El urólogo del Dr. Negrín, Reinaldo Marrero, específica que se trata de una enfermedad de “replicación lenta” que permite un alto porcentaje de supervivencia



1 feb. 2013 11:59H
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Ángel Merino.
El de próstata es el segundo tipo de cáncer más frecuente en hombres en Canarias. Para acercar información sobre esta enfermedad, el Colegio de Médicos de Las Palmas ha acogido el "Encuentro Médicos con la Sociedad: Todo sobre el cáncer de próstata”. El evento, que ha contado con una gran acogida, ha servido para que el público en general resolviera sus dudas con los especialistas durante el acto.

Marrero durante el Encuentro.

Uno de los ponentes, Reinaldo Marrero, urólogo del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín explica a Redacción Médica que la enfermedad entraña “riesgo leve desde los 45 años, pero que el 40 por ciento de los casos se da en mayores de 65 años”. En Canarias tiene una alta incidencia aunque, a su vez, “es uno de los tipos de cáncer menos agresivos, es de replicación lenta como norma general, y solo hay una variedad altamente lesiva pero muy poco frecuente”.

En este sentido, los datos son positivos; no obstante, es necesaria “una exploración que permita descartarlo”. Al respecto, Marrero aclara que “a partir de los 40 se debe hacer un análisis de sangre y un tacto rectal para comprobar si el paciente entraña riesgo de sufrir cáncer de próstata”. “De ser así se le practica una biopsia, la que nos permite diagnosticar con certeza la enfermedad”, añade.

El urólogo del Dr. Negrín revela que se ha podido constatar una mayor prevalencia de cáncer de próstata “especialmente en aquellas personas sedentarias y con hábitos dietéticos basados en grasas saturadas”. Las condiciones genéticas también influyen, de este modo resulta curioso que “los afronegros americanos tienen un riesgo alto de padecerlo”, al igual que “los familiares directos de enfermos prostáticos”.

En lo relativo al tratamiento es un cáncer que permite llevar una vida totalmente normal. “Su seguimiento se hace con controles periódicos y se tiene especial cuidado en pacientes, por ejemplo, con cardiopatías”, informa Reinaldo Marrero, quien matiza que se inicia “tratamiento con intención curativa cuando la enfermedad avanza y empiezan a manifestarse síntomas”.

El urólogo canario cuenta que las consecuencias principales se centran en “incontinencia, problemas sexuales, irritación y posibles cistitis”. Sin embargo, se muestra satisfecho con los avances que se están produciendo en la materia, ante lo que nos cuenta que “el futuro promete, el panorama es esperanzador, y ya en 2011 se descubrió una molécula que mejora la quimioterapia y que ha aumentado bastante la supervivencia en pacientes metastásicos”.

 

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