Últimas Noticias Sanidad



6 feb. 2019 12:05H
SE LEE EN 2 minutos

MADRID, 6 (EUROPA PRESS)

El consumo de alcohol y tabaco entre adolescentes, incluso en pequeñas cantidades, está asociado con la rigidez arterial precoz, un daño que aumenta el riesgo cardiovascular futuro. Teniendo en cuenta que, en España, 1,1 millón de adolescentes toman alcohol y unos 530.000 aseguran fumar, atendiendo a un reciente estudio de la Sociedad Europea de Cardiología, más de un millón y medio de adolescentes están en riesgo.

El impacto del consumo de tabaco y el consumo excesivo de alcohol en los resultados adversos de la salud cardiovascular en adultos está bien establecido, por eso el estudio ALSPAC, publicado recientemente en 'European Heart Journal', viene a observar estos mismos riesgo en la población menor de 17 años.

"Teniendo en cuenta que a estas edades es posible restaurar la rigidez arterial normal si se cesa el consumo, es importante tratar de hacer entender a los adolescentes cuanto antes que ser joven no le hace a uno inmune a la enfermedad cardiovascular", señala el doctor Carlos Macaya, presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC), quien considera "fundamental" que se tomen medidas para preservar la salud cardiovascular de los más jóvenes, incluidas aquellas que combatan el tabaquismo pasivo.

Los fumadores adolescentes analizados en el ensayo percibieron un aumento en su velocidad de la onda del pulso carótido - femoral (OVP) en comparación con los no fumadores. "Esta medida es la que se utiliza para estudiar el daño arterial y la rigidez de los vasos, por lo que resulta un marcador que nos aporta información sobre la posibilidad de desarrollar enfermedad arterial de manera más precoz en comparación con el grupo no fumador", aclara el doctor Vicente Arrarte, presidente de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

Los fumadores activos, tanto los de mayor intensidad como los de menor, presentaron mayor OVP en comparación con los no fumadores."Uno de los puntos más significativos de este registro es que los que dejaron de fumar durante el seguimiento recuperaron su salud arterial", detalla el cardiólogo.

En ALSPAC se aprecia además, un efecto sumatorio de la cantidad de cigarrillos fumados y la intensidad de consumo de alcohol, por lo que los muy fumadores que también eran grandes bebedores tenían una OVP más alta en comparación con los que nunca habían fumado, y versus los bebedores de bajo consumo.

Este estudio se llevó a cabo mediante cuestionarios en los que se analizó el consumo de alcohol y tabaco a los 13, 15 y 17 años de edad en 1.266 participantes, de los cuales 425 eran hombres y 841, mujeres.

Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.