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4 ene. 2019 11:28H
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MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

Investigadores de Johns Hopkins Medicine (Estados Unidos) han estudiado cómo identificar mejor a los pacientes que no se adhieren a sus tratamientos, gracias a la combinación de la tecnología con las opiniones de los médicos. Así, han concluido que combinar la valoración de los expertos con el seguimiento de si los pacientes retiran su medicación en las farmacias es la mejor opción.

El estudio, publicado en la revista 'Pediatric Nephrology', se ha realizado en una población de jóvenes con enfermedad renal crónica, pero contiene consejos sobre cómo realizar un seguimiento de la no adherencia de manera más general.

"Queremos lograr mejores maneras de descubrir quién no es adherente para poder enfocar mejor nuestros esfuerzos en aquellos pacientes que pueden necesitar más asistencia o recursos específicos. Hay recursos que podemos proporcionar para aumentar la adherencia si sabemos quién los necesita", explica la primera autora del estudio, Cozumel Pruette.

Los investigadores detallan que estas tasas pueden ser "especialmente altas" en niños y adultos jóvenes con enfermedades crónicas que tienen que manejar un régimen complejo de medicamentos. La mala adherencia entre los jóvenes con enfermedad renal crónica es "uno de los principales impulsores" de la progresión de la enfermedad a la enfermedad renal terminal, aseguran.

Por ello, creen que minimizar los niveles de falta de adherencia es "una parte clave" de la práctica de atención médica de alto valor. Además, al mejorar los niveles de adherencia de los pacientes, se reducen los costes evitables a largo plazo. Hoy en día, no existe un estándar para identificar pacientes no adherentes, dice Pruette. "Como mínimo, los médicos realizan una evaluación de un paciente durante una visita a su consulta. Un médico o un enfermero pueden usar datos de imágenes e informes de los pacientes para realizar conjeturas informadas sobre la adherencia", expone.

Prudette recuerda, no obstante, que en los últimos años se han creado nuevas tecnologías que ofrecen mediciones más objetivas de si los pacientes están siguiendo su régimen de medicamentos: los registros médicos electrónicos conectados a los datos de las farmacias pueden informar a los médicos si los pacientes vuelven a renovar sus recetas con la frecuencia que deberían, y las cajas de pastillas electrónicas que registran cuando se abren pueden proporcionar datos más detallados día a día.

En este nuevo estudio, Pruette y sus colaboradores utilizaron cinco medidas diferentes de no adherencia en una población de 87 adolescentes y adultos jóvenes, de 11 a 19 años de edad, con enfermedad renal crónica o enfermedad renal terminal. Los factores para medir la adherencia fueron los informes de los médicos (que estimó la adherencia a la medicación de un paciente después de una visita a la consulta), los informes de los pacientes y los informes de los cuidadores (ambos encuestas de ocho preguntas), cajas de pastillas electrónicas (que registran la fecha y hora a la que se abre cada frasco de pastillas), y los datos en la farmacia.

Los médicos y las cajas de pastillas electrónicas clasificaron al 34,5 por ciento de los pacientes como no adherentes, aunque no estaban de acuerdo sobre qué pacientes no eran adherentes. Los informes de los pacientes, los informes de los cuidadores y los datos de la farmacia se clasificaron entre el 50 y el 61 por ciento de los pacientes como no adherentes. Tras analizar los datos, comprobaron que cruzar los informes de los médicos y las cifras sacadas de las farmacias eran la opción más fiable para averiguar qué pacientes no siguen una medicación.

"En general, los médicos ya están haciendo evaluaciones de los niveles de adherencia de los pacientes, y la mayoría de las prácticas clínicas tienen la capacidad de acceder a los datos de las farmacias, por lo que esto es algo muy factible para analizar en un entorno clínico", concluye Pruette.

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