La Revista

Jesús Villegas, R4 de Neumología en León, no descarta volver a presentarse al MIR cuando acabe la residencia

Doctor Desastre, el MIR influencer que no se conforma con una especialidad
Jesús Villegas, neumólogo, cree que es necesario formar más a los estudiantes para humanizar el trato con los pacientes.


10 mar. 2018 20:00H
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POR ESTHER ORTEGA
Jesús Villegas, AKA el 'Doctor Desastre' (@elpacienteytu), tiene 31 años y es residente de Neumología en el Complejo Asistencial Universitario de León. En las redes sociales tiene miles de seguidores con los que intercambia mensajes. Y es que el joven ha conseguido captar su atención narrando la parte más humana de su profesión: "La primera entrada fue sobre un paciente al que conocí en la Unidad de Cuidados Paliativos durante la carrera. Esa semana estaba un poco liado y cuando me volví a meter en el blog, tenía muchos más seguidores y la gente me preguntaba quién era yo", explica Jesús, a quien le hace feliz que haya gente que lea sus experiencias sanitarias: "Con que me lea una persona ya estoy contento".
 
El R4 recuerda que el día de su examen MIR estaba "sorprendentemente tranquilo": "Cuando peor lo pasé fue a la hora de elegir, la incertidumbre de entrar o no, de si me daría la nota", recuerda el especialista, que se preparó desde mayo hasta febrero y empezó a trabajar en el 2014.
 
Cuando comenzó a estudiar Medicina, a Jesús le atraía especializarse en algún tipo de cirugía o microcirugía, pero las prácticas le hicieron cambiar de opinión: "Tuve que rotar por Neumología y me hizo ver que era muy bonita", recuerda el doctor, a quien le influyó mucho la tutora que le acompañó en esta experiencia. "La especialidad me gustó en la carrera y ya me la planteé como primerísima opción tras el MIR. Y aquí estamos", bromea el almeriense, que estudió e hizo las prácticas en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca, de Murcia.

Nuevo destino

Jesús durante las prácticas del máster que cursó en Madrid.

De Almería a Murcia para estudiar la carrera. Y de Murcia a León para la especialidad. A Jesús no le da miedo moverse por la geografía española con tal de cumplir su sueño. "Me había ido fuera de casa durante la carrera y al principio lo pasas un poco mal porque no conoces a nadie", reconoce el almeriense, que ya sabía a lo que se enfrentaba al trasladarse de nuevo: "En León ya conocía a gente y me habían hablado muy bien del Hospital". El centro hospitalario es una gran oportunidad para un neumólogo: "Al haber tantas minas y tantas canteras hay muchas patologías pulmonares. Era una opción atractiva, me gustaba".
 
Pese a ello, tuvo que adaptarse a las nuevas cirsunstancias: "La llegada al hospital fue complicada porque soy del sur y me tuve que adaptar al tiempo -ríe- y también a la gente. Es una forma distinta de trabajar, otra filosofía", explica el joven que, bromea, todavía está aclimatándose "al frío".
 
Una vez superada la mudanza, tocaba meterse de lleno en la vida del hospital y afrontar los primeros desafíos. "Superado el MIR, la mayor preocupación de cualquier residente es la primera guardia", sentencia Jesús, que recuerda perfectamente su debut en el Hospital de León: "Me acuerdo que la primera guardia fue en Urgencias, porque el primer año te lo pasas haciendo 'guardias de puerta'. El adjunto con el que estaba ese día me preguntó: ‘¿es tu primera guardia?' ,y yo asustadísimo le dije que sí, que a ver qué tal salía", rememora Jesús. "Al ver el triaje de la primera paciente vi que ponía sospecha de un ictus y ya me asusté. En el camino al box iba pensando en la exploración neurológica y en los pasos que tenía que dar", confiesa el médico, que en aquella primera guardia tomó todas las precauciones posibles para no equivocarse: "Vas con pies de plomo, medio asustado pero sin darlo a entender, con seguridad aunque por dentro vayas nervioso. Las primeras guardias las recuerdo con cariño porque al verme tan joven los pacientes me ayudaban ellos a mí".
 
Situaciones difíciles

Jesús echa en falta más preparación psicológica previa a la residencia para poder afrontar situaciones difíciles con los enfermos y las familias. "En España la carrera es muy teórica, no estás cien por cien en contacto con el paciente, que es algo que se debería cambiar", denuncia el joven, que notó un gran cambio de la teoría a la práctica: "Me sorprendía que ya era todo de verdad. Que lo que decían los libros que le podía pasar al paciente, le pasaba tal cual", explica el residente. "En la especialidad tienes que tomar decisiones importantes y es lo que más impresiona. Por ejemplo, te llega un paciente de Urgencias y estás casi solo. Te tienes que buscar las castañas tú y eso impacta".

Para el médico, influye mucho la forma de ser de cada uno a la hora de acercarse al paciente. "En la carrera, en lo humano, tristemente no te forman, dependiendo de cómo seas tú, así serás con el paciente. En la carrera yo tuve la suerte de hacer la rotación en la Unidad de Cuidados Paliativos, donde además de aprender Medicina, aprendías a enfrentarte a este tipo de casos", recuerda Jesús. Para él, fue una gran ayuda años después: "Cuando eres residente lo vives de otra forma y tienes que dar la cara sí o sí, ya no eres el estudiante. Se agradecería un poco más de formación porque son momentos muy difíciles. Decirle a un paciente o a su familia que no va a salir es muy duro".

Jesús es residente en Neumología porque se enamoró de la especialidad durante la carrera. 

Una de las decisiones más difícil que ha tenido que tomar Jesús ocurrió hace unos días. "Hace poco, llevaba yo solo a un paciente y fue mal. Era una EPOC muy severo con pronóstico malo, llevaba muchos años enfermo -relata el neumólogo- y parecía que iba remontando con el tratamiento. Como médico empleas todas tus artimañas para que mejore y salga otra vez de esta", ilustra el médico, al que se le entrecorta la voz: "Ves que al final se va complicando y el paciente va a peor. Tienes que decidir poner fin y sedar a esa persona porque no podemos hacer más. Parecía que todo iba bien y en una semana cambió y todo fue horrible". Esta decisión tan dura la compartió con sus seguidores de Twitter, que intercambiaron impresiones con Jesús acerca de la sedación
 
Referente en la red

El neumólogo en el descanso de una de sus guardias.

"Doctor Desastre surge con una amiga comiendo una hamburguesa. Estaba ya en la carrera y a mí siempre me había gustado leer y escribir. El nombre, además de porque soy un poco desastre, viene del grupo Funambulista, que me encanta y tiene una canción con ese título con la que me identifico", explica Jesús, que creó un espacio en el que poder compartir sus vivencias como doctor: "El blog lo creo para dar a conocer el lado humano de un médico, que no somos rocas a las que no nos afecta nada. Por supuesto no hay nada de tecnicismos, porque una de las bendiciones es la interactuación".
 
A Jesús no le queda mucho tiempo como residente, pero aún no ha tomado ninguna decisión: "Todavía tengo opciones en el aire. He decidido tomármelo con filosofía como buen andaluz. Aún me quedan dos meses y rotaciones importantes en las que aprender", explica el médico, que añade: "Lo que tenga que ser, será.

Una de las opciones que no descarta Jesús es volverse a presentar al examen MIR: "Si tengo que repetirlo para buscarme más opciones, pues estoy abierto. No me importaría ponerme otra vez… es una lata, es duro por no poder ver a la familia o salir tanto como quieres, por no disponer del cien por cien de tu tiempo... Pero las cosas al final salieron muy bien, me permitió elegir el hospital que yo quería. Si no sale nada, tampoco me importaría", argumenta el médico, que también baraja volver a Almería. 
 
Lo que sí tiene claro es que, al menos de momento, se quedará en España. "Hace poco estuve en Bélgica y vi que los especialistas están muy bien valorados y cobran muy bien, Pero ahora me costaría muchísimo la verdad. Me encanta estar con la familia, siempre que puedo, bajo a verles", confiesa el almeriense, al que le encanta conducir y juega en un equipo de fútbol.
 
 

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