La directora de Planificación, Ordenación y Evaluación Sanitaria vasca repasa la actualidad de su departamento

Murga: "Ningún MIR se ha sentido excluido de Osakidetza por el euskera"
Nekane Murga, directora de Planificación, Ordenación y Evaluación Sanitaria del Servicio Vasco de Salud.


24 jun. 2018 12:00H
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La polémica de la que se ha visto rodeado el Servicio Vasco de Salud-Osakidetza en relación a las filtraciones de los exámenes de las Ofertas Públicas de Empleo (OPE) sanitarias no altera la hoja de ruta de la Dirección de Planificación, Ordenación y Evaluación Sanitaria del Gobierno vasco. Estabilización del empleo, mayor número de plazas MIR, el requisito del euskera o la adherencia a los medicamentos marcan la agenda de su directora, Nekane Murga, quien explica las medidas que se han llevado y continuarán abordandose bajo su mandato a Redacción Médica.

Nekane Murga, sobre las plazas MIR.

¿Cómo quedará la estabilidad del empleo en Osakidetza tras las numerosas OPE que se han planteado?

En este momento tenemos en marcha la OPE 2016-2017. En ella salen más de 3.300 plazas y vamos a intentar llegar a un 95 por ciento de la plantilla en situación de estabilidad y plazas estables con esta OPE. Esto ha sido fruto de un acuerdo con el Sindicato Médico, SATSE y UGT y también se ha llegado a un acuerdo para que haya otra OPE en 2019. Estamos en un momento de un importante cambio generacional y la idea es ir sacando estas plazas de las personas que van dejando nuestra organización sanitaria, para que las adquieran personas con formación y que saquen estas OPE.

¿Cree que la exigencia del idioma puede generar un déficit de médicos en el País Vasco?

No, no lo creemos. El euskera es un derecho de los ciudadanos. Además, para nosotros que proveemos salud, el poder atender a los ciudadanos que así lo requieran en la lengua en la que se sienten más cómodos va a facilitar la comunicación y nos va a dar mayor empatía, así como la posibilidad de ofrecer un mejor servicio a los ciudadanos. En 2013-2014 hubo una OPE en la que todas las plazas que fueron perfiladas en euskera fueron ocupadas. Además, nosotros, desde el servicio de salud, creemos que la incorporación del euskera se debe hacer con equidad y de forma progresiva. Vamos estudiando su uso en las distintas zonas geográficas y especialidades, e intentamos poner aquellos profesionales necesarios para dar la respuesta a lo que necesitan  nuestros ciudadanos. Y esto hasta ahora no ha sido difícil de cubrir, pero si lo fuese en un futuro tenemos los recursos necesarios para, en el caso de no poder hacerlo, poner a un profesional que lo haga en lengua castellana. Pero inicialmente queremos dar respuesta a lo que pide nuestra población, y la realidad lingüística de nuestra población es que hay un porcentaje de personas que quieren expresarse en su lengua materna, que es el euskera.

Un MIR que quiera hacer su residencia en el sistema vasco de salud y no sepa euskera, ¿qué puede hacer?

No les pedimos ningún requisito, para entrar en el servicio vasco de salud no es necesario el euskera. Porque hay un porcentaje de población que se comunica en castellano. Tenemos unos itinerarios formativos, disponibles en las páginas web, a través de los tutores o en las jornadas de puertas abiertas, donde se explican en cada uno de los servicios y unidades qué número de personas y actividades que se realizan en euskera. Entonces, a los MIR cuando llegan se les adjudican aquellas actividades en la lengua en la que son capaces de desenvolverse. Hasta ahora hemos sido una comunidad que ha atraído residentes, y además tenemos un porcentaje alto de los residentes que son de nuestra propia comunidad que ya han tenido una formación, tanto en el periodo preuniversitario como en la propia universidad, en euskera.

"La formación, el control y el uso de los fármacos, son un triple sistema para  intentar mejorar la prescripción y evitar que en el futuro se den resistencias microbianas".

Por lo tanto, tenemos MIR que algunos saben euskera, y otros no. Pero tenemos población también de los dos tipos. Nosotros hacemos encuestas y, hasta ahora, ningún MIR se ha sentido excluido en nuestro sistema. Los tutores y las unidades docentes se encargan de que aquellos residentes estén en las consultas, unidades o exploraciones acordes a su capacidad de expresarse. 

¿Considera que se debería de ampliar el número de plazas MIR? Y, de ser así, ¿tienen un número aproximado de cuántas deberían ser?

El número de plazas MIR es un tema difícil de calcular. Nosotros llevamos años tratando de resolverlo, viendo las necesidades para ir incrementando en cada una de las especialidades en función de los cambios asistenciales, y también por la edad de los médicos que forman parte de estas plantillas. En este momento sabemos que va a haber un importante cambio generacional dentro de dos o tres años. Estamos incrementando las plazas en estas especialidades, pero el incremento de plazas va unido a la acreditación de plazas. Y para acreditar las plazas necesitamos actividad, tutores y hacer unas acreditaciones en las que interviene el ministerio. En este momento nosotros somos capaces de formar 93 médicos de Familia y Comunitarios al año, pero tenemos solicitadas 14 plazas más, que estamos esperando que nos las acrediten desde Sanidad.

A su vez, estamos identificando aquellos centros de salud y organizaciones que tienen condiciones para formar especialistas con la adecuada calidad. No queremos crear plazas que no cumplan estas condiciones, pero sí estamos revisando todas las unidades, identificando cuáles tienen capacidad y buscando su acreditación. Estamos en torno a 320 plazas MIR/año, tenemos solicitadas 35 más pendientes de acreditación, y es muy posible que en próximo año acreditemos entre 20 y 25 más. Esto es un proceso dinámico en el que intervienen las necesidades y la capacidad de nuestro sistema sanitario para formar.

¿Hay alguna medida concreta para que el MIR dedique más tiempo a su propia formación que a resolver la presión asistencial?

Sí, en las trayectorias formativas. Los MIR tienen unos planes de formación en los que se forman trabajando, no trabajando por trabajar, sino porque esto les da formación. Esta formación es supervisada y adquieren competencias, y los tutores son los responsables de hacer este seguimiento. El periodo en el que la formación se hace sin atender a pacientes es el pregrado, y ahí tenemos también a todos los estudiantes de medicina que acuden a nuestro centro. Pero el MIR es un médico que, aunque esté en un periodo de formación, su actividad asistencial es progresiva, supervisada, adquiere competencias y es para nosotros un valor al que vemos a medio plazo. Formar bien a residentes en este momento nos va a permitir seguir teniendo buenos profesionales en la red pública vasca y en la red del Estado, y es uno de los pilares de la calidad de nuestro sistema de salud.   

¿Qué panorama le espera al País Vasco de aquí a 2020 en el tema de los medicamentos?

Nosotros, ya en 2013, empezamos el camino para asegurar la seguridad de los fármacos. Estamos ya en el segundo plan en este sentido. Las resistencias microbianas y el uso adecuado de los medicamentos son una prioridad dentro de los planes de seguridad. Para ello, tenemos unas rutas de formación para los profesionales, en especial para los que están en las unidades de riesgo. Tenemos unidades informáticas de salud pública para identificar riesgos epidemiológicos o de infecciones por microorganismos de mayor gravedad, y también hacemos un seguimiento del uso de los antibióticos, y de aquellos antibióticos con mayor riesgo de generar resistencias. Todo ello, la formación, el control y el uso de los fármacos, son un triple sistema para  intentar mejorar la prescripción y evitar que en el futuro se den estas resistencias.

Participamos también en programas de mejora de la prescripción de antibióticos a nivel europeo, y hay varios programas pilotos en unidades de mayor riesgo que en los próximos años vamos a extender a otras unidades de la red pública.

¿Qué planes tiene el servicio de salud vasco para mejorar las condiciones de trabajo de sus trabajadores a medio y largo plazo?

Por una parte tenemos la estabilidad laboral, ya que para aquellos que están en plazas interinas o cambiando de contratos es un gran avance. Por otro lado, estamos especialmente preocupados por los profesionales que, debido al déficit de suplentes o de profesionales,  nos sean capaces de hacer sus periodos vacacionales. Pueden generar sobrecargas de trabajo. Estos son los médicos de familia o pediatría de AP: estamos diseñando una serie de medidas como trabajar en reducir los turnos exclusivamente de tarde para mejorar esto. Para que tengan, además, mejor conciliación con la vida familiar.

También que aquellos profesionales que tengan que cubrir plazas de otros que están de vacaciones, tengan una remuneración acorde al esfuerzo que les estamos pidiendo. Y por otra parte, que se les reconozca a todos los profesionales la actividad docente y fomentar los tutores y el incremento de médicos y especialistas de formación en nuestra red.

Nekane Murga ocupa su actual puesto en el Servicio Vasco de Salud desde enero 2017, tras toda una vida dedicada a la Cardiología y la docencia.

Nekane Murga ocupa su actual puesto en el Servicio Vasco de Salud desde enero 2017, tras toda una vida dedicada a la Cardiología y la docencia.


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