Manuel Martínez del Peral, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, analiza presente y retos de la profesión

Manuel Martínez del Peral, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM).


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La red de farmacias madrileñas está llamada a asumir un papel asistencial más amplio ante el envejecimiento, la cronicidad y la falta de adherencia que tensionan al sistema sanitario. Manuel Martínez del Peral, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), defiende en esta entrevista con Redacción Médica la necesidad de integrar plenamente al farmacéutico en la atención sanitaria y social, desde la revisión segura de tratamientos y la mejora de la adherencia hasta el cribado poblacional, la información sobre vacunación y el acompañamiento a personas vulnerables. También analiza el impulso a la farmacia rural, la transformación interna del Colegio y los nuevos proyectos tecnológicos e iniciativas formativas que buscan reforzar la labor profesional y la continuidad asistencial con el resto de sanitarios.

Empecemos hablando del cambio de paradigma que vive el sistema sanitario, marcado por el envejecimiento, la cronicidad y la soledad no deseada. ¿Cómo está afectando esta realidad a la sostenibilidad del modelo y qué papel puede asumir la red de farmacias de Madrid para aliviar la presión asistencial?

Es una realidad que estamos viviendo: el aumento de la esperanza de vida, la mayor cronicidad, la polimedicación… Todo esto está tensionando el sistema sanitario en lo que se refiere al acceso que históricamente hemos conocido.
Debemos darnos cuenta de que es un sistema creado en los años 80 y que ha dado muy buenos resultados durante todos estos años, pero ahora estamos notando que esa tensión pone en riesgo a la calidad y al acceso a la sanidad a la que estamos acostumbrados.

Desde el Colegio defendemos que todos los profesionales sanitarios son necesarios. Proponemos que la farmacia, como punto de acceso más fácil para los ciudadanos y sin esperas, debe cumplir un papel mayor y asumir más funciones.

El objetivo es doble: por un lado, dar una mejor atención al ciudadano cuando tiene síntomas menores o dudas sobre si acudir o no a un centro de salud, actuando como un punto inicial que permita derivar cuando sea necesario.
Y, por otro, contribuir a la sostenibilidad del sistema. Si las estructuras están menos sobrecargadas, racionalizamos los recursos. Además, a nivel profesional, reforzamos el papel del farmacéutico como profesional sanitario.

 Manuel Martínez del Peral, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM).

 Manuel Martínez del Peral, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM).


Ha comentado la polimedicación y la falta de adherencia como problemas clave. ¿Qué objetivos persigue el Colegio con iniciativas de uso adecuado del medicamento como la campaña de seguridad con bloqueo cautelar?

Como expertos en el medicamento, una de las cosas que más nos preocupan es la falta de adherencia, especialmente en personas polimedicadas y mayores, donde supera el 50%, un dato muy preocupante. Dentro de distintas iniciativas (como los sistemas personalizados de dosificación) pusimos en marcha hace dos años un programa llamado bloqueo cautelar.

Consiste en mejorar la seguridad revisando la medicación que los ciudadanos tienen en sus tarjetas sanitarias. El objetivo es complementar a los médicos en esa revisión, porque es frecuente que un paciente acuda a varios especialistas y pueda haber duplicidades o prescripciones que no se eliminan cuando se añade un nuevo fármaco.

El farmacéutico revisa esa medicación y propone un bloqueo que luego debe confirmar el médico. En los últimos dos años ha habido más de 15.000 bloqueos cautelares, y los médicos han aceptado el 97%.

Contamos además con una herramienta que permite explicar el motivo de cada bloqueo. Es importante destacar que más del 25% de esos bloqueos habrían supuesto un problema de salud si no se hubieran retirado. Y, por supuesto, racionalizar el consumo también ayuda a la sostenibilidad del sistema.

Desde su experiencia, ¿qué herramientas tiene hoy el farmacéutico para mejorar la adherencia y acompañar al paciente crónico más allá de la dispensación?

Los sistemas personalizados de dosificación son una herramienta muy potente. No solo ordenan la medicación y se la entregan al paciente: permiten controlar la adherencia, saber qué medicación ha tomado, cuál ha olvidado y explicarle las consecuencias de ese olvido.

Estamos implementando diversas iniciativas en las que estos dispositivos pueden ser una buena herramienta para mejorar la adherencia. La participación de la farmacia en salud pública también se ha reforzado con programas como la información sobre vacunación o iniciativas como Prevecolon.

Los sistemas personalizados de dosificación son una herramienta muy potente. No solo ordenan la medicación y se la entregan al paciente: permiten controlar la adherencia, saber qué medicación ha tomado, cuál ha olvidado y explicarle las consecuencias de ese olvido.

Los sistemas personalizados de dosificación son una herramienta muy potente. No solo ordenan la medicación y se la entregan al paciente: permiten controlar la adherencia, saber qué medicación ha tomado, cuál ha olvidado y explicarle las consecuencias de ese olvido.


¿Qué impacto tienen y qué nuevos ámbitos podrían asumir las farmacias madrileñas?

Lo que pretendemos es que la farmacia sea un punto de salud integral. La salud pública es uno de nuestros grandes objetivos. Hay estudios europeos que han demostrado que la farmacia, como punto de acceso sencillo, ha mejorado en un 20% la inmunización en campañas de gripe, por ejemplo.

La farmacia puede concienciar y también actuar directamente como un profesional sanitario más en vacunación.

Sobre Prevecolon, el programa al que se han adherido las tres mil oficinas de farmacia de la Comunidad de Madrid, ha arrancado en la segunda quincena de diciembre. Va a ser un punto de acceso sencillo y rápido, con un profesional sanitario que explica la finalidad de la prueba y por qué hacerse un cribado de cáncer de colon, una prueba muy sencilla cuya detección precoz mejora de forma enorme la vida del paciente y los recursos necesarios para tratar la enfermedad.

Otro punto importante es la soledad no deseada. ¿Qué aprendizajes aporta el proyecto de seguimiento del paciente polimedicado en Collado Villalba y cómo puede la farmacia comunitaria detectar situaciones de vulnerabilidad?

El envejecimiento y la pirámide poblacional invertida están generando más situaciones de soledad no deseada, especialmente en personas mayores. El proyecto de Collado Villalba es muy interesante porque colaboramos con el Ayuntamiento, la administración pública más cercana a la población y la que gestiona esta problemática.

Para muchas de estas personas, la farmacia es un punto de encuentro y protección. La alcaldesa, que es médica en Atención Primaria, entendió perfectamente la situación y hubo un gran entendimiento.

Vimos la oportunidad de utilizar los sistemas personalizados de dosificación para controlar semanalmente a estas personas: no solo la adherencia o la visita semanal, sino también hacer preguntas registradas que permiten detectar soledad, desatención o vulnerabilidad. El siguiente paso es la colaboración con los agentes sociales del Ayuntamiento. La coordinación entre la parte sanitaria y la social convierte este proyecto en algo muy esperanzador.

Queremos llegar a esas personas, proponer desde farmacia y Servicios Sociales quiénes pueden beneficiarse y, con una colaboración integral, ayudarles tanto en la adherencia como en situaciones de soledad.

El envejecimiento y la pirámide poblacional invertida están generando más situaciones de soledad no deseada, especialmente en personas mayores.

El envejecimiento y la pirámide poblacional invertida están generando más situaciones de soledad no deseada, especialmente en personas mayores.


Otro proyecto es Pueblos con Vida, que pone el foco en la farmacia rural. ¿Qué necesidades tiene hoy la farmacia rural madrileña y qué riesgos existen si no se refuerza su papel?

El papel de la farmacia rural es vital. Si ya hay problemas de acceso en ciudades como Madrid, imagínese en zonas rurales. Algunos datos: en Madrid, por debajo de 1.000 habitantes hay 20 pueblos con 14.000 habitantes. No hay ningún centro de salud, pero hay 19 farmacias. Si ampliamos a 2.500 habitantes, hay 70 pueblos con 58.000 personas; 50 tienen oficina de farmacia y solo dos tienen centro de salud.

Es evidente el papel de punto de acceso al sistema sanitario que tienen estas farmacias. Planteamos a la Comunidad de Madrid que no deben ser farmacias “al uso”, sino con un mayor catálogo de prestaciones: control de adherencia, sistemas personalizados de dosificación, atención farmacéutica domiciliaria (cuyo desarrollo reglamentario estamos rematando) o toma de medidas biométricas para comunicarlas al médico del centro de salud.

El objetivo es facilitar la continuidad asistencial médico-farmacéutico en poblaciones donde el médico pasa consulta una vez por semana, mientras que la farmacia es de acceso permanente.

El proyecto Pueblos con Vida pretende mantener las estructuras, pero también reforzar la figura del farmacéutico y aumentar las prestaciones para mejorar el acceso sanitario de la población.

El Colegio también ha impulsado una transformación interna para acercarse más al colegiado y a la sociedad. ¿Cuáles son los ejes principales y qué resultados están consiguiendo?

Tras tres años y medio de legislatura, uno de nuestros objetivos era elaborar un nuevo plan estratégico basado en aumentar la participación de los farmacéuticos, la transparencia, la eficiencia y la utilidad del Colegio. Nuestros colegiados quieren un Colegio eficiente, transparente y que resuelva sus problemas del día a día.

Hemos desarrollado muchos proyectos que han mejorado estos servicios. Por ejemplo, el Servicio de Información Técnico-Profesional (uno de los pilares sanitarios del Colegio) ha ampliado su horario hasta las 21:30 todos los días y también atiende los sábados.

Es un servicio que da soporte en receta electrónica, dudas de medicación o funcionamiento de la farmacia. Todo esto ha hecho que el colegiado sienta que su Colegio está más cercano, profesional y eficiente.

Tras tres años y medio de legislatura, uno de nuestros objetivos era elaborar un nuevo plan estratégico basado en aumentar la participación de los farmacéuticos, la transparencia, la eficiencia y la utilidad del Colegio.

Tras tres años y medio de legislatura, uno de nuestros objetivos era elaborar un nuevo plan estratégico basado en aumentar la participación de los farmacéuticos, la transparencia, la eficiencia y la utilidad del Colegio.


En los últimos años han surgido foros como DermoCOFM y NutriCOFM. ¿Qué necesidades motivaron su creación?

La formación es uno de los pilares básicos del Colegio y hemos invertido muchos recursos en ella. Hemos visto cómo ha cambiado el rol del farmacéutico y el interés por la formación. El año pasado aumentó un 50% la oferta formativa y un 74% los asistentes, formando a más de 15.000 farmacéuticos en un solo año. Lanzamos formaciones específicas como NutriCOFM y DermoCOFM. 

DermoCOFM se enfoca en dermofarmacia, un área con enorme potencial, y su formato se basa en la colaboración con médicos dermatólogos, la administración y asociaciones de pacientes. Quienes asisten salen con herramientas aplicables de inmediato.

NutriCOFM, más reciente, sigue el mismo modelo pero centrado en el complemento nutricional, un área con gran crecimiento, aunque parte de la categoría ha derivado a canales no sanitarios que están generando problemas de salud. Este tipo de formación específica aporta mucho valor al farmacéutico.

Viendo el éxito de estos foros, ¿se plantean iniciativas parecidas en otras temáticas?

Desde luego. El año que viene NutriCOFM incorporará la parte de fitoterapia, una categoría mucho más desarrollada en Europa. Los vocales de Nutrición y Plantas Medicinales ya están trabajando en unir ambas áreas.

Es un formato muy concreto y dinámico, en el que los asistentes buscan ideas aplicables desde el día siguiente. Nos están pidiendo nuevos formatos y estamos valorándolo.

El año que viene Nutricov incorporará la parte de fitoterapia, una categoría mucho más desarrollada en Europa

El año que viene Nutricov incorporará la parte de fitoterapia, una categoría mucho más desarrollada en Europa.


Otro punto importante es la digitalización. ¿Qué proyectos tecnológicos considera más relevantes y cómo están mejorando la seguridad, la trazabilidad y los servicios al colegiado?

En cuanto a la digitalización, hay que destacar que está presente en todos los ámbitos del futuro de la profesión. Comienza por la parte más asistencial, basada en la herramienta de la receta electrónica, con las últimas novedades como la inclusión de Muface y, en breve, también de ISFAS, lo que hará que prácticamente toda la relación con la receta sea digital. A esto se suma el acercamiento del Colegio al colegiado mediante múltiples herramientas estrenadas en los últimos meses, como la nueva página web, el canal Colegiados, el acceso para realizar todas las gestiones a través de la web o, como última novedad, la app del Colegio, que permite un acceso fácil e intuitivo a todos sus contenidos.

También es importante destacar lo que ha supuesto la digitalización en campañas de difusión de la labor del farmacéutico, como Un farmacéutico en marcha, que nos ha permitido mostrar el potencial que tenemos en prevención y promoción de la salud. Por último, subrayo su relevancia en la formación y en las herramientas que surgirán en el futuro. Como ejemplo, realizamos un curso de inteligencia artificial, del que nacerán pequeños grupos de trabajo orientados a desarrollar soluciones que faciliten el trabajo y el día a día del farmacéutico, permitiéndonos centrarnos más en nuestra capacidad y función sanitaria y menos en tareas que pueden resolverse por vía digital y mediante nuevas tecnologías.

Mirando a medio plazo, ¿qué modelo de farmacia imagina para la Comunidad de Madrid y qué cambios serían necesarios para desplegar su potencial asistencial?

Me gustaría que tuviéramos un sistema similar al actual. La pandemia demostró que el modelo de farmacia fue uno de los grandes estandartes del sistema sanitario. Cuando algo funciona bien, hay que hacer pequeños ajustes. Después de ver otros países y modelos, creo sinceramente que el sistema sanitario y farmacéutico español (y concretamente el de Madrid), es un sistema basado en una parte sanitaria que debe tener también su dimensión empresarial y económica, porque si no no sería sostenible.

Pero ese foco en lo sanitario y lo social, como se ve en los proyectos que hemos comentado, da a la red de farmacias una potencia que sería muy difícil replicar si hubiera que crearla desde cero.

En el desarrollo reglamentario (ya muy avanzado) buscamos reforzar la figura del farmacéutico como sanitario de confianza con más funciones: atención farmacéutica domiciliaria, sistemas personalizados de dosificación o proyectos como Pueblos con Vida y la vacunación desde farmacia.

En plena epidemia de gripe, la farmacia juega un papel fundamental en la detección precoz, la salud pública y el acceso del ciudadano. Sería muy positivo avanzar también en el tratamiento de síntomas menores, que resolvería muchos problemas derivados de la dificultad de acceso al médico.

Un momento durante la entrevista en el plató de Redacción Médica.

Un momento durante la entrevista en el plató de Redacción Médica.

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