La Revista

La psicóloga narra su experiencia profesional, con el cuidado de los niños como gran protagonista de su trayectoria

Rocío Ramos-Paúl.


21 ene. 2017 20:00H
SE LEE EN 10 minutos
POR JOSÉ A. PUGLISI
Un modelo a seguir. Una heroína del hogar. Así es Rocío Ramos-Paúl, más conocida en la sociedad como ‘Supernanny’. A través de su programa de televisión, la psicóloga ha ayudado a las familias españolas en la reconducción de las conductas disruptivas de los más pequeños, encontrando el origen del problema y estableciendo una hoja de ruta que permita volver a la armonía bajo el mismo techo. Sus conocimientos, sin embargo, no son infalibles. “Todos tenemos el derecho a equivocarnos y yo misma lo ejerzo”, apunta al recordar que, al pasar las puertas de su hogar, no existe ninguna ‘Supernanny’ que se encarga de la crianza de sus hijos, sino simplemente es ella misma: una mamá.

El reconocimiento mediático le ayuda a transmitir mensajes de cambio. Uno de los más fundamentales es su lucha contra el consumo de alcohol entre menores de edad, una de las campañas en las que colabora con la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE). Para Ramos-Paúl es evidente la necesidad de apostar con fuerza en el área de la previsión, siendo la herramienta más eficaz para evitar que se repitan más casos como el de la joven de 12 años que murió a causa de un coma etílico.

¿Cómo inicia el amor por la Psicología?

La verdad, desde el principio tuve claro cuál era mi vocación. He tenido suerte con eso porque, además, trabajo en lo mío, que es bastante complicado hoy en día. Empecé por pura vocación, cuando me tocó la hora de elegir, vi muy claro que quería trabajar en Psicología. Además, en Psicología Clínica.

A partir de ese momento, empecé a estudiar, luego llegó el Máster y me toco decidir la corriente en la que quería trabajar. Ahora, llevo trabajando ya un montón de años. Estoy un poco mayor y llevo unos cuantos años a la espalda de experiencia.

¿Cómo da el salto de la Psicología a la televisión?

Antes de iniciar el proyecto de la televisión, me encontraba en el área de menores de la Comunidad de Madrid. Por situaciones personales, en un momento determinado me apeteció trabajar más en la clínica y, específicamente, en el sector privado. A partir de ahí, la historia es muy sencilla. Contesté un par de propuestas que había de trabajo y una de ellas era esta. ¡Fíjate tú por dónde!, pues hasta hoy. Hace de esto unos 10 años.

¿Considera que de aquellos aprendizajes que se adoptan en el grado de psicología favorecen a la crianza de un hijo?

Roc?o Ramos-Pa?l.

Rocío Ramos-Paúl.

A nivel personal es como todo. Si eres arquitecto, sabes mejor elegir tu casa; si eres abogado, sabes por dónde solventar problemas legales; pero si eres psicólogo, y además tienes  cierta especialización en niños, pues te adelantas un poco a lo que pueda estar ocurriendo en casa. Lo que no quiere decir que nada te sorprenda.

Suelo decir que una cosa es que sepa por qué están ocurriendo las situaciones, los distintos acontecimientos que me pueden pasar a nivel personal, y otra cosa es que no me equivoque como hace el resto. Además, como tenemos derecho a equivocarnos, yo también ejerzo mi derecho.

¿Cree que una mayor presencia de psicólogos en el Sistema Nacional de Salud ayudaría a una mejora general de los hábitos infantiles?

Hay varios campos en los que trabajar. A nivel de Salud Mental, actualmente hay escasos recursos, por lo que no se llega hasta la población con la calidad que se debería llegar, pero no por una cuestión del profesional, sino de la falta de recursos y demanda creciente. Los psicólogos trabajamos muy bien, siendo una pieza fundamental en el ámbito de la prevención, incluida la de la crianza.

La prevención es un tema que no se ve de hoy para mañana, sino que se percibe mucho tiempo después cuando no se ha realizado de forma correcta. A veces, en este ritmo en el que vivimos, nos centramos erradamente más en la eficacia rápida y nos olvidamos de la prevención por no ser inmediato.

¿A qué representante de la sanidad española le hizo falta una Supernanny?

(Risas). No lo sé, la verdad. Aunque se han visto algunos comportamientos que serían dignos de analizar. Cuando una persona trabaja bien, se notan los efectos de una buena base en general, más que de una ‘Supernanny’, ya que se cuentan con la capacidad de trabajar en equipo, tener empatía y otras características que son necesarias cuando se es ministro o se ocupa cualquier cargo en política general.

¿Pero no le viene ningún nombre en particular a la cabeza?

Más de un periodista, ante la situación que hemos vivido los últimos días en el Congreso, ha hecho referencia a la necesidad de una ‘Supernanny’ en la institución (risa). Pero yo no me atrevo yo a decir a quién sí y a quién no.

¿Cuáles han sido los momentos que más le han marcado durante la grabación del programa?

Roc?o Ramos-Pa?l, durante la entrevista.

Rocío Ramos-Paúl, durante la entrevista.

En general a mí me gustó mucho el programa. La parte más positiva la he vivido con las experiencias que he ido recogiendo a posteriori, cuando se observa la normalización de determinadas conductas. Muchas personas me han dicho: “yo creía que me pasaba sólo a mí, y contigo y con el programa he descubierto que son reacciones comunes”, por lo que también se les ayuda.

En el ámbito de la educación también lo hemos percibido, ya que algunos profesores ya usan términos que empleamos en el programa y que habían intentado explicar antes sin ser entendidos, por lo que usan los capítulos como un lugar común para entenderse con los padres y es cuando dicen “ah cómo en el programa”. Esto ha facilitado las labores de los docentes y, para mí, es la parte más positiva de todo este esfuerzo.

¿Tiene muchas consultas espontáneas a pie de calle?

Eso es continuo. La ‘Supernanny’ es un personaje que ha generado mucho cariño y eso hace que, cuando te pillan en cualquier sitio, te detienen para preguntarte y parece que, de repente, tendría que decir algo que va a resolver toda la solución que esté viviendo esa persona.
EN CORTO
Libro favorito
‘El experimento de las golosinas’, Walter Mischel
 
Película
‘Un monstruo viene a verme’.
 
Canción
Por las fechas, los villancicos que me va a tocar cantar en casa con los niños.
 
Una ciudad donde vivir
En Madrid, donde soy muy feliz. Aunque hay una ciudad que a mí me encanta: Cádiz.
 
Una ciudad para viajar
Nueva York.
 
Un objeto imprescindible
No tengo objetos imprescindibles
 
Un personaje de su vida
Mi marido.
 
Un protagonista histórico
Albert Ellis, que es un gran psicólogo.
 
Un lema vital
Los acontecimientos no son los que nos provoca malestar, sino lo que pensamos sobre ellos.
 
Un equipo de fútbol
¡El Atleti!
 
Algo que le haga feliz
Estar en casa, un día de familia. Sin estrés, sin carreras y disfrutando. destacado

Hay una cosa que es interesantísima. Para cada padre, su hijo es lo que más quiere en el mundo y, lógicamente, lo que más te preocupa, por lo que presentan una gran situación que es imposible de resolver en cinco minutos. Ojalá fuera así de sencillo, ya estaría retirada.

¿Alguna anécdota que le haya marcado?

Son muchas. Sobre todo la relacionada con los padre, en ese momento cuando llegas a las casas y hay esa desesperación y se deben trabajar los distintos comportamientos. En el programa se trabajan muy poquitos porque era impensable poder trabajar en general o en el ámbito emocional, por lo que nos hemos centrado en problemas de conducta que son disruptivos y generan tensión.

En resumen sería el proceso de pasar del “no puedo con este niño" al "me siento feliz porque veo al niño mejor, porque soy capaz de controlar, porque me di cuenta de que vuelvo a tener un poco las riendas de la familia y a saber qué tengo que hacer".

¿Cómo es la ‘Supernanny en casa con sus propios hijos?

En casa no soy ‘Supernanny’, soy mamá, que es lo interesante de esto. Me equivoco las veces que me tengo que equivocar y la única ventaja que tengo sobre el resto es esto que sabes que te estás equivocando.

La muerte de la niña de 12 años por coma etílico ha encendido las alarmas en los padres, ¿qué pueden hacer para evitar que se repitan estas situaciones?

¡Ahí está la prevención!. Hablar con los hijos, saber comunicarse cuando llega la adolescencia, cambiar el chip, empezar a negociar, saber que cada adquisición de una nueva libertad o autonomía recién estrenada va precedida de un esfuerzo, estar pendientes de lo que ocurre sin estar encima.

Hay que establecer un equilibrio que tiene que ver con la edad que están viviendo en este momento. Es verdad que, 12 años, no corresponde en este tipo de actitudes y que muchas veces detrás lo que ha habido es lo que hablamos: una falta de herramientas.

¿Cuáles serían las tres claves para convertir a un padre en una ‘Supernanny’?

Hay tres claves en educación: los hábitos o las rutinas que dan mucha seguridad al niño; las normas y los límites, que le dan mucha protección; y el sentirse querido y valorado, todo lo que es la autoestima y el tiempo de calidad. Estos tres pilares hacen que el niño se viva como feliz, que es lo interesante para todos.

¿Cuáles son los planes a futuro de la ‘Supernanny’?

Pues muchos, la verdad que sí. A nivel profesional, tengo muchas áreas que tocar: la consulta, trabajo en la universidad, en campañas como la de ‘Menores ni una gota’, y de conferenciante, entre otro montón de cosas. Todo relacionado con la Psicología, menos mal. Tengo la suerte de trabajar en lo que elegí por vocación y eso es ¡fenomenal!

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