Ricardo Martínez / Imagen: Adrián Conde. Zaragoza
Ha comenzado un nuevo Ciclo del Aula Montpellier, una idea convertida en realidad, difícil de mejorar y que ha sabido adaptarse a las exigencias de los tiempos, tal y como ha expuesto su director Alfredo Pérez Lambán. Se trata de un proyecto que “sigue moviéndose” y que responde a la reorientación que exigen “los tiempos de cambio profundo que vivimos”. El Aula Montpellier es pionera en el sector sanitario y acumula una experiencia que Pérez Lambán pretende que sea “un incremento de productividad, un valor añadido que nos afiance aún más”. El ciclo tiene una finalidad divulgativa, formativa y educadora, que parte de unas premisas desinteresadas, altruistas y vocacionales.
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Tomás Tenza, gerente del Servicio Aragonés de Salud, ha querido trasladar la felicitación a la organización por las doce ediciones anteriores, que han permitido llegar al decimotercer ciclo. Tenza ha reflexionado sobre la situación de conflicto que vive el ámbito sanitario y confía en que se “recapacite” porque la imagen que se está ofreciendo le produce “tristeza”. El gerente del Servicio Aragonés de Salud asegura que “cuando se agote el discurso economicista y organizativo, quedará el sustrato ético en el correcto análisis de los dispositivos”. Asimismo, entiende que en el futuro la cartera de priorización será evidente y ha señalado que “no se pueden reducir costes sin analizar cómo se está haciendo”.
Carlos Romeo Casabona, catedrático de Derecho Penal. |
La conferencia inaugural ha sido pronunciada por Carlos Romeo Casabona, doctor en Derecho y en Medicina, catedrático de Derecho Penal, director de la Cátedra Interuniversitaria de Derecho y Genoma Humano de la Universidad de Deusto y Universidad del País Vasco, que ha abordado los dilemas éticos y jurídicos actuales relativos a los datos de salud. Esta información es considerada “sensible, frente a cuya utilización abusiva fuera del contexto médico-asistencial somos más vulnerables, por lo cual requieren una protección legal reforzada. De ahí que tengamos que preguntarnos si el secreto médico, derecho y deber del profesional al mismo tiempo, es por sí sólo suficiente para este cometido".
Romeo Casabona estima que "para tener un panorama más completo, se deben tener también en cuenta los datos genéticos que se pueden obtener en la actualidad a partir de los análisis correspondientes, pues éstos tienen una característica nueva muy peculiar, ya que pueden predecir enfermedades genéticas mucho antes de que aparezcan los primeros síntomas, como la enfermedad de Hungtinton, o al menos revelar una especial predisposición para desarrollar una enfermedad determinada, como el cáncer de mama en la mujer". El experto ha remarcado que "la investigación biomédica actual utiliza cada vez con más frecuencia muestra biológicas humanas, y para facilitar su obtención al investigador se han creado los biobancos, pero también aquí surgen otras reflexiones sobre los sujetos fuente y sus datos”, por lo que señala que con “la información genética hay que extremar aún más las precauciones”.