Como el caso de Gaspar Oyono Mbá Abang, paciente con reconstrucción de fémur y transferencia muscular en una lesión crónica en el hombro



29 mar. 2016 19:16H
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Redacción. Zaragoza
El traumatólogo de la Clínica Montpellier Evelio Navarro, ha realizado con éxito intervenciones quirúrgicas complejas a pacientes de Guinea Ecuatorial. Se trata de enfermos con patologías traumatológicas muy complicadas, a quienes ya se ha facilitado en su país de origen una primera atención que no ha podido resolver su problema, o también otros casos  graves como el de Gaspar Oyono Mbá Abang. 

Evelio Navarro y Gaspar Oyono Mbá Abang.

Tal y como relata el propio Navarro, Oyono Mbá Abang es un paciente  al que en cuatro años se le ha intervenido en dos ocasiones.  “La primera vez  (año 2012) lo operamos por una fractura bifocal de fémur,  a causa de un accidente de tráfico que había tenido una consolidación viciosa” señala Navarro.

Oyono Mbá Abang, indica el traumatólogo,  “había sufrido un accidente de tráfico y le trataron una fractura de fémur, pero había una fractura encima, en la articulación del fémur, la cual no pudieron resolver y el paciente estaba con una pseudoartrosis. El caso es que esa fractura no le había consolidado y le dejaba una cojera y una imposibilidad para andar tremenda, concluye Navarro”.

“Supimos de esta historia gracias a un contacto, y nos pusimos en contacto con él.  Tras unas difíciles gestiones diplomáticas conseguimos traerlo a Zaragoza, recuerda Evelio Navarro, y le operamos, retiramos el material de osteosíntesis que tenía y le pusimos una prótesis de cadera. Y hasta hoy. Es un paciente al que da gusto operarle porque tiene unas recuperaciones espectaculares, señala el traumatólogo”.

Nueva  intervención compleja: transferencias musculares

También consecuencia del mismo accidente y del paso del tiempo, Oyono Mbá Abang padecía una lesión crónica en un tendón del hombro, en el tendón del subescapular, un tendón cuya función, explica Navarro, “no es dar movilidad al hombro, que la movilidad la conservaba bastante bien,  sino que lo que hace es estabilizar la articulación del hombro y evitar que se desgaste de manera prematura”.

“Normalmente este tipo de lesiones, si son lesiones más o menos agudas, las tratamos por artroscopia”, comenta el traumatólogo. “Pero su caso era una lesión  de varios años de evolución. El tendón estaba ya total y absolutamente desestructurado y sin ninguna función. En esos casos no puedes  reconstruir el tendón, no puedes volver a  poner ese tendón en su sitio porque es un tendón que está muerto y desvitalizado. Y tienes que realizar transferencias musculares”.

En su caso, cuenta Evelio Navarro,"lo que hicimos fue transferir una parte del pectoral: cogimos el músculo del pectoral mayor y la parte más superior, la parte esternal,  la separamos del resto y la reinsertamos en la cabeza humeral a forma de un nuevo músculo subescapular para que Gaspar recuperara la función”.

La intervención se ha realizado a principios de este mismo año. Ciertamente, comenta Navarro, tras un proceso rehabilitador que ha llevado también en la clínica "el resultado es para sentirse satisfechos: el paciente está  moviendo el hombro perfectamente, va recuperando la función del subescapular poco a poco. Tardará unos seis meses hasta que su cerebro  vuelva a saber cómo mover esa  parte que antes no sabía mover, hasta que su cerebro asimile esa transferencia muscular, pero desde luego, el resultado es excelente" concluye Navarro.

Una intervención compleja con técnica exigente

Tal y como señala Evelio Navarro “se trata de una intervención  que, gracias a Dios, la tenemos que hacer muy pocas veces, porque casos como éste, con unas roturas de subescapular aisladas o asociadas al manguito rotador, a alguna te enfrentas. Normalmente, si haces 50 manguitos  vas a hacer un subescapular, pero que lo encuentres con estas características crónicas y sin posibilidad de reconstruirlo es excepcional, muy excepcional. Y son técnicas muy exigentes,  con un manejo en la articulación del hombro y en cirugía, tanto artroscópica como abierta que es este caso, y con unos recursos anatómicos importantes para saber lo que tienes que reconstruir”.

En opinión de Navarro, “una atrofia del subescapular por una rotura antigua es una lesión que te quita el sueño antes de enfrentarte a ella. Y cuyo resultado muchas veces es incierto porque no sabes si lo que vas a transferir, y hay que utilizar músculos agonistas de la función que han perdido  como es el pectoral en este caso, va a funcionar. Son cirugías complicadas de realizar y lo complicado es también el seguimiento, que es muy importante".

El testimonio de Oyono Mbá Abang

Gaspar Oyono Mbá Abang es natural de Guinea Ecuatorial, y aunque no los aparenta cuenta ya 66 años de edad. “He venido aquí para buscar mi salud. Y por fin, por supuesto, estoy cubierto” nos cuenta con emoción. Vino hasta la Clínica Montpellier gracias a la ayuda de una compañera que lo encontró en su país sufriendo esta enfermedad. Todo por un accidente de tráfico, comenta. Le operaron en el Hospital La Paz de Bata, por primera vez tras el accidente, le pusieron un clavo, pero no se solucionó bien. “Gracias al doctor Evelio Navarro, que me lo sacó y me reestructuró el fémur”.  Y a resultas de esta intervención, en una revisión se le detectó la lesión del hombro.

Gaspar reconoce agradecido que sin estas intervenciones en Clínica Montpellier no habría recuperado su salud. El guineano vuelve a su país ahora, a finales de marzo. “Soy mayor pero conservo bien”, reconoce. Y añade su más profundo agradecimiento y su deseo de que Evelio Navarro siga con su buena fe de tratar a la gente con interés. “Yo no le olvidaré jamás en mi vida”, concluye con emoción.

Y su caso no es el único, porque hay más pacientes de Guinea Ecuatorial, como  Alejandro Mitogo, que también han llegado a la Clínica, todos ellos precedidos por la dificultad que representaban. A éste, recuerda Navarro, le hicimos una artrodesis vertebral l5s1 y otros pacientes también tenemos en el ámbito oftalmológico. Viven en su país y vienen aquí a intervenirse y realizar la rehabilitación posterior.  “Pero estos casos son los que te motivan, los que gusta hacer” concluye Navarro.

No quiere acabar de contar su experiencia sin referirse con orgullo a la Clínica Montpellier: “la clínica nos dota de todos los medios para que podamos  hacer este tipo de intervenciones aquí. Sin el apoyo, sin los medios de la clínica, sin el servicio de rehabilitación, no podríamos trabajar”.
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