Javier Leo / Imagen: Pablo Eguizábal. Madrid Si un paciente sufre un daño como consecuencia de un contagio por una falta de vacunación del profesional sanitario (un caso de gripe, por ejemplo), existe un supuesto de responsabilidad de la Administración, que debe indemnizar los daños y perjuicios ocasionados a este paciente, sin perjuicio de que después esa propia Administración sanitaria pudiera repercutir el cobro o el pago de la indemnización en aquella persona que en su caso hubiera podido ocasionar el daño. Así lo ha explicado el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, César Tolosa, que ha participado este miércoles en el seminario ‘Inmunización en adultos. ¿Un reto por alcanzar?, organizado por Pfizer. En declaraciones a Redacción Médica, Tolosa ha señalado que la posibilidad de obligar por ley al profesional sanitario a vacunarse de la gripe o de otras enfermedades en determinados supuestos “es una opción del legislador” que “no ha existido hasta este momento", a pesar de que "tuvo oportunidad de incluirse en el año 2011 con la Ley de Salud Pública”. En cualquier caso, añade, “la Constitución seguirá permitiendo una solución de esta naturaleza”. A este respecto, el presidente del tribunal cántabro ha mostrado su desacuerdo con “soluciones intermedias” como una hipotética obligación del profesional sanitario de informar al paciente de si está vacunado o no, para que éste tenga la opción de ser tratado por otro profesional si lo desea.
Los facultativos de Primaria, los menos dispuestos a vacunarse Durante el encuentro organizado por Pfizer también se han presentado los resultados de la ‘Encuesta sobre la vacunación de adultos en España. Gripe y Neumococo’, coordinado por el presidente de la Sociedad Española de Quimioterapia y Vacunología (SEQ), Juan José Picazo. El propio Picazo ha sido el encargado de exponer las conclusiones principales del informe, que ha contado con la participación de 336 profesionales sanitarios y 80 pacientes y del que se desprende que casi ocho de cada diez facultativos seguiría y recomendaría un consenso científico en el que se aconseje la vacunación periódica contra la gripe y el neumococo. Por especialidades, los más comprometidos con esta causa son los internistas, con una tasa de aceptación/recomendación de entre el 92 y el 97 por ciento. Les siguen los neumólogos (77%), los geriatras (71-74%) y cierran la lista los médicos de Atención Primaria (68-69%). Otro aspecto destacado por Picazo son las reticencias y la falta de confianza de los pacientes ante la vacunación: el 11 por ciento de los encuestados prefería sufrir la enfermedad a ser vacunado y el 14 por ciento dice que no se inmuniza porque “cuando se vacunó contrajo la enfermedad”. |