Hasta la fecha, otros medicamentos perdían su eficacia con el tiempo



4 may. 2015 13:14H
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Redacción. Madrid
Las nuevas terapias para la diabetes mejoran el control de la glucemia y disminuyen el peso y la presión arterial, según se ha puesto de manifiesto en el simposio De ahora en adelante en DM2, celebrado, con la colaboración de Janssen, durante el Congreso de la Sociedad Española de Diabetes (SED).

Francisco Tinahones.

“Tanto médicos como pacientes debemos estar de enhorabuena con la llegada de nuevas terapias que consiguen un mejor control de los niveles de azúcar en sangre, que sigue siendo uno de los retos en el tratamiento”, ha señalado Francisco Tinahones, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga.

“Fármacos recientes como la canagliflozina no solo mejoran estas cifras, sino que consiguen una reducción del peso y de los niveles de presión arterial, claves para una buena evolución del paciente. Otra ventaja es que se pueden administrar en cualquier momento de la evolución de la enfermedad”, ha subrayado. “Hasta ahora, muchos antidiabéticos perdían su eficacia en pacientes que llevaban muchos años en tratamiento”, ha añadido.

Estas declaraciones han sido corroboradas por el especialista de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo (Asturias) y adjunto al servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Central, Elías Delgado, quien ha informado de que actualmente ya hay nuevas opciones, como la nueva familia de los inhibidores de la SGLT-2, que, además de controlar los niveles de glucemia y de hemoglobina glicosilada, ofrecen “muy buenos resultados” sobre otros parámetros que influyen en el síndrome metabólico, como el peso y la presión arterial.

Y es que un 14 por ciento de la población española mayor de 18 años tiene diabetes  y casi la mitad de los afectados desconoce su condición de diabéticos. Además, en los últimos 20 años se estima que en España se ha duplicado su prevalencia, lo que responde en gran medida a unos hábitos de vida asociados a una mala alimentación, con un aumento de la población obesa, y al sedentarismo.

De hecho, la obesidad y la falta de actividad física son dos de los factores que más contribuyen a su aparición. “La importancia es tal que en etapas iniciales si el paciente baja de peso e incrementa su actividad física puede remitir la enfermedad y suspenderse el tratamiento farmacológico que esté tomando. Una población sin obesidad sería una población sin diabetes tipo 2, o por lo menos los casos serían excepcionales”, ha apostillado Tinahones.

En este sentido, Delgado ha insistido en que el reto sigue siendo lograr un diagnóstico precoz y tratar la diabetes exhaustivamente en sus etapas iniciales. "En ese momento inicial podemos conseguir la mejor hemoglobina posible sin complicaciones. Hoy en día tenemos herramientas, como son los SGLT-2 y más específicamente la canagliflozina, que nos permiten conseguir esa hemoglobina  glicosilada en las cifras adecuadas", ha añadido.

Educación acerca de la enfermedad

Por otra parte, los expertos han destacado la importancia de la educación del paciente con diabetes tipo II, quien, a su juicio, debe conocer su enfermedad y saber qué está en su mano para conseguir una mejor evolución de la misma. “Los medicamentos mejoran mucho la calidad de vida de estas personas, pero éstos pierden eficacia y seguridad si, de forma complementaria, no se siguen unas pautas de cuidados adecuadas, por lo que la educación es un eslabón terapéutico imprescindible”, ha explicado.

Por último, han subrayado el papel de los inhibidores del SGLT2 que actúan bloqueando la reabsorción de la glucosa a través del riñón y aumentando la eliminación de ésta a través de la orina. La glucosa es filtrada desde la sangre a los riñones, y posteriormente es reabsorbida de nuevo al flujo sanguíneo. Dicha reabsorción se realiza mayoritariamente a través del transportador sodio-glucosa tipo 2.

“Dentro de estas terapias la canagliflozina actúa de forma selectiva inhibiendo este trasportador. Resultado de ello es que se favorece la pérdida de glucosa a través de la orina, consiguiéndose una reducción de los niveles de azúcar en estos pacientes. Un mecanismo de acción que es independiente de la acción de la insulina. A la espera de más estudios, este medicamento parecer diferenciarse de otros de la misma familia en que, a nivel local , tiene una cierta inhibición de los SGLT-1 a nivel del intestino delgado y esto se traduce en una mayor reducción del pico de glucosa postprandial (nivel de azúcar después de las comidas)”, ha zanjado Delgado.
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