Víricö

Una joven relata su experiencia con el machismo de un médico tras una visita de urgencia al hospital

Dura muestra de machismo en la sanidad: "Este coñito está perfectamente"
Entrada de Urgencias de un centro hospitalario.


20 dic. 2017 12:30H
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POR REDACCIÓN
La campaña contra el machismo en la sanidad española tiene un nuevo episodio para resaltar. Se trata de la experiencia que relata una joven que responde al nombre de Marina cuando tuvo que acudir a las Urgencias de un centro cuyo nombre no desvela, una visita que recoge eldiario.es en la que fue tratada de modo obsceno por el ginecólogo, quien le hizo referencia al estado de su "coñito". 

Según cuenta la chica, decidió acudir al centro sanitario por un dolor fuerte que experimentó al mantener relaciones sexuales, una situación que había empeorado en los últimos meses y que ese día le hizo saltar las alarmas, por lo que decidió acudir con su novio al hospital. Tras los trámites habituales de triaje con dos enfermeras, pasó a la consulta del facultativo sola mientras su acompañante se quedaba en la sala de espera. 

El momento es relatado como frío, en una camilla, desnuda de cintura para abajo, y con un médico que la explora para valorar la situación. Al terminar, ella se percata de que no lleva los guantes de látex, aunque no puede concretar si en algún momento los ha llevado puestos. Lo peor, sin embargo, llega con el "veredicto" del ginecólogo, que le regala un "bueno, pues este coñito está perfectamente"

Seguir como si nada

Ante la incredulidad de la paciente y la petición de que le repitiera lo que había dicho, el facultativo señaló que "nada, que todo está perfectamente", y encogiéndose de hombros, "con media sonrisa dibujada en su rostro, siguió con la situación médico-paciente como si nada hubiera pasado y todo hubiese sido producto de mi imaginación". 

La joven recuerda que no sabe cómo se sucedieron los hechos justo después, ya que simplemente se vistió y salió de la consulta sin ninguna conclusión médica a sus molestias y con una sensación "de confusión y repugnancia brutales". Al contárselo a su pareja éste reforzó su repugnancia, aunque asegura que cree que lo hizo "más que por mí y lo que pudiera sentir yo, por él mismo y por no haberme acompañado al interior de la consulta". 
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