qué estoy en Inidress.

Estoy en Inidress porque creo llegado el momento de empezar a devolver todo lo que la sanidad me ha dado, tanto profesional como personalmente. Llevo en este formidable sector toda mi vida y siempre he procurado contribuir, desde el ámbito en el que mejor he sabido y podido desenvolverme, a su crecimiento y fortalecimiento, con la creencia de que su alcance social no tiene parangón. Pero creo sinceramente que es posible hacer un poco más.

No desde una perspectiva profesional. Tampoco desde la actividad empresarial. Simplemente, con tu tiempo, con tu implicación, con tus ganas de servir y ayudar a los demás. Como una actividad desinteresada en la que todos y cada uno de tus motivos confluyan en un solo punto. Y que, una vez identificada, vertebrada y puesta en marcha, esa actividad ocupe un espacio nada desdeñable de tu tiempo libre. Y a veces, hasta de tu tiempo ocupado. Porque así lo quieres, porque así lo sientes, porque así lo necesitas.

En efecto, para mí, contribuir al nacimiento de Inidress ha sido una suerte de liberación porque llevaba años dándole vueltas a cómo podía hacer algo más por la sanidad, más allá de la Medicina, de la Neumología y de Sanitaria 2000. Inidress responde con exactitud a lo que siempre imaginé como responsabilidad social en la sanidad: un instituto que ayude a que los proyectos, y por qué no, hasta lo sueños se hagan realidad; que posibilite la concreción de ideas e iniciativas y, sobre todo, que dinamice y fomente los propósitos que ya están en marcha y que precisan de una adición de voluntades para que crezcan y se desarrollen convenientemente. Y todo este caudal de intención, dirigido hacia un solo objetivo: el paciente.

Porque es el paciente, siempre ha sido el paciente, el centro de todas las acciones desarrolladas en el sistema. Y también debe serlo en estas nuevas acciones de responsabilidad que queremos implementar desde Inidress. Este es mi convencimiento, que tengo la ilusión de compartir con mis compañeros de junta directiva y con los socios que, poco a poco pero sin pausa, se van incorporando a este proyecto con entusiasmo.

En un campo tan amplio como el de la responsabilidad social, casi todo es posible. Más aún en el ámbito sociosanitario que, por su propia naturaleza, parece abonado para acoger este tipo de iniciativas donde el servicio y la generosidad son los valores fuerza. Muchas son las cosas que podemos hacer, pero ante todo debemos ser capaces de hacer cosas, crearlas, plasmarlas, hacerlas realidad. Con ingenio, con tenacidad, con altura de miras, pensando siempre en el resultado final y no tanto en los obstáculos que a buen seguro habrá que vencer. La dificultad solo se supera con determinación, nunca con ambigüedad.

Mis razones para estar en Inidress, para ser parte de Inidress, no son exclusivamente mías: las comparto desde ya mismo con todos los que también viajan en este sueño y quiero hacerlas extensibles a todos los que, en el ámbito de su actividad y de su cometido, puedan sentirse atraídos por la responsabilidad social sociosanitaria.

Hemos empezado con siete áreas, que en realidad son siete puertas hacia campos abiertos de actividad en los que la responsabilidad social puede arraigar y desarrollarse. Pensando en el paciente, aunando voluntades, concitando el interés de los agentes del sector y de aquellos otros que quieren pertenecer, haciendo posible lo que parecía del todo improbable. Con determinación y esmero, Inidress quiere ayudar a que el sector sociosanitario tenga nuevas razones para sentirse orgulloso y realizado por su contribución al bienestar de la sociedad. Por eso pertenezco a Inidress: porque creo en una sanidad capaz de alcanzar un mayor compromiso con el paciente, cubriendo también esas necesidades aparentemente accesorias pero que terminan siendo cruciales para el que las tiene.

Y estoy en Inidress porque tengo la convicción de que no estoy solo, de que hay muchas personas detrás de estas nuevas siglas y de que va a haber muchas más con el transcurrir del tiempo. Porque al final la responsabilidad social anida en todas las personas de bien. Y no hay más remedio que, tarde o temprano, darle salida. Yo ya se la he dado. Y en Inidress es ya posible hacerlo.

  • TAGS