La Revista

Sandra Rodríguez, de 21 años, estudia Enfermería en la Universidad Antónoma de Madrid

"Algunos médicos jóvenes te miran con superioridad"


21 jul. 2018 20:00H
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POR ESTHER ORTEGA
Sandra Rodríguez, de 21 años, estudia Enfermería en la Universidad Antónoma de Madrid, aunque no fue su primer destino. Después de una "difícil" primera experiencia en la que incluso llegó a dudar de su vocación, el desembarco en la UAM supuso para ella un espaldarazo definitivo para ella de cara a formarse en una carrera en la que, aún, perduran algunos casos de tensión con los compañeros de Medicina.

VOCACIÓN POR ENFERMERÍA

La joven, siempre había sentido predilección por las materias relacionadas con la salud, aunque no tenía claro cuál escoger tras acabar bachillerato. "Estaba entre Enfermería, Medicina y Biología. No me dio la ota para Medicina y, como tengo un primo que hace Biología y sabía que a mí lo de los bichos no me iba a gustar, pues me decidí por Enfermería, que no es tan fría como la Medicina.

"A la hora de estudiar, no hay distinción entre Enfermería y Medicina, nos llevamos bien todos, pero en los hospitales se nota más. Sobre todo los médicos jovencitos, que te miran con una superioridad que dices, hasta aquí hemos llegado. Tienes que poner ciertos límites y decir este es mi trabajo, no es que yo sea tu sirviente ni nada similiar, hay una complementariedad y hay que llevarnos bien para que el trabajo sea efectivo, porque si no, el que va a sufrir es el paciente".

BALANCE

Por eso, Sandra lo tiene claro: "Aunque te lleves mal con otro médico o enfermero, hay que hacer un balance para poder hacer un buen tratamiento", reflexiona la estuidante, a quien la carrera le está resultando algo complicada: "A mí me gusta mucho la Emergencia y Cuidados Complejos me ha encantado este curso. Legislación la que peor porque creo que no me va a servir mucho en el futuro, ha sido una asignatura que estorbaba.

Sandra ya ha estado en la Fundación Jiménez Díaz y en el Hhospital Puerta de Hierro haciendo prácticas. "En la Fundación era todo muy frío, el contacto con el paciente, no te dejaban pasar tiempo con ellos, pasaban de los estudiantes... En el Puerta de Hierro muchísimo mejor, son muy profesionales y hay quien te dice que no está ahí para enseñarte sino para trabajar. Pero otros pasan horas contigo enseñándote lo que les preguntes".

FUTURO

Sandra espera poder cumplir su sueño y estar  trabajando de aquí a un año, aunque también tiene otros proyectos en mente. "Primero voy a hacer un máster de Emergencias y Urgencias, y cuando lo termine, y teniendo en cuentas cómo esté el tema del trabajo, me plantearé hacer el EIR o no. Porque además, aprobarlo me parece un poco complicado", admite la joven.




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