Redacción. Tarragona
El juez Diego Álvarez de Juan ha levantado este miércoles el secreto de sumario de la pieza separada número 4 del caso Innova, que se centra en la investigación de prótesis de cadera, rodilla y columna fabricadas por Traiber en su planta de Reus (Tarragona).
Álvarez ha considerado que existen responsabilidades atribuibles a 47 médicos de distintos hospitales que habrían seguido colocando las prótesis a pesar de que la marca presentaba deficiencias. Sobre los documentos requisados en un registro en la sede de la empresa propiedad de Lluís Márquez, el juez ha destacado que la empresa pagó un viaje a Egipto a tres médicos en 2008.
En ese justificante, constaba una nota manuscrita que rezaba: “Regalo para los doctores. Para tapar la boca por el fallo del cotilo [una de las piezas de las prótesis”. “Traiber no solo pagó comisiones a los médicos para que pusiesen sus productos, sino que hay indicios de que lo hizo para que éstos mantuviesen la boca cerrada cuando descubrieron las deficiencias técnicas”, HA señalado el magistrado.
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