César Pascual (PP) analiza en una entrevista con Redacción Médica la actualidad sanitaria de Cantabria y de España

Covid | "Lo que resta de 2021 deberíamos seguir con medidas restrictivas"
César Pascual.


9 mar. 2021 11:10H
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Cantabria ha sido una de las comunidades españolas que mejor ha conseguido sobrellevar los envites de la pandemia del Covid-19. César Pascual, portavoz de Salud del Partido Popular en la región, analiza en Redacción Médica la respuesta de la región ante la crisis sanitaria, los retos y desafíos y vaticina cuánto tiempo más durarán las restricciones. Además, advierte que algunas medidas, como el uso de la mascarilla en determinados espacios, se queden con nosotros para siempre.

¿Cómo valora la gestión que está haciendo de la pandemia del Covid-19 el Gobierno de Cantabria?

En términos generarles, tiene más claro-oscuros que cosas en positivo, aunque es verdad que, últimamente, ha mejorado. Aun así, podrían hacerlo todavía un poco mejor. La gestión es un asunto manifiestamente mejorable, tanto en la primera fase como en la segunda, y durante el proceso de vacunación. ¿Han terminado por hacer lo que se debía? Sí, pero tarde. Podían haber actuado con mayor anticipación porque han tenido tiempo para planificar las cosas y que no les pille el toro.


"La vacunación masiva es necesaria en Cantabria y en cualquier comunidad"


Todo lo relacionado con el seguimiento de casos positivos de Covid-19 lo tienen bastante bien organizado. El modelo que están siguiendo ahora está funcionando bien, aunque les costó ponerlo en marcha. Por suerte en Cantabria la pandemia no ha tenido un impacto muy grande, en relación a otras comunidades.

Con la vacunación ha sucedido lo mismo. Han arrancado fatal porque no contaban con ningún plan y ahora, como el resto de comunidades, adolecen la falta de vacunas. Ha habido muchos cambios de criterio a la hora de vacunar. Vacunaron a diestro y siniestro y luego no había suficiente para la segunda. Querían vacunar desde los centros de salud, descartando vacunaciones masivas, y al final han cambiado de opinión.

¿Es necesaria una campaña de vacunación masiva en la región contando con grandes espacios como los estadios?

Es necesaria en Cantabria y en cualquier comunidad. Hay que administrar vacunas de la manera más rápida posible, porque nos va a ayudar a reducir los ingresos en las UCI. El problema que estamos teniendo es de suministro. Los criterios para vacunar están claros y consensuados a nivel nacional, pero lo que necesitamos son vacunas. Y si hay que echar mano de recursos extraordinarios fuera del sistema de salud, también hay consenso para sumar a todo aquel que pueda ayudar.

En una entrevista con Redacción Médica, el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, se mostraba partidario de administrar tantas primeras dosis como sea posible en vez de apostar por conseguir la pauta completa.

Cuando esto se planteó, me pareció un poco arriesgado. Hoy en día, con las evidencias científicas que hay disponibles del nivel de protección que se alcanza con una dosis, desde el punto de vista de Salud Pública, es una opción muy interesante. Perder un 2 por ciento de eficacia, que es la que se perdería con aplicando solo una dosis y retrasando la segunda, ganaríamos un 100 por cien de población vacunada. Es un planteamiento razonable. Pero esto hay que decidirlo ya, antes de que llegue el verano. Sino, este tipos de medida pierde eficacia.

Durante esta legislatura, marcada por el Covid-19, ¿ha hecho en falta un mayor consenso político entre los diferentes partidos en materia sanitaria?

Por lo general, en Cantabria ha habido mucho consenso. Quizá porque la pandemia no nos ha arremetido con demasiada fuerza y porque teníamos unos recursos bien dimensionados, de modo que los hospitales, en ningún momento, han estado congestionados y han podido sobrellevar la situación.

En la primera ola y durante muchos meses ha habido una unanimidad total. Sigue habiendo conenso, pero han comenzado a aparecer algunas diferencias. Por ejemplo, con la campaña de vacunación y con algunos aspectos en los que se han cometido errores, como priorizar la vacuna a los reclusos de la prisión de El Dueso antes que en las residencias. Pero todo esto se entiende dentro del campo de la discrepancia habitual de la política.

En otras comunidades autónomas, se están realizando test de antígenos en farmacias e, incluso, en clínicas de odontología. ¿En Cantabria lo ve necesario?

Aquí ya hemos desarrollado mucho las PCR, por lo que en Cantabria hay una menor necesidad de contar con otros test. Existe disponibilidad de pruebas. Además, se ha comenzado a hacer test en saliva, los cuales ofrecen resultados mucho más rápido y sin los inconvenientes de la toma de muestra de las PCR. De modo que no existe una gran necesidad por sumar a las oficinas de farmacia.

Cuando se ha producido algún confinamiento de un municipio, sí que ha sido necesario hacer test de una forma más amplia, pero rápidamente hubo capacidad de respuesta porque Cantabria fue uno de los primeros lugares de España en contar con robots para incrementar el número de PCR. Y la situación epidemiológica nunca ha sido tan grave. No tenemos la necesidad.

¿Qué virtudes detenta el Sistema Cántabro de Salud (SCS) para lograr combatir la pandemia?

El SCS tiene una dotación de recursos importante, por encima de la media nacional del país, pues cuenta con un gran número de camas disponibles. Ello ha permitido durante la pandemia que el Hospital de Valdecilla no se vea sobrepasado y además, gracias a la reforma, tiene la posibilidad de crecer, como lo ha hecho, con la creación de dos unidades de cuidados intensivos nuevas. Hay espacio y no ha habido que recurrir a otros espacios no sanitarios.

¿Cuáles han sido los desaciertos que se han producido en España para que la tercera ola haya sido tan virulenta?


"Nos queda tiempo y meses para conseguir recuperar la normalidad anterior"


La tercera ola ha sido virulenta en todas las partes del mundo, no solo en España. Lo mismo que ahora no se puede confirmar que los casos estén descendiendo por el efecto de las vacunas. Aún es pronto para saberlo. Me parecería una osadía decir esto. Sí se puede ver su efecto a nivel local, como en una residencia. Es posible que el efecto aquí se note, pero no a nivel global es complicado afirmarlo. Seguimos con restricciones muy fuertes a la población, que es lo que está conteniendo la tercera ola. España ha hizo una desescalada muy rápida y se permitió lujos como ‘salvar la Navidad’. Esto es lo que ha condicionado los rebrotes de la tercera ola y que podría volver a suceder -si se cometen los mismos errores-. Hay que salvar a la economía, sí, pero con todas las medidas de seguridad.

Es el riesgo que detecto es que la población está muy cansada, y temo que cuando se comience a sentir muy protegida -gracias a las vacunas y a la mejora de la situación epidemiológica- se va a relajar. La política de comunicación, en general, está siendo buena. Los ciudadanos sienten una gran desconfianza hacia la clase política. Tiene que haber mensajes muy claros que digan a la gente que podemos recuperar derechos pero que las restricciones tienen que seguir con nosotros.

¿Cuándo recuperaremos la normalidad que nos ha arrebatado la pandemia del Covid-19?

Nos queda tiempo y meses para conseguir recuperar la normalidad anterior que teníamos, no la nueva normalidad. Están surgiendo nuevas variantes y, aunque avanzamos hacia una época de calor como es el verano, sabemos que el virus tiene una carga estacional importante que nos favorecerá. Aún con todo, lo que resta del año deberíamos seguir con medidas de restricción de cierta intensidad.

¿Qué podemos hacer para que no vuelva a suceder lo mismo que en el año 2020?

Las cautelas fundamentales son que la población tome conciencia de que las medidas de responsabilidad individual, como el uso de mascarilla, la distancia social y el lavado de manos, van a seguir siendo compañeras durante largo tiempo e, incluso, es probable que alguna de estas medidas se quede ya para siempre. Durante las epidemias de gripe, por ejemplo, podrá seguir siendo obligatorio el uso de mascarilla en centros de salud y hospitales.

La población ha demostrado que es muy responsable. Hay que dejarlo algo de campo libre, porque ha demostrado que, en líneas generales, han complido las normas. Eso hay que reforzarlo. Lo que no podemos hacer es transmitir la idea de que la vacunación es la salvación. La vacunación es una parte de la salvación, pero vamos a tener que seguir empleando ciertas medidas. En cualquier momento pueden aparecer nuevas mutaciones del virus y no nos puede coger desprevenidos.

Desde el Partido Popular proponen un plan extraordinario y urgente de diagnóstico y atención a las patologías no covid ocultas por la pandemia, ¿se ha dejado de lado a los pacientes no Covid?

Los pacientes no Covid, en especial los crónicos, han sido uno de los grandes paganos de la pandemia. Es una realidad contrastada. Los pacientes con patologías agudas, afortunadamente, no han sufrido grandes inconvenientes, como sí sucedió durante la primera ola. Es necesario un plan urgente para recuperar la atención perdida y, sobre todo, que se realice una revisión general de los pacientes para ver cómo les ha afectado todo lo relacionado con la pandemia.

Es muy complicado y difícil porque hay pocos medios. Habrá que reforzar la Atención Primaria, incorporar al personal eventual al sistema y ver cómo incorporamos en los servicios de salud al personal contratado como refuerzo contra el Covid. Todo esto se debe planificar en los próximos meses. Hay mucha patología sumergida, como sucede a nivel mental debido a la pandemia. Además, el personal está muy cansado. Habrá que priorizar un esfuerzo presupuestario y reforzar las plantilla para recuperarnos adecuadamente.

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