La Revista

No todas las disciplinas captan el interés de los futuros residentes, según indican los datos de la asignación de plazas

El incierto futuro de las especialidades 'marginadas' del MIR


14 ene. 2017 20:00H
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POR J. A. PUGLISI / M. DOMÍNGUEZ / J. BARBADO
“Con estas notas, me veo cursando Hidrología en Ceuta”. La broma entre los aspirantes a las plazas de formación sanitaria especializada demuestra que algunas especialidades cuentan con una mejor reputación que otras. Un aspecto que también se manifiesta en los actos de asignación de plazas, en donde algunas disciplinas agotan sus cupos durante los tres primeros días, mientras que otras deben esperar hasta el décimo para poner el cartel de ‘cerrado’.

El poco atractivo de especialidades fundamentales para el Sistema Nacional de Salud (SNS) podría conllevar a una disminución en el número de plazas ofertadas por parte de las comunidades autónomas, lo que repercutiría en la calidad de la cartera de servicios ofrecidos a los ciudadanos. Aunque parece poco probable que algunas disciplinas se puedan ‘extinguir’ de la oferta sanitaria especializada, sí podría haber un descenso en el número de especialistas, dejando al descubierto a las áreas menos pobladas del país.

El presidente de la Sociedad Española de Medicina y Seguridad en el Trabajo y médico del trabajo en la Administración Pública Vasca, Alfonso Apellániz.

Durante el año pasado, Medicina del Trabajo fue la última en agotar sus plazas con los aspirantes con los números de orden 7.756 y 7.759, quienes escogieron las vacantes del Hospital Cruces y el Hospital Universitario de Ceuta, respectivamente. No es la primera vez que ocurre. En la convocatoria 2014-2015, esta disciplina agotó sus vacantes con el candidato situado en el número 7.970, mientras que el año previo lo hizo con el 7.279. En este sentido, es la primera vez que se posiciona por detrás de Medicina de Familia y Comunitaria, quien tradicionalmente es quien pone el broche de cada convocatoria.

Y eso a pesar de que “hay déficit de médicos del trabajo”, explica a LA REVISTA de Redacción Médica el presidente de la Sociedad Española de Medicina y Seguridad en el Trabajo y médico del trabajo en la Administración Pública Vasca, Alfonso Apellániz. “Esta especialidad es de las pocas que tienen trabajo cien por cien seguro; hay problemas para encontrar médicos del trabajo a nivel estatal”. 

Pese a tener empleo asegurado, Apellániz lamenta que las condiciones laborales y el reconocimiento social no sean los mejores, como también que no se potencie el desarrollo laboral de las aptitudes del especialista en su puesto. “Hay un porcentaje importante que trabaja en servicios de prevención y su labor más importante es la vigilancia de la salud, no pudiendo realizar labores de investigación o docencia, por ejemplo”.

No obstante, el principal escollo que ve para hacer atractiva la especialidad es que no existe una asignatura propia en la carrera de Medicina, sino que su contenido está diseminado a lo largo de varias, lo que genera una “falta de conocimiento” de esta disciplina. “El conocimiento de sus funciones y tareas no queda clarificado a lo largo de la carrera”, asegura. La creación de esta asignatura sería un elemento imprescindible para dejar de ser el farolillo de cola de la elección MIR.

Medicina de Familia

En la última convocatoria, Medicina de Familia y Comunitaria logró romper una de sus propias marcas MIR al contar con nueve residentes entre los 500 primeros en escoger su residencia, lo que se convierte en la marca más alta de los últimos 14 años. Desde 2010, la disciplina ha comenzado a ser escogida con una mayor frecuencia entre los números de orden más altos, aunque no ha sido suficiente para salir de las opciones que agotan su cupo el último día.

José Luis Llisterri y Antonio Fernández-Pro, presidentes de Semergen y SEMG.

El resultado pone en evidencia los esfuerzos realizados por las sociedades de Atención Primaria, quienes han realizado una serie de campañas para dar a conocer esta disciplina entre los estudiantes de Medicina. “Nadie elige lo que desconoce”, ha explicado Antonio Fernández-Pro, presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), quien ha recordado que “se han venido realizando una serie de campañas y se ha buscado una mayor implementación en el pregrado, ya que es muy difícil que se elija la especialidad cuando no está presente en las universidades”. 

Para el presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), José Luis Llisterri, se trata de un “problema crónico” que está causado por la “orientación hospitalocentrista de la carrera de Medicina”. La solución pasa por hacer obligatoria “en todas las universidades” la asignatura de Medicina Familiar y que sea impartida por los propios especialistas, ya que “en este momento lo está siendo por geriatras, urgenciólogos, internos, etc.”. Llisterri se muestra confiado en que “cuando el estudiante conozca la Atención Primaria, se mostrará atraído por ella”.

Para la convocatoria 2015-2016, las últimas dos plazas en elegirse fueron las adquiridas por Juan Alberto González (número 7.751) y Miguel Ángel Quintanilla (número 7.753), quienes están formándose en el Sector Alcañiz y en el Servicio Integral de Salud Baix Empordá-Ssibe. En este sentido, la especialidad ha logrado completar su oferta mucho antes que el año anterior, cuando el último en escoger fue el aspirante con el número de orden 8.087 o al cierre de la convocatoria 2012-2013, cuando se debió esperar hasta el candidato situado en la posición 9.176.

Medicina Preventiva y Salud Pública

Otra especialidad que ha logrado superar su propia marca MIR es Medicina Preventiva y Salud Pública. Durante los días de asignación de plazas, la disciplina contó con una mayor aceptación entre los residentes de altos números de orden, una tendencia que la Asociación de Residentes de Medicina Preventiva y Salud Pública (ARES) relacionó con el “efecto ébola”. No obstante, dicha situación no fue capaz de evitar que las plazas se agotaran antes.

El presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph), Francisco Botía.

Tradicionalmente, Medicina Preventiva y Salud Pública completó su aforo después de los primeros 7.000 candidatos. En este sentido, para 2012-2013 logró agotar sus plazas con el aspirante con el número 7.651, pasando al 7.305 durante el año siguiente y, para el MIR 2014-2015, fue el que obtuvo el número 7.464. Durante la última convocatoria, se tuvo que esperar a 68 aspirantes, por lo que la última es escoger fue Marta Clara, cuyo número 7.532 le abrió las puertas del Complejo Hospitalario de Cáceres.

En realidad, la especialidad ha quedado relegada por los médicos recién salidos de la Universidad desde hace muchos años, como recuerda el presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph), Francisco Botía.

“En los 80 era la única de carácter no asistencial en el ámbito hospitalario, y se la consideraba un mundo aparte; al mismo tiempo, se temía y respetaba la figura del preventivista porque se relacionaba con la inspección y supervisión del centro”, revela.

Sin embargo, el reparto de profesionales de Medicina Preventiva en los hospitales ha sido siempre muy desigual en función de cada comunidad autónoma e incluso provincia sin atender a un criterio explicativo. “En Alicante, por ejemplo, en 1990 no había un solo especialista de este campo cuando hoy se cuentan entre 15 y 20”, detalla.
Otra lectura positiva que destaca Botía repara en el hecho de que, con el tiempo, haya aumentado “muchísimo” la demanda de Medicina Preventiva como perfil idóneo para la gestión de la salud, con muchos puestos de directivos ocupados por estos especialistas en los servicios de salud regionales.

Especialidades 'extintas'
Las especialidades también se extinguen. El Ministerio de Sanidad eliminó, durante las últimas dos convocatorias, las plazas para Medicina del Deporte, Farmacia Industrial y Galénica, e Hidrología. Bajo el argumento de una escaza demanda MIR y relevancia en la cartera de servicios sanitarios, se cerraron las tres disciplinas, cuya única esperanza se ha centrado en la oportunidad de presentar unas ponencias técnicas donde destaquen su importancia para ser sumadas a la troncalidad. Hasta la fecha, no hay indicios de que se recuperarán dichas especialidades, quedando al margen de la suerte que ha corrido, por ejemplo, Medicina Forense, la cual ha sido rescatada por el propio Ministerio de Justicia y de Sanidad. 

Análisis Clínica y Bioquímica Clínica

Entre los ‘patitos feos’ de la elección de plazas MIR también destaca la especialidad de Bioquímica Clínica. En la última convocatoria, fue la antepenúltima disciplina en lograr copar sus vacantes. Específicamente, el último residente en acceder ha sido Eduardo Higueras Moras, quien ha alcanzado el número de orden 7.633, por lo que ha entrado en el Hospital Universitario Central de Asturias. En este sentido, se han agotado su disponibilidad 913 puestos más tarde que la anterior convocatoria, cuando la última vacante fue para el número 6.720.

Su especialidad ‘gemela’, al menos en el modelo de troncalidad, Análisis Clínica, cerró sus vacantes de la mano de Marifina Chiler, aspirante con el número de orden 7.530. En este sentido, tomó la última plaza de la disciplina en el Hospital Virgen de la Luz, lo que se traduce en un retraso de 208 puestos en comparación con la convocatoria 2015-2016, cuando la última plaza fue para el aspirante 7.322.

No hay que pasar por alto, con todo, que al campo de conocimiento que cubren ambas especialidades se accede desde al menos tres carreras sanitarias aparte de Medicina: Química, Farmacia y Biología.

La presidenta de la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio, Inma Caballé.

“Por lo general las plazas de los laboratorios clínicos las cubren farmacéuticos, algo que explica, en parte, que muchos médicos releguen la especialidad médica a una de sus últimas opciones, sin olvidar que, a menudo, lo hacen para rellenar un año y volverse a presentar al examen MIR, como denunció el propio Ministerio de Sanidad”, ha revelado a LA REVISTA de Redacción Médica la presidenta de la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio, Inma Caballé.
En su opinión, el hecho de que el estudiante de Medicina no haga prácticas de laboratorio durante la carrera y solo acceda a él si escoge la especialidad explica su desconocimiento sobre ella.

“Además, muchos la interpretan como la menos médica de las especialidades al no ser asistencial y mantener al profesional alejado del paciente”, concluye.

El próximo 10 de abril comenzarán los actos de asignación de plazas. En el caso de los aspirantes al MIR, se reunirán en el Ministerio de Sanidad para elegir, personalmente, la especialidad y el centro donde se formarán como residentes. Aunque nadie parece dudar de que las primeras disciplinas en completarse sean, como ha ocurrido durante los años previos, Dermatología y Cirugía Plástica, existen más dudas sobre los últimos aspirantes que escogerán durante el décimo día de elección. Si bien Medicina de Familia es la opción tradicional, la última convocatoria ha demostrado que puede haber sorpresas.

Lo único que es seguro es que ninguna quiere ser la última de la tabla y correr el riesgo de repetir el futuro de especialidades como Medicina del Deporte, Farmacia Industrial y Galénica, e Hidrología, las cuáles han dejado de ofertarse durante los últimos años y cuya única esperanza para volver al MIR es convencer al Ministerio de Sanidad, a través de ponencias técnicas, para que las incorpore en el modelo de troncalidad.
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