El 5,3 por ciento de adolescentes afirma le han impuesto conductas sexuales



27 nov. 2013 13:34H
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Redacción. Madrid
Todos los centros de salud y hospitales de la Comunidad de Madrid aplican protocolos para la detección de los malos tratos, apoyados en cada caso por una Comisión contra la Violencia formada por médicos, enfermeras y trabajadores sociales. Por otra parte y enmarcado en el Plan de Formación descentralizado de la Consejería de Sanidad, se imparten cursos a los profesionales para sensibilizarlos y formarlos en la detección de malos tratos.

En Atención Primaria, a propuesta de la Comisión Técnica de Acciones en Salud frente a la Violencia de Género, y a través de un grupo de trabajo multidisciplinar, está trabajando para incidir sobre aspectos relacionados con la prevención, detección y atención de la violencia de género de forma más específica. Se trata de reforzar la Cartera de Servicios Estandarizados de Atención Primaria, que recoge las actuaciones que realizan de forma protocolizada los profesionales sanitarios en la asistencia sanitaria.

Las situaciones de violencia de género se recogen desde 2008, en el Servicio de Detección de Riesgo de Maltrato Familiar, que incluye también los casos de violencia contra la población infantil y los mayores. Durante el pasado año, los profesionales sanitarios incluyeron en este programa a 286 personas, que permite la valoración y derivación más oportunas.

Los jóvenes ante el maltrato

En paralelo a la detección precoz en Atención Primaria, la Consejería de Sanidad viene realizando investigaciones sobre la magnitud y la percepción de la violencia de pareja en jóvenes, con objeto de diseñar acciones preventivas, como incluir nuevas preguntas en el Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo Asociados a Enfermedades No Transmisibles (Sivfrent-J). Los resultados de este estudio revelan que el 5,3 por ciento de mujeres (de 14 a 16 años) manifiestan que “el chico con el que salían” le impuso conductas de tipo sexual”, que ella rechazaba. En el caso de los hombres, este porcentaje baja a un 2,4 por ciento.

A esta investigación, hay que añadir un estudio basado en grupos de discusión con jóvenes, donde se evidencia que consideran la violencia de género como un problema ajeno, “casi exclusivo de adultos”. Los investigadores advierten de que identifican “comportamientos naturales que pueden ser antecedentes de la violencia de pareja en edad adulta”.

En estos estudios también se observan lo que los técnicos consideran “agresión de género masculina”, es decir, conductas o expresiones despectivas hacia las chicas para generar daño, señalar su inferioridad, o perpetuar “las “servidumbres tradicionales femeninas” (“solo vales para servir”…”no puede porque es chica”…”vete a fregar”…).

Los profesionales sanitarios consideran que es necesario tomar conciencia de estas actitudes “agresivas”, que dan lugar a relaciones no saludables, e intervenir desde todas las instancias en edades tempranas para modificar estas conductas aprendidas.

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