Javier Leo / Imagen: Adrián Conde. Madrid La retirada del tratamiento antirretroviral a los inmigrantes en situación irregular infectados por VIH generará, en tan solo un año, entre 27 y 50 muertes y hasta 580 nuevas infecciones, según los resultados de un estudio realizado por el Grupo de Estudio de Sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Gesida-SEIMC). En concreto, los especialistas calculan que entre 1.800 y 3.220 pacientes ya diagnosticados de VIH podrían quedar desatendidos y, como consecuencia, la mortalidad volvería a niveles de los años 90, cuando algunas cohortes de pacientes registraban entre 12 y 15 muertes anuales por cada 100 pacientes. Según ha explicado uno de los coordinadores del estudio, Federico Pulido, “se trata de una medida economicista que no ha valorado las consecuencias más allá del ahorro directo” que supone la retirada del tratamiento antirretroviral a este colectivo. En este sentido, el estudio calcula que de los entre 12,2 y 21,8 millones de euros que podría suponer el ahorro directo en antirretrovirales al eliminar esta prestación, entre 6,5 y 11,7 millones se perderían en costes hospitalarios derivados de la falta de control de la enfermedad. Los inmigrantes con VIH, tuberculosis o enfermedades de transmisión sexual “conviven con nosotros, no vienen a hacer turismo sanitario”, apunta Pulido.
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