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Cristina Beltrán ha organizado una bonita despedida a su madre, TCAE, al terminar su último turno en el hospital

Isabel Estada, TCAE, se jubila y para despedirla sus familiares y compañeros le han hecho una emotiva despedida.
Isabel Estada, a las puertas del Hospital Provincial de Castellón, el día de su jubilación.


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La actitud positiva de Isabel Estada, TCAE, junto a esa vocación por querer siempre ayudar a los demás, la han convertido en una pieza fundamental, no solo para su familia, sino para todos sus compañeros del Hospital Provincial de Castellón. Tras tantos años ejerciendo en este sector, este sábado ha llegado uno de los momentos más difíciles, pero a la vez esperados, de toda su carrera: la jubilación. Y para que fuese un día inolvidable, su familia y varios profesionales sanitarios se han juntado a las puertas del centro hospitalario, a la espera de que terminase su último turno, para darle una emotiva despedida con flores, abrazos, palabras de cariño y, por supuesto, muchas lágrimas de emoción.

Su hija, Cristina Beltrán, enfermera, siempre ha admirado a su madre y la forma que tiene de ver la vida. "Yo tengo que ser como ella", se decía a sí misma cuando era pequeña. De hecho, fue una de las responsables por las que Beltrán se decidió a hacer Enfermería. "He vivido siempre eso de cuidar a las personas y me han inculcado que tengo que estar ahí para todo el mundo, ser buena persona y ayudar a los que tenemos a nuestro alrededor", ha afirmado a Redacción Médica.

Ella "siempre" ha visto como su madre se desvivía por sacarles adelante, y cómo iba a trabajar al hospital contenta y con una actitud "muy positiva" ante la vida. “Con ella es fácil trabajar. A mí me hubiese encantado estar con ella en el mismo Servicio. Lo intenté, pero tuve una oferta en otro sitio”, ha reconocido.

Isabel Estada junto a sus compañeras del hospital.


Emotiva despedida de una TCAE


Por todas estas cualidades -y otras muchas más- Beltrán, su hermano y su padre no podían dejar que su madre terminase su último turno en el hospital sin hacerle una emotiva despedida. "Fuimos a las puertas de las Urgencias, donde estaba trabajando, y pedimos a sus compañeras que le dijeran que había una ambulancia con un paciente muy grave, y que se preparase para atenderlo”, ha explicado.

Así, en el momento en el que salió por la puerta, se llevó la grata sorpresa. "Se emocionó, se puso a llorar y estaba muy agradecida. No se esperaba que fuésemos a recogerla. Nos dedicó unas palabras de agradecimiento y nosotros le leímos una nota que decía que ya había dedicado mucho tiempo a trabajar para poder vivir, y que ahora lo que tenía que hacer era disfrutar de la vida", ha subrayado.
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