Trabajar y estudiar para el MIR: una misión posible

Estudiar para el examen del MIR y trabajar no es misión imposible. Algunos estudiantes de Medicina ven las horas de trabajo como vías de escape de las interminables horas de estudio; otros aprovechan el verano para ganar algo de dinero y todos coinciden en que disponer de menos horas hace que se organicen mejor para no desperdiciar ningún rato libre.

Néstor estudió Medicina en Venezuela y aunque a su llegada a España le convalidaron la titulación no pasó lo mismo con su posgrado. Por eso, explica a LA REVISTA de Redacción Médica, se prepara para el examen del MIR y así, realizar la residencia en "algo quirúrgico, Cirugía o Urología". Actualmente, trabaja "como médico general prestando apoyo a cualquier persona que resulte herida en los festejos taurinos en distintas localidades de Castilla y León".

Este estudiante saca partido a los domingos, "agendados para descansar, yo los aprovecho para trabajar, y así, no quitarle mucho tiempo al estudio", al que dedica unas 8 horas diarias. Sobre si mantener el trabajo a lo largo del año, Néstor  comenta que dependerá "de los resultados en los simulacros" de examen. Aun así, le gustaría poder compaginar ambas ocupaciones.

Marta, también estudiante preparando el MIR, ha dejado el trabajo en el centro de Hemoterapia de Castilla y León hace solo unas semanas. Ella hizo el examen el año pasado y asegura que "el trabajo me ha servido para ver que hay algo más después del MIR, te sientes útil". Marta explica a este medio que mientras estaba trabajando "todo lo que está previsto que hagas en 10 horas, yo tenía que hacerlo en 5" y a falta de unos meses para volver a enfrentarse a esta prueba, ha preferido centrarse en el estudio.

La estudiante tiene varias opciones en mente: "cirugía torácica, cardíaca o traumatología", son sus primeras opciones. Sin embargo, no cierra la puerta a "Medicina interna, que es Medicina pura y también me gusta muchísimo".





Los trabajos sin horario fijo requieren todavía más organización. Es el caso de Alejandro, que además de prepararse para el MIR participa en la "evaluación de la calidad de las universidades".  El estudiante explica a LA REVISTA que "hay que ser consciente que cuando hay trabajo, hay que priorizar" y añade que "si tienes una hora y media libre, hay que aprovecharla para estudiar lo más importante y aquello que estudiarías si tuvieses todo el día libre, pues lo sacrificas y lo pierdes".

Alejandro justifica que el trabajo le permite seguir viviendo fuera de casa con autonomía y teniendo "la solvencia necesaria para vivir tranquilo". Pero además de la parte económica, el trabajo le ha servido como "vía de escape". "Cuando llevas siete horas estudiando y no puedes más, me pongo a mirar algo del trabajo y aunque no es un partido de futbol, te distraes y cambias de aires".

Aprovechar las horas muertas

"Cuando voy en tren o autobús, si no me apetece leer o subrayar, me pongo videoclases, es como si estuvieses viendo una peli o una serie". Así aprovecha Alejandro los ratos que pasa en el transporte público. Por otra parte, explica que "la carga de trabajo no es muy elevada y en verano todavía menos".

Aun así, el estudiante considera que "el mayor de los retos vendrá a partir de septiembre" cuando tenga que realizar más evaluaciones". Sin embargo, señala que "el estudio del MIR se basa en generar una rutina sobre el trabajo diario y sobre los recursos que se tienen". "Hay que ser disciplinado", señala, "más allá de 'empollar' hay que machacar e intentar comprender los conceptos básicos", explica Alejandro.

Este estudiante piensa en Psiquiatría como primera opción, aunque "Neurología, también me ha gustado porque es muy clínica y muy bonita". Por último, Alejandro sugiere ir cambiando de aires para "no cansarte". Según su opinión, "lo peor es cansarte, cuando llevas una semana con una asignatura que no te gusta, ves que no avanzas y te desmotivas". Por eso, aprender a desconectar "ayuda a seguir con el machaque militar del estudio del MIR", apunta.

Cambiar la rutina en verano

Andrea quiere realizar su etapa como MIR en Medicina de Familia pero mientras estudia para realizar el examen que la acerque a esa plaza trabaja como "médico asistencial con los trabajadores en una mutua" durante el verano. Esto supone cambiar su rutina de estudio ya que el trabajo llega a ocupar "11 o 13 horas" diarias.

Por eso, "en verano intento centrarme en simulacros" y durante el resto del año "me siento a estudiar". También hay algún rato para descansar, aunque solo sea "medio domingo libre". Esta estudiante está acostumbrada a organizar su horario al milímetro ya que el hecho de trabajar y estudiar suponer tener "X horas y no puedes perder el tiempo. De hecho, si tienes algún hueco en el trabajo, puedes ponerte a revisar esquemas".

Aprovechar los ratos libres y aprender a desconectar parecen ser las claves para compaginar estudio para la realización del MIR y el trabajo. Aunque la disciplina y el esfuerzo son requisitos indispensables, disfrutar de algo de tiempo libre para dejar de pensar en esquemas, simulacros y libros es fundamental para estos estudiantes.