Ya son 33 millones los que la Generalitat valenciana ha denunciado ante la Fiscalía por presuntas irregularidades de facturación del Hospital Provincial de Castellón, dirigido por la Diputación de la provincia que encabeza el popular Javier Moliner. A falta de que la Justicia dé un veredicto sobre qué ha ocurrido con las cuentas del centro, es cierto que algunos movimientos resultan extraños, como la falta de concreción en los gastos facturados (algunos con empresas vinculadas con la trama Gürtel) o la inversión de 90.000 euros en la instalación y restauración de un Belén navideño. Opacidad y desmanes que se habrían repetido durante años y que han abierto una investigación en la que el Partido Popular no está siendo todo lo colaborador que cabría esperar de un partido en decidida lucha contra la corrupción.