Nos ha pillado por sorpresa. El pasado 21 de febrero de 2016 fallecía Andrew Herxheimer, y mi último correo con él era el del 26 de enero. Pero nunca es tiempo para morirse.  El desconcierto nos aparece siempre para con esas personas que creemos que por su valía, por su manifiesto espíritu de trabajo, contribución a la ciencia y a la sociedad, no deben de dejarnos jamás.
 
Aunque en España puedan ser pocos los que conozcan a esta personalidad científica del medicamento (1925-2016), hemos de tenerla presente porque Andrew se significó mucho en el desarrollo de conocimiento para con los medicamentos comercializados, aportando conceptos claros y metodología en la farmacovigilancia, investigación clínica, y en la información farmacológica. Yo me interesé por seguirlo en sus múltiples publicaciones, y me inspiró mucho a tomar mis decisiones profesionales. Me ilusionó y conjuntamente con otros científicos de la década de los 70, me ayudó a tomar la decisión de formarme y dedicarme a la farmacología clínica aunque tuviera otras especialidades médicas.
 
Es cierto que mi formación y mi mayor gratitud se la debo a Louis Lasagna, M.D., Sci.D. (“padre de la farmacología clínica”) quien me hizo madurar y aumentó mi bagaje para ser un médico práctico con especialización en farmacología clínica. Eso fue gracias a su acogida (Department of Pharmacology and Toxicology, School of Medicine and Dentistry, Strong Memorial Hospital, The University of Rochester, Rochester, NY, US) y la primera beca internacional del FIS que recibí cuando era médico adjunto en el Hospital del Valle Hebrón de Barcelona, a comienzos de los 80. Y buen momento para una reflexión: ¿Qué diferencias tan sustanciales entre la Universidad estadounidense y la española y más aún cuando a nivel del Sistema Nacional de la Salud las plazas de farmacólogo clínico se otorgan por decisiones políticas (partidos políticos) o de la Comunidad Autónoma,  y no sin todos estos sesgos oportunistas, sino de premio al mérito, al rendimiento y a la eficacia? ¿Cómo un tribunal puede descalificar a un candidato solvente de trayectoria internacional alegando que no sabe qué es la farmacología clínica?
 
Mi impresión personal de este importante médico del medicamento, consiste en una persona enamorada de su trabajo, pero con una brillantez e inteligencia exquisita para saber ilustrar científicamente la farmacología aplicada, utilizando conceptos explicados con sencillez, sin restar valor a su complejidad. Un auténtico gestor, con grandes capacidades de dirigir investigación clínica con modelos que den repuestas concluyentes y extrapolables a la sociedad. Y todo ello acompañado de un análisis potente y con una fuerte crítica personal en la que se fundamenta y se posiciona, esto es, que construye, da cuerpo y fundamento a la farmacología clínica. Se distingue particularmente en todo lo que concierne a la seguridad del medicamento, información terapéutica, que en los últimos años dan soporte a la misión de la nueva materia que emana de la farmacología clínica: la “farmacología social”.
 
Recordemos algunas de las importantes contribuciones del Dr. Herxheimer, pues a él se debe 'Drug and Therapeutics Bulletin' que por treinta años dio soporte personal a 778 boletines editados, y el logro de superar los 90.000 lectores. Esa información terapéutica por su simplificación requiere un enorme esfuerzo, capacidad de síntesis y precisión. Todo un mérito de compilar para el prescriptor una información al día, fácil de manejar y de tanta utilidad para el paciente.
 
A finales de los 90 decidió crear una base de “datos relacionadas con las experiencias del paciente” (DIPEx) con historias accesibles en línea. Los métodos usados proporcionan un enfoque de calidad basado en lo que experimenta el paciente –en una amplia gama de proyecciones- cuando se le hace un diagnóstico o se le comunica una condición mórbida. El suministro de datos confiables, permite a los pacientes a consultar en la Web para ellos creada (y donde cada vez más se amplían las patologías), que les conducen a sus propias experiencias relacionadas con su diagnóstico, consulta con su médico, el efecto en el trabajo, vida social y las relaciones, así como las decisiones sobre opciones de tratamiento y efectos adversos de los tratamientos. Tales estudios ofrecen información acerca del impacto de una enfermedad en quienes les rodean, y también por ejemplo, en los cuidadores de pacientes con enfermedades muy limitantes (demencia, cardiopatía congénita). El sitio web creado ha crecido en número de visitantes, varios millones por año. El Servicio Nacional de Salud de UK considera la base de datos de relación con experiencias del paciente como una fuente de información importante, a tener en cuenta en las encuestas que haga para asesoramiento en salud, y de referencia a proveedores del servicio de salud.
 
Desde 1992 que el Dr. Herxheimer estuvo como miembro colegiado en el Centro Cochrane de Reino Unido, y posteriormente como emérito y coordinador del Cochrane Collaboration Adverse Effects Methods Group. Ha sido en múltiples ocasiones consultor de la Organización Mundial de la Salud. Y ha sido reconocido por su ejemplaridad en la independencia e imparcialidad con la que ha analizado las intervenciones terapéuticas relacionadas con los profesionales de la salud, y su impacto en la sociedad; y en lo concerniente a la industria, ha demostrado ser un gran conocedor. Dejemos constancia de una extraordinaria, y de gran utilidad, producción científica que fácilmente encontraremos mediante un motor de búsqueda en Internet.
 
Voy a resaltar unos párrafos del contenido de su carta del pasado 26 de enero de 2016:
 
“My latest idea is to try to start teaching the public how to think about medicines/drugs, using the attached basic principles. I intend to begin with a local group of the University of the Third Age (U3A) in North London. This works with small groups of interested people, mostly in people’s homes.  They study all kinds of subjects – including literature, arts, languages, sciences, sports and games.
 
The definition of 3rd age is anyone who has stopped working, of whatever age, so it spans roughly 50 to 100.  I am now 90.   This is an attractive group because they have time and enthusiasm, and many of them will be taking various medicines. Does Spain have a U3A?”
 
Nos deja un bonito recuerdo de su entusiasmo a los 90 años, de no parar, y de darnos una preciosa lección de trabajo y tesón a todos los que por todo lo explicado, le admiramos y le queremos.

Que Dios lo bendiga y reciba en su seno. Descanse en paz. 

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