Victorino Girela (CSIF) repasa en Redacción Médica las propuestas de la central para las elecciones sindicales del SAS

El SAS necesita contratar más profesionales médicos para paliar el déficit estructural de la plantilla, y CSIF cifra el déficit en "más de 30.000" sanitarios
Victorino Girela, responsable del sector de sanidad en CSIF Andalucía.


26 feb. 2024 14:10H
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En pocos días celebrará el Servicio Andaluz de Salud (SAS) sus elecciones sindicales. Concretamente, será el próximo 6 de marzo cuando los profesionales sanitarios deban optar por una de las papeletas de los diferentes sindicatos que se presentarán a dichos comicios. Uno de ellos es la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF). Su responsable del sector sanitario, Victorino Girela, en una entrevista con Redacción Médica ha incidido en la falta de profesionales que padece la sanidad en general, pero la andaluza en particular. Y es que el representante sindical cifra en “más de 30.000” los trabajadores que el SAS necesita para impulsar y reflotar el sistema de salud público, y reconvertirlo, así, en la “joya de la corona” que un día fue. Girela ha recalcado que así el sistema autonómico podrá hacer frente de manera más holgada al día a día en la atención sanitaria, tanto en Atención Primaria como en hospitalaria.

¿Cómo valoran la última legislatura?

La legislatura ha estado marcada por el Covid-19, por la crisis sanitaria tremenda que hemos tenido. Nosotros llegamos a la Presidencia del sector de sanidad de CSIF de Andalucía en diciembre del 2019, casi coincidiendo con el inicio de la pandemia, y han sido situaciones complicadas las que se han vivido. Al principio tuvimos falta de información, falta de medios de protección, tuvimos que reinventarnos todos, incorporándonos incluso a hacer las guardias en los centros debido a la falta de personal. Fue una situación compleja. Aquello supuso que las costuras del sistema saltaran por los aires. Teníamos un sistema cogido con pinzas y la pandemia generó que el servicio sanitario colapsara en muchos sitios. Para hacer frente a ese escenario hubo que reinventar consultas, como con dobles consultas. Para nosotros fue una situación de tener que denunciar, llevar al SAS a inspección de trabajo por desprotección y vulneración de los derechos fundamentales de los trabajadores. Fueron momentos de muchísimo trabajo, de estar cerca de los compañeros y sobre todo de dar nuestro apoyo, de trasladárselo a todos los profesionales.

CSIF es el primer sindicato multiprofesional de Andalucía y defendemos a todas las categorías. Para nosotros eso nos da un plus y una perspectiva que quizás otros sindicatos profesionales no tienen. Conseguimos, por ejemplo, que a los celadores se les considerara personal de riesgo, que hasta ese momento las propias recomendaciones del Ministerio de Sanidad no los consideraban. Para nosotros ha sido mucho trabajo. La situación de la Consejería en general también fue complicada, pues tuvieron también momentos de mucha incertidumbre, de mucho miedo. Se contrató a todo lo que se pudo y llegó un momento en el que no había más personal para contratar. Siempre nos dijeron que se habían metido en el sistema 12.000 profesionales más. Siempre pedimos que esos sanitarios se convirtieran en plantilla estructural, porque veníamos de un déficit profesional y así podíamos acercarnos a las ratios de otras comunidades autónomas y países de nuestro entorno. Nos faltaban fisioterapeutas, médicos, trabajadores sociales, administrativos... Es decir, trabajadores de todas las categorías. Esos 12.000 profesionales fueron de refuerzo en la época covid, y se han ido perdiendo por el camino. Tenemos un dato cierto, que aparece reflejado en la página de trasparencia de la Junta de Andalucía. Y es que los datos que tenemos de plantilla de referencia del último trimestre del 2021 al último trimestre del 2023, hemos perdido casi 16.500 trabajadores en el sistema sanitario. Es algo que venimos denunciando desde CSIF, porque esos trabajadores, y probablemente algunos más, hacen mucha falta para tener plantillas equilibradas justas y para hacer frente al trabajo diario.

Además, tenemos una cartera de servicios cada vez más grande, tenemos profesionales que se dejan el alma en su trabajo, pero con cada vez más carga de trabajo. Hemos llevado a inspección de trabajo esa sobrecarga que soportan los profesionales cuando no se sustituye ningún permiso reglamentario, ninguna baja, ninguna ausencia por vacaciones... Y cuatro provincias ya nos han dado la razón. La inspección de trabajo le ha requerido al SAS que haga una evaluación de las cargas de trabajo que supone no sustituir cuando faltan algunos compañeros. Al final esto supone que cada profesional tiene que trabajar el doble, hacer un sobreesfuerzo. Y eso conlleva a que sea mucho más complejo conciliar la vida laboral y familiar. Es casi imposible no tener consecuencias de merma en su salud, salud psicofísica, soportando unas cargas de trabajo enormes. En definitiva, son situaciones que venimos denunciando pero que también planteamos soluciones. Y es que recientemente firmamos un acuerdo, en mayo del 2023 exactamente, para la mejora de la Atención Primaria y la carrera profesional. Supone un incremento de plantilla, no toda la que necesitamos, pero es un avance. Es un punto de partida para comenzar a recuperar esa senda y volver a convertir nuestra sanidad en la joya de la corona que fue en su día. Un sistema envidiado por muchos.


"Vamos a seguir exigiendo un acuerdo que retribuya como se merece la pérdida de poder adquisitivo que padecen los sanitarios"



Pero, durante este tiempo el profesional ha perdido su poder adquisitivo por encima del 25 por ciento por la subida del IPC, y lo hemos denunciado. CSIF no firmó el acuerdo para una Administración del Siglo XXI, porque suponía, de entrada, perder dinero. En 2023-2024 la pérdida de poder adquisitivo calculada respecto a los años 2022-2023 es del 5,8 por cien. Ni la subida fruto de ese acuerdo ni lo pactado antes compensan la pérdida retributiva que hemos sufrido. Y ahí vamos a seguir, exigiendo y pidiendo a la Administración un acuerdo que nos retribuya como merecemos verdaderamente y q compense esa pérdida retributiva.

¿Cómo valoran el trabajo que ha realizado la Consejería de Salud estos cuatro años?

La época de Catalina García al frente de la Consejería ha sido dura. Se ha vivido el poscovid, ha habido inversiones en sanidad pero no las suficientes para nosotros. De hecho, el presupuesto del último año apenas da para cubrir parte del acuerdo firmado con la Gerencia del SAS. Ya nos gustaría que se hiciera una inversión acorde a la necesidad que tenemos. El refuerzo de plantilla sigue siendo muy necesaria en Primaria y hospitalaria. Nos hacen falta profesionales médicos sobre todo, que buscando estabilidad se marchan a otros territorios, fuera de Andalucía, incluso fuera de España. Necesitamos atraer a ese capital humano. Pero para ello hacen falta contratos más estables y que sean retributivamente más atractivos. La situación que se ha vivido en la Consejería entendemos que es compleja, con la última crisis en la que dimitió el gerente del SAS y algún otro alto cargo de Salud. Hay un mal de fondo que yo creo que se ha agravado con los datos publicados sobre las listas de espera. Desde CSIF no podemos entender que la culpa sea que todos los datos estuvieran en el cajón, sin haber salido a la luz. La situación de las demoras en Atención Primaria y hospitalaria, para CSIF, así como las listas de espera quirúrgica, es fruto de muchas circunstancias, la principal que no se ha gestionado bien. Faltan profesionales y, sobre todo, falta que los trabajadores puedan hacer su labor en condiciones óptimas y que se les retribuya su trabajo como se merecen.

Hemos vivido planes como el de la continuidad asistencial, que tenía como fin acabar con las listas de espera. Y no ha dado los resultados que se esperaban, porque no se ha gestionado bien. Hemos visto que el plan de accesibilidad que se puso en marcha por las tardes, usando módulos de trabajo para reducir las listas de espera, no ha dado su fruto porque no todo el mundo ha querido hacerlo, pues al final se trataba de un autoconcierto que viene a penalizar una situación de sobrecara de trabajo y no todo el mundo estaba dispuesto a hacer eso, y no a cualquier precio. También hemos visto que ese plan no se retribuía, se tardaba mucho en pagar y algunos incluso no han llegado a cobrar. Y esto es un problema de gestión. Por lo tanto, hay varias causas de por qué la situación que vivimos ahora mismo es compleja. Entendemos que este modelo sanitario y asistencial tiene que cambiar para poder afrontar los retos del futuro. Para nosotros, el hecho de que hayan aparecido nuevas modalidades de consulta como la teleconsulta, para las que no estábamos preparados, supone un cambio en la formación de los profesionales. También, que hayamos tenido que modificar otros aspectos como puede ser la información al ciudadano.

Otro de los escenarios que tenemos es el relacionado con nuestra cartera de servicios y los profesionales categorizados conforme a lo que marca Europa. Tenemos unos trabajadores que, con arreglo a la normativa que tenemos, no se les puede reclasificar como se le debería, como los TCAE, que siguen siendo un C2 cuando deberían ser C1. Es algo que venimos reclamando. Los técnicos superiores, por ejemplo, deberían ser del Grupo B, y no lo son. Desde el colectivo también hemos ido a Europa para que estos profesionales técnicos superiores sanitarios puedan trabajar en la Unión Europea, ya que actualmente necesitan un grado universitario. Es un camino que hay que andar más pronto que tarde. La reclasificación en función de los créditos universitarios de todas las categorías, así como de los grupos profesionales pertenecientes a gestión y servicios también deberían tener una formación específica y ser reclasificados como corresponde. Por lo tanto, ahí tenemos también una deficiencia importante y eso tiene un correlato de pérdida retributiva. Todas estas cuestiones quedan pendientes de resolver.


"El SAS necesita incorporar nuevas categorías para dar un salto cualitativo y aliviar la carga laboral"



A ojos de CISF, de todos temas a tratar en los próximos años, ¿cuál dirían que tiene más urgencia?

Llevamos tiempo luchando por un modelo de desarrollo profesional que permita al trabajador sanitario estar bien profesionalmente desde el punto de vista de su desempeño de funciones diarias. Y también desde la perspectiva de las retribuciones. Ese desarrollo profesional supondría contar con una buena carrera profesional en el SAS para todos los trabajadores. Desde el 2006-2008, con los acuerdos de mejora retributiva con los que se incorporó la carrera profesional a la sanidad andaluza, solo llegaban los A1 y A2. Para nosotros esto ha sido muy importante. Esto se ha sumado al acuerdo de mayo del 2023, pero tiene unos plazos y estamos esperando su cumplimiento. Esperamos que a lo largo del 2024 lo consigamos. Esta es fundamental.

Y otra parte importantísima es el refuerzo de plantilla. Seguimos con plantillas bajas y el sistema necesita incorporar a nuevas categorías profesionales que empiezan a emergen en otros servicios de salud, como pueden ser los higienistas bucodentales o psicólogos clínicos. Son otros grupos profesionales que darían un salto cualitativo al SAS y también aliviaría muchísima carga de trabajo. Por otro lado, algo que llevamos diciendo hace tiempo es el referido a las ausencias en los centros sanitarios. Es decir, quién cubre la ausencia del compañero que tiene un permiso de libranza. A día de hoy quien le cubre es su compañero del centro sanitario. Esto lastra las funciones y la calidad de asistencia que prestamos.

Para nosotros esas serían las tres piezas clave. Y esto pasa por más inversiones. Necesitamos una inversión mucho más potente. Nuestro acuerdo recoge una inversión de al menos el 7 por ciento de PIB andaluz en sanidad, y de ese porcentaje, el 25 por ciento en Atención Primaria, porque esa es la puerta de entrada al sistema y porque sin una Primaria de calidad no puede haber una sanidad pública. Nosotros ponemos en valor la sanidad desde lo público. De hecho, en nuestra campaña electoral el lema es ‘Defendemos la sanidad pública, si tú no te conformas nosotros tampoco’. Y esa es justamente la clave de todo.


"Pediremos que se vigile la salud mental de los sanitarios, pues están sometidos a cargas excesivas de tensión y estrés"



¿Con qué programa os presentáis a las elecciones sindicales del SAS?, ¿Cuáles son vuestras principales propuestas de cara a los comicios?

Nuestra principal propuesta viene a ser la de completar las plantillas de algunas categorías profesionales. Nos faltan enfermeros, trabajadores sociales, psicólogos, personal administrativo, de gestión y servicio... Tenemos que mejorar también la protección de los profesionales. CSIF ha denunciado ante la inspección de trabajo algunas situaciones de riesgo e insistimos en que hay que reforzar las Unidades de Salud Laboral. Pedimos, por ejemplo, más profesionales de otras categorías como psicólogos. Eso es importante para nosotros. También hemos pedido y seguiremos pidiendo que se vigile la salud mental de los sanitarios, porque están sometidos a unas cargas excesivas de tensión y de estrés. Otra de las cuestiones que solicitamos tiene que ver con las agresiones. Llevamos años denunciándolas y ya pusimos en marcha una campaña frente a las agresiones, ya que descubrimos que con la pandemia las agresiones pueden ser de muchos tipos, no solo físicas, también vejaciones o insultos. Las agresiones verbales son casi el día a día del sanitario y estamos intentando paliar todo esto. Hemos pedido a la Administración Pública de Andalucía que se tipifiquen como delito cualquier tipo de agresión, además de establecer sanciones a través de la Ley de Salud Pública. También que se ponga en marcha un régimen sancionador para que no suframos ese tipo de escenarios. Hemos pedido medidas de protección activas y pasivas, como cámaras de seguridad en los centros sanitarios.

Por lo tanto, necesitamos más inversiones y desde CSIF seguiremos apostando por un modelo sanitario en el que todas las categorías profesionales sean importantes. El sistema sanitario tiene que ser un engranaje perfecto en el que todas las piezas tienen que encajar y funcionar, no entendemos el trabajo de otra manera que no sea con colaboración y desde una perspectiva multidisciplinar.

Estas son las líneas más importantes por las que desarrollar los próximos cuatro años si nos dan la confianza los compañeros. Los trabajadores son personas, y así los queremos atender, con cercanía y profesionalidad. También con algo fundamental que es la independencia. La letra ‘i’ de nuestras siglas hace referencia a la independencia, que nos da esa capacidad de defender a los trabajadores ante cualquier Gobierno de cualquier signo político.

Ha citado que el sistema sanitario ha perdido estos últimos años más de 16.000 trabajadores. ¿Qué cálculos hacen desde el sindicato respecto al refuerzo de la plantilla?, ¿El SAS debe cubrir esos 16.000 puestos o consideran que habría que contratar a más sanitarios?

Hace un año hicimos un estudio al respecto, teniendo en cuenta también el envejecimiento de la plantilla. Según nuestros cálculos, tenemos una plantilla muy envejecida, con casi el 50 por ciento con más de 55 años. Esto suponía que en unos 10 años la mitad de los profesionales se jubilará. A nivel nacional ocurre algo parecido, pero de una manera muy significativa pasa en Andalucía. Nuestro presidente nacional lo ha denunciado y expuesto en medios de comunicación, lo ha llevado incluso al Ministerio, urgiendo a un necesario refuerzo de plantilla en todas las Administraciones, pero especialmente en la sanitaria. Debido al covid muchos profesionales se han ido jubilando y ahora tenemos una necesidad importante de renovar las plantillas. En nuestro estudio reflejamos que el SAS contaba el año pasado con cerca de 110.000 profesionales, es cierto que, a día de hoy, según los datos, la sanidad andaluza cuenta con unos 126.000. Pero nuestros cálculos cifraban en más de 30.000 el refuerzo que necesitábamos. Por lo tanto, la cifra ascendería hasta unos 145.000-150.000 profesionales. Este era el cálculo que hicimos hace un año, y entendemos que las necesidades no han cambiado. Si me apuras, son incluso mayores.

El problema es que la Consejería se ha comprometido a tener a todos los pacientes en las listas de espera quirúrgica a 80 días de cara al 2025. Y esta no es una respuesta adecuada para nosotros. Con la privatización de muchos procesos quirúrgicos y con los autoconciertos, que no es más que pagar al profesional del SAS que desempeña su trabajo fuera de su jornada ordinaria, no es suficiente. Deberíamos tener más profesionales, fundamentalmente médicos, facultativos, especialistas de área y de Atención Primaria, así como de otras categorías. Esos 16.000 sanitarios que citábamos no son suficientes. Pedíamos que como mínimo se cubrieran esas vacantes, que es lo que se contrató para reforzar el SAS durante el covid. Pero seguimos estando lejos.


"En el SAS estamos en el mismo nivel que países como Namibia, con un fisioterapeuta por cada 10.000 habitantes"



El día del fisioterapeuta hicimos un estudio en el que reflejábamos que teníamos un fisioterapeuta por cada 9.500 ciudadanos en Andalucía. En Alemania, Francia o Italia tienen un fisioterapeuta por cada 2.500-3.000 ciudadanos. Según las recomendaciones de las sociedades científicas, deberíamos tener un fisioterapeuta por cada 1.500 ciudadanos. En el SAS estamos en el mismo nivel que otros países como Namibia, que cuenta con un fisio por cada 10.000 ciudadanos. Esa situación no la revertimos con esos 16.000 profesionales. Nos acercaríamos a países de nuestro entorno, sí, pero no es suficiente.

Además, la realidad es que tenemos los centros saturados. El acuerdo que firmamos en mayo del 2023 para mejorar la Primaria incorporaba una reducción de agenda, de cupos médicos, porque teníamos una media muy por encima de lo que debería de ser. Por encima de las 1.500 cartillas de tarjetas individuales sanitarias estaba la media, y nosotros, puntualmente, contábamos centros con profesionales con más de 2.500 tarjetas individuales sanitarias. Y eso no puede ser. Nuestro horizonte tiene que estar por debajo de las 1.200 tarjetas individuales y las agendas con no más de 35 pacientes al día. Ese camino hay que andar. Nosotros vamos a estar muy vigilantes, pero todavía estamos lejos de conseguirlo.

En cuanto a las bolsas de empleo y la situación de los residentes, ¿tiene CSIF alguna propuesta para solucionar sus situaciones?

Con los residentes tenemos firmados acuerdos a nivel nacional y a nivel andaluz. Con los MIR y EIR, si que hemos conseguido que se les abonen íntegramente las pagas extra por el prorrateo de guardias. Estamos luchando para que se les reconozcan los trienios como personal laboral. Están en formación, pero son profesionales y estamos reivindicando que se les reconozca eso también. Y, por supuesto, estamos pidiendo que el complemento de formación se cobre desde el minuto uno del primer año. Apostamos por tener una oferta formativa atractiva y porque se les mejoren sus retribuciones. Hemos pedido que se les suba el precio de atención continuada, que se les pague más.

Hay muchas medidas para los MIR y EIR, pero, fundamentalmente hemos pedido que se refuercen las unidades docentes, pues es la pieza angular de la formación y de la calidad del trabajo que desarrollan estos profesionales. No olvidemos que son profesionales con su parte asistencia y su parte formativa, y sin duda la guía y los conductores de su formación tienen que ser profesionales con tiempo suficiente para dedicárselo a los residentes. A día de hoy, desgraciadamente, no es así. Hay pocos tutores y a los residentes se les ‘suelta’ en un Servicio o en Urgencias para que actúe de forma autodidacta y que vaya cogiendo experiencia. No podemos permitir que un MIR o un EIR entre en Urgencias desde su segunda o tercera guardia y esté solo. Tiene que estar acompañado. Entendemos que esa es la clave, reforzar las unidades docentes, para que tengan una docencia importante y que se le mejore sus condiciones laborales y retributivas, en horarios y en atención continuada.

¿Por qué los trabajadores del SAS deberían escoger a CSIF en las elecciones?

Por nuestra independencia. Somos un sindicato profesional independiente cercano al trabajador. Defendemos un modelo sindical que conlleva una defensa de todos los profesionales de una manera harmónica. CSIF está donde debe estar, cerca del trabajador y cerca del profesional, defendiendo sus intereses por encima de cualquier cuestión ideológica. En CSIF cuentan con la garantía de mejora y de la defensa de los derechos de los trabajadores. Nuestro objetivo es mejorar las condiciones de los profesionales, no tenemos color ideológico ni sesgo profesional, y solo nos mueve la defensa y mejora de las condiciones de los trabajadores. Además, nuestro modelo sindical empieza a ser muy atractivo también en la empresa privada, y eso es por algo.

De los 85.000 afiliados que tenemos en Andalucía de todos los sectores de la Administración, solo en sanidad tenemos más de 30.000. Ese dato es importante. Solo nos nutrimos y vivimos de las cuotas de los afiliados. No recibimos más ayuda que esa. Y creemos que los compañeros nos tienen que votar porque queremos seguir defendiéndolos y logrando mejoras para los profesionales. Y solo eso nos lo pueden dar los votos y la representatividad. La cuota de afiliación sirve para tener sedes o comparar ordenadores, pero el voto es lo que nos permite estar en los comités de empresa defendiendo a los profesionales sanitarios.
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