Sede de Muface
La
tranquilidad reina en los pasillos de
Muface. Ya ha pasado un mes desde que las aseguradoras (
Asisa y Adeslas) y la Dirección General de la mutualidad
firmasen el contrato para el
concierto sanitario de los años 2025, 2026 y 2027. Una rúbrica que ha llegado después de meses de intranquilidad, protestas, cartas de despedida (y de bienvenida), tres licitaciones y hasta una prórroga (con varias modificaciones) para asegurar la
asistencia sanitaria de más de un millón y medio de personas.
El ambiente es distinto al de ese 2 de octubre, cuando la
crisis sin precedentes de la mutualidad empezó a asomarse. Un problema que creció y convirtió en uno de los
capítulos más ‘negros’ de Muface el 5 de noviembre. Fue entonces cuando, por primera vez en sus casi 50 años de historia, la licitación para el modelo de sanidad privada
quedó desierta. Ni Asisa, ni Adeslas, ni DKV quisieron seguir por las condiciones económicas.
Las dos primeras, tras varios meses de negociaciones, han continuado en
Muface. DKV, por su parte, ha dicho ‘adiós’ al mutualismo administrativo. Y esa despedida ha ocasionado un
periodo de permutas en el que más de 200.000 mutualistas adscritos a esta compañía han tenido que cambiarse de aseguradora.
Unos cambios que, como ha podido saber
Redacción Médica, "
no van a provocar grandes daños" en el modelo de asistencia sanitaria privada de Muface. Más aún, en la sede de la mutualidad se resta preocupación a los resultados de las permutas…
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