Alejandro Meseguer, estudiante de cuarto año de Medicina. (@alejandromeseguer_).
Uno de los momentos cruciales que viven todos los
estudiantes de Medicina es la
primera toma de contacto con un cadáver. Mientras algunos superan esta adversidad rápidamente, otros, en cambio, tardan más tiempo en acostumbrarse a hacer prácticas universitarias con una persona fallecida.
Alejandro Meseguer, estudiante de cuarto año de Medicina, todavía recuerda ese momento como si fuese ayer mismo. Tal y como cuenta en un vídeo publicado en TikTok, durante su primera semana en la facultad tuvo prácticas de
Anatomía, y aunque él era consciente de que vería cadáveres, no esperaba que fuese en la primera clase. "Pensé que daríamos teoría, pero no", ha reconocido.
Y es que, nada más entrar al aula, el profesor levantó una lona dejando al descubierto el cuerpo de una
persona que había fallecido. En este sentido, ha aseverado que cuando lo vio por primera vez
creía que era de "cartón". "No parecen reales", ha subrayado.
Primeras prácticas de Anatomía
Pero, según Meseguer, no es el único problema que encontró durante sus primeros días de
prácticas en Anatomía. Las clases las tenía por la tarde, y estar con cadáveres una hora y media después de haberse comido un "cocido con carne" no es un buen recuerdo. "
Mi estómago era como agua hirviendo", ha incidido.
Tras estas palabras tan gráficas, otros estudiantes de Medicina y médicos han recordado los primeros días que tuvieron que trabajar con cadáveres. Una de ellas es Lucía, quien ha afirmado que
el olor del aula se le quedaba impregnado en sus fosas nasales. "Iba en el autobús
oliendo a formol", ha indicado.
Consecuencias de hacer prácticas con cadáveres
No ha sido el único profesional del sector que ha respondido al vídeo de Meseguer. Ylenia Navarro, también estudiante de Medicina, ha indicado que ella
estuvo una semana entera sin comer jamón serrano. "A mí, al contrario, veía en las clases por la mañana los músculos cortados y me entraba hambre", ha respondido otra futura médica a Navarro.
Otro de los casos lo ha comentado la madre de una actual médica, quien ha explicado que su hija hizo las prácticas con forenses haciendo autopsias. "
Se compró esencia de eucalipto para las mascarillas, y no quería ni ver el paté", ha indicado. "Yo he dejado de comer el codillo en Ikea. Lo peor es que llega un día en que ya no quieres los modelos anatómicos y prefieres los cadáveres. Ahí un día te sientas y piensas, ¿
será que me estoy volviendo una psicópata?", ha concluido otra participante.
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