El amigo Julián, secretario general del Sindicato Médico de Madrid, nos comunica en Redacción Médica que había tenido un sueño en el que apreció que en el actualizado nuevo SNS soñado, a cada paciente en Primaria se le dedicaban diez minutos de media y se atendían a un máximo de treinta pacientes por jornada. Ello equivalía a 300 minutos  de dedicación  laboral, que corresponden a una jornada de cinco horas (300/60), lo que en su sueño estaba velado porque no hace mención y es que Calderón de la Barca puso en boca de Segismundo que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son. Previamente ya iba preparando el terreno para esa conclusión pues se iba preguntando: “¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”.

No es cierto que en los Máster no se explique, cómo afirma Julian, estos conceptos de tiempo necesario por paciente y actividad. Al menos en el de la Universidad de Barcelona que creamos en 1986 y dirigí hasta 2010, año de mi jubilación, como del Clinic, por el llamado imperativo legal de haber cumplido 70 años de edad. Y que continúa con éxito.

Es más, en la Reforma de la Estructura Funcional del Clinic de ¡1972! reorganizada por Servicios, para dimensionar la nueva plantilla médica y de enfermería, jerarquizadas, la confeccioné teniendo en cuenta los tiempos necesarios para la asistencia, la docencia y la investigación y así fue aprobada por el Patronato  Rector,  previo pormenorizado análisis e informe favorable de la Junta de Clínicas, ampliamente representativa de los médicos del Hospital. ¡Ha llovido desde entonces, y muchas veces en exceso, con gravísimas consecuencias!

Propuestas escritas y hechas públicas, como las del amigo Julián, no tienen precio porque son motivo más que suficiente para que las personas y entidades implicadas aporten su punto de vista y hacerlo con tan buena disposición, conocimientos e intención como se aprecia en el documento del secretario del Sindicato Médico de Madrid, y de esa manera mejore el servicio a sus potenciales beneficiarios que no somos otros que los 47 millones de españoles y el doble de extranjeros que nos visitarán anualmente como ocurría antes de la aparición del Covid-19, que tantos motivos de agradecimiento y admiración hacia los sanitarios, veladores de nuestra salud, nos ha proporcionado.

Sobre un Plan escrito es posible hacer aportaciones, sobre ningún Plan nada se puede aportar. Esa es la gran virtud del documento de Julián, que ahora parcialmente comento.

Muchas gracias Julián por muchas cosas y ahora por tu sueño, que has dejado plasmado en un escrito.