El obispo de Cartagena, monseñor José Manuel Lorca Planes, ha admitido que se vacunó contra el Covid-19 en un centro de la Diócesis aunque "en ningún momento creyó estar actuando mal" y ha anunciado que renuncia a ponerse la segunda dosis a partir de la cual se genera la inmunidad. Lorca, y otros miembros de la cúpula de la Iglesia murciana, se vacunaron el pasado 19 de enero en la residencia de ancianos Hogar de Betania. Según explica, el obispo rellenó el consentimiento necesario para que la Consejería de Salud autorizase su vacunación "días previos" a llevarla a cabo, al considerar que él, jusnto a sus pares, eran los capellanes del centro. Además de Lorca, recibieron el pinchazo su secretario personal, Maximiliano Caballero; el obispo auxiliar, Sebastián Chico; el antiguo arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, y el canónigo de la catedral de Murcia, Tomás Cascales.
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