Redacción. Madrid
El cáncer y las enfermedades crónicas representan casi la mitad de las muertes no repentinas que se producen en la Unión Europea, según una investigación publicada en el 'British Medical Journal Supportive & Palliative Care'.
John Dalli, comisario europeo de Salud. |
El estudio utilizó los datos de los certificados de defunción de los 27 países europeos en 2007, si bien en Bulgaria, Bélgica, Dinamarca o Malta la información más actualizada correspondía a 2004 o 2006. En total, la población de la UE en ese período fue de 495 millones, de los cuales 4,8 millones fallecieron. De éstos, 2 millones lo hicieron por cáncer (1 de cada 4), insuficiencia cardiaca crónica (1 de cada 20), enfermedad respiratoria crónica, diabetes, insuficiencia hepática crónica, demencia, enfermedades neurológicas, insuficiencia renal crónica o VIH/sida.
Mientras que la tasa de muertes súbitas estuvo en 594 por cada 100.000 habitantes, la tasa bruta de mortalidad por cada 100.000 habitantes fue de 409 para el cáncer y las enfermedades crónicas en el año 2007, aunque varió considerablemente entre unos países y otros. Así, la tasa fue más alta en Bulgaria, Hungría y Dinamarca y más baja en Chipre, Irlanda y Eslovaquia. Además, se observó como la tasa sube con la edad. Bulgaria, Dinamarca y los Países Bajos encabezaron la lista de países con las tasas más altas entre los grupos de mayor edad, mientras que Letonia, Lituania y Estonia tuvieron las tasas más bajas.
En general, los países con tasas de mortalidad relativamente altas para el cáncer y las enfermedades crónicas tuvieron tasas relativamente bajas de muertes súbitas entre los mayores de 65 años. Por eso los autores concluyen que, a medida que la población vive más años, la cifra de fallecimientos por cáncer y enfermedades crónicas sigue aumentando. De ahí la necesidad de implementar estrategias de cuidados paliativos y facilidades para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.