En los últimos días se ha dado a conocer un ‘plan’ de la Dirección Asistencial Centro de la Comunidad de Madrid para los centros de salud de la zona en la época veraniega. Unas intenciones llamadas plan de contingencia que se divide en distintas fases y que en el último escalón llegaría al cierre de 41 centros de salud de los 49 actuales.

Pero vamos a profundizar en el porqué.

Es sencillo: la falta de médicos de Familia y pediatras en la Atención Primaria de Madrid nos está asfixiando. Un problema que es progresivo y de años de evolución debido al abandono y a la inacción de nuestros políticos.

Los ciudadanos deben saber que ya contamos con un déficit estructural de 600 médicos de Familia y 150 pediatras a lo que hay que sumar unas 750 plazas de ambas especialidades sin cubrir a día de hoy.

La situación que se atisba para los meses estivales es de tormenta perfecta, caos total en los centros de salud de Madrid. Una asistencia sanitaria que dista mucho de la que debería prestarse en un centro de salud: longitudinalidad, accesibilidad, cercanía. Parece ser que a nuestros políticos no les interesa ni la calidad de la asistencia ni la salud de nuestros profesionales. Todo vale para salir del paso.

Estamos asistiendo al desmantelamiento de la Atención Primaria. Nuestros representantes infravaloran a este nivel asistencial que ha demostrado una reducción de la morbimortalidad y que resuelve el 90 por ciento de las necesidades de los ciudadanos. Y mientras hablan de “garantizar la asistencia”. Pero que respondan a una pregunta sencilla: ¿cómo? Es prácticamente difícil con una plantilla de médicos de Familia y pediatras muy por debajo de las necesidades.

Medicina de supervivencia


Yo lo llamaría cubrir la atención urgente que es solo una de las múltiples funciones que se llevan a cabo en nuestros centros de salud. Nos han reducido a mínimos. El descontento, desánimo y la impotencia entre los compañeros es generalizada.

Faltan facultativos en la gran mayoría de centros de salud, sin olvidarnos que nos hemos acostumbrados a trabajar con un déficit de plantilla de entre el 15 por ciento y 20 por ciento en el mejor de los casos, más un aumento de la carga de trabajo del 20 por ciento que nos ha supuesto la pandemia.

Insistimos: hacemos una medicina de supervivencia con pacientes citados cada uno, dos o tres minutos y a los que hay que dar respuesta a sus necesidades.

"Faltan facultativos en la gran mayoría de centros de salud, sin olvidarnos que nos hemos acostumbrados a trabajar con un déficit de plantilla"


La Comunidad de Madrid insiste en que no hay médicos para contratar, pero no se preguntan por qué los médicos no quieren trabajar en Madrid. No buscan soluciones al éxodo de médicos progresiva y creciente. Tampoco hacen autocrítica cuando solo cinco pediatras que han terminado su residencia de 68 y apenas 17 médicos de Familia de 224 han decidido quedarse en la Atención Primaria de Madrid.

Las condiciones laborales que ofrece la Consejería de Sanidad no son nada atractivas para los nuevos médicos y los que vamos quedando estamos cada vez más quemados laboral y emocionalmente.

Si tienes un enfermo grave y no le pones un tratamiento adecuado, ¿qué ocurre? Acaba muriendo. Pues esta es la situación de la Atención Primaria de Madrid: nos están dejando morir